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Un chico de cabello naranja estaba sentado frente al escritorio en su habitación. La infinita tarea no se acababa y ya estaba cansado como para seguir. Llevó ambas manos a su rostro y soltó un gran suspiro, ¿en realidad tenía que seguir yendo al instituto?

Desde que su mejor amigo se había ido todo era muy aburrido, no había con quién hacer bromas, con quien comer pizza los viernes, quien le explicara los temas complicados y los resolviera en un santiamén, quien fuera a quedarse a dormir en su casa y viceversa.

—¡Hoseok, la cena ya está servida! — El grito se su madre lo sacó de sus pensamientos, se estiró, con pereza se levantó y salió de su habitación.

Bajó las escaleras, su casa era pequeña, su hermana no vivía con ellos, así que los habitantes de la casa solo eran tres: su padre, su madre y él.

—Hola papá. — Saludó, estaba cansado y se notaba por todos lados.

—¿Cómo te fue en la escuela? — Preguntó el señor Jung.

—No entiendo física, ni matemáticas, estoy pensando en tomar asesorías para los exámenes finales. — Tomó los palillos y comenzó a comer.

—¿No será mucho para ti? — Su madre intervino.

—Necesito pasar, no puedo darme el lujo reprobar.

—Pero no te sobre exijas, tampoco eres un robot. — Su padre puso su mano en el hombro de su hijo.

Hoseok respiró, sentía que se ahogaba ante todo lo que estaba viviendo, estaba a punto de pasar a la universidad y la presión caía más pesada que otras veces, necesitaba aprender a como diera lugar; y entonces una idea brillante de le vino a la mente.

—Tengo una idea. — El rostro del chico se iluminó. Ambos padres le miraron. —Que Yoongi me enseñe.

Los señores Jung se miraron con sorpresa.

—Hoseokie, ¿quieres ir hasta Seúl? — Su padre pensaba que era una broma, hasta que vio la determinación en el rostro de su hijo.

—Si. — Fue rápido y contundente.

—No podemos Hoseokie, no sabemos si Yoongi-ssi esté mejor, además él también está en la escuela y también tiene muchas cosas que hacer. — Dijo la señora Jung.

Cierto, pensó el pelinaranja, lo más seguro es que su amigo también estuviera igual que él, no podía molestarlo y hacer que se estresara de más, menos en ese momento.

Pero si había algo que podía hacer, llamar a su amigo y pedirle asesorías.

Hoseok asintió, una vez que acabó de cenar, se dirigió a su habitación y se dispuso a marcar el número de aquel chico.

Yoongi estaba en su habitación, comenzó a dibujar cualquier cosa que le viniera a la mente, trazaba líneas en su cuaderno, cualquier cosa que se le ocurriera. Realmente no ponía atención a lo que dibujaba, solo quería librarse del aburrimiento.

Pensaba sobre la ecuación que había resuelto, no entendía porque su hermano se la había dado a resolver. Tomó varios colores y comenzó a darle color; no podía estresarse, no podía recordar nada, se sentía inútil y aún estaba en él la sensación de pérdida, pero ¿qué era? ¿qué había perdido? Algo lo sacó de concentración, su celular.

—¿Diga? — Contestó con cierta irritación.

—Hey, hola Yoonie. — Reconoció la voz de inmediato. Un bien humor le invadió.

—Hobi, hola. — Una sonrisa se dibujó en su rostro.

—¿Estas muy ocupado?

—No, para nada. — Yoongi rápidamente se levantó y se recostó en su cama. —¿Qué pasó Hobi?

—Bueno, necesito tu ayuda. — Yoongi frunció el ceño.

—Claro Hobi, lo que tú digas.

—¿Me ayudas en física y matemáticas? — Hoseok preguntó con cierta timidez.

El pelinegro no pudo evitarlo y soltó una carcajada, obviamente le ayudaría.

—Claro que si, adelante, pregunta.

Jimin salió de bañarse, estaba algo cansado de hacer tarea y solo quería relajarse.

Pensó en lo que había hablado con su psicóloga.

¿Estás seguro de seguir amando a Jungkook?

El pelirrosa se tendió sobre su cama, no, no lo sabía, ahora alguien inundaba completamente sus pensamientos: su hyung. Yoongi rondaba la mente del menor, todo desde que trabajaron juntos para el proyecto e incluso desde antes. Recordó la vez que su hyung estaba durmiendo y él estaba intentando despertarlo, desde entonces le pareció alguien interesante, cuando fue a su casa para recoger lo que llevaba del proyecto, cuando aconsejó acerca de Jungkook sin saber que era él; sintió sus mejillas calentarse.

—Ya Jimin, piensa en algo más. — Ahí estaba otra prueba, empezaba pensando en Kook y terminaba en su mente Yoongi.

¿Por qué era así? Yoongi solo era su hyung, no debía pasar de ahí, ¿cierto?

Pensó por un momento, la situación en la que había decidido olvidar a Kook definitivamente y es gracias a tres factores importantes: Heechul, su mejor amigo, ya muchas veces le había dicho que superarlo era la mejor opción, le debía algo por aquel sabio consejo; Yoongi, porque sin conocerlo lo apoyó y toleró cuando ya no había nadie, por dejarle ser su amigo, y por último Taehyung, si, a pesar de que todo lo que pudo sentir por él, el odio y el resentimiento la verdad era que también fue importante, esa visita fue la que menos esperó en toda su vida, así como también era cierto que le debía una disculpa.

No es tan fácil perdonar a quienes te hieren y te lastiman, quienes te pusieron el pie muchas veces, pero tampoco se podía quedar con esa mierda para siempre. Dejó escapar un sonoro suspiro, ciertamente no podía perdonarlo de la noche a la mañana, primero tenía que superar a Jeon, una vez que superara a este entonces podía disculparse con Taehyung, no podía ser al revés. No podía disculparse con Kim, porque entonces no sería de corazón, no podría desearle felicidad a lado de Jeon porque no lo sentiría, porque aún había cierto enojo hacía el rubio, aún tenía cosas que reprocharle, así que no, no podía hablar con él porque entonces no sería sincero, y lo cierto es que Kim tampoco merecía su mierda.

Se levantó y se puso su pijama, esa vez quería dormir temprano, apagó la luz y miró hacía el techo, ¿Qué habría pasado si Yoongi jamás hubiese aparecido? ¿cómo sería la escuela sin él? En cierta forma, tampoco quería depender de una persona, pero si se encariñó con el pelinegro, y, probablemente, solo había una pequeña posibilidad, una muy remota de que si le gustaba Yoongi.

Y esa fue la primera vez, desde que su padre y su madre se separaron, que durmió con una sonrisa en sus labios.

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El jueves fui a ver Burn The Stage y ahhh lloré, la verdad está bien hermosa y graciosa 💜 si pueden véanla les juro que vale la pena. En fin, nos leemos en la siguiente

Mare †

Através Del Espejo ◆YOONMIN◆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora