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Jimin despertó, el sonido de alarma no dejaba de sonar, al verlo se dió cuenta de que iba retrasado veinte minutos, se levantó lo más rápido que pudo, en la ducha no se tardó ni diez minutos y ni siquiera desayunó, tomó sus cosas y salió lo más rápido que pudo.

—Mierda, mierda... ¡Mierda! — Estaba enojado, mucho, el día anterior había sido el peor para él, el peor después del día en que Jungkook lo dejó.

—Hay algo que debo decirte Minie. — Heechul estaba frente a él, sentado en la cama de su amigo.

—Me estas preocupando Heechul, ¿Pasó algo? — Heechul era el único amigo que tenía, le preocupaba el hecho de que se la pudiera estar pasando mal.

—Yo... ¿Recuerdas de la beca que te mencioné hace tiempo? — Contenía mucha suavidad en sus palabras.

Jimin asintió, entonces los latidos de su corazón se aceleraron al punto en que fue doloroso respirar. Hace tiempo su amigo le había dicho que tenía pensado obtener una beca a Japón para estudiar desarrollo sustentable, pero no habían vuelto a tocar el tema tras el incidente con Jungkook.

—No me digas que... — La frase no fue terminada.

—Si Minie, obtuve la beca, hice todos los trámites el año pasado... Me iré el mes que viene. — Los ojos de Jimin desfilaban terror puro, su amigo, su único amigo estaba a punto de dejarle, estaba a punto de quedarse solo. No se atrevió a detenerle, claro que no, ¿Cómo podía atreverse? Jimin solo sonrió con evidente tristeza y le deseo suerte.

Estaba enojado, pero no podía hacer nada, no podía retener a la gente a su lado y eso le molestaba mucho, odiaba estar solo, primero su madre, después su padre, luego Jungkook y por último Heechul, ¿qué más podía perder? Se sentía tan solo, lo peor es que no había nadie más que él mismo.

—Vaya mierda. — Sonrió, estaba sonriendo mientras las lágrimas resbalaban poco a poco por sus mejillas.

Llegó a la escuela, su salón estaba casi lleno, lo que significaba que había llegado tarde, pero ya no importaba, ya nada importaba, ignoró completamente a Jungkook y a su pareja, subió el volumen de sus audífonos y caminó a su lugar; prácticamente ignoró a todo el mundo, ignoró su alrededor, ojalá pudiera ignorarme yo mismo, pensó. Un leve toque en la espalda lo sacó de sus pensamientos.

—Hey niño, debes poner más atención. — Yoongi era quien le hablaba, acababa de despertar. Jimin sonrió, ¿cómo podía dormir y lucir tan relajado? Una parte de él deseó ser como su compañero.

—Venía pensado. — Quitó sus audífonos. El mayor le extendió un folder bastante grueso. —¿Y esto?

—Es el proyecto traducido. — Recargó su cabeza en su mano derecha.

—Woah, ¿enserio tu hermano hizo todo? — Sacó algunas hojas para leerlas y verificar que fuera cierto.

—Digamos que si. — Sonrió para su adentros al recordar quien lo había traducido realmente.

Jimin le miró y le sonrió. —Ahora sólo falta preparar la exposición.

A simple vista Jimin se veía normal, pero para desgracia del menor estaba con Min Yoongi y éste notó al instante los ojos rojos de su compañero.

—Jimin, ¿Estas en drogas? — Le preguntó sin vergüenza alguna.

El menor se tensó inmediatamente, no entendía el porqué de la pregunta.

—No, ¿Por qué? — Volteó a mirarlo.

—Tienes los ojos rojos, si usas marihuana esta bien, no hay problema para mi.

Através Del Espejo ◆YOONMIN◆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora