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—Pudiste decirme eso. — La voz lastimada de Jimin se escuchaba por toda la casa de su novio.

—Es que no quería preocuparte. — El contrario parecía desesperado.

—Entiendo, entiendo el hecho de que haya veces en las cuales no quieras verme, que no quieras decirme ciertas cosas, pero solo dime cuando no estés bien, no pido que me cuentes lo que pasó, solo pido que me dejes estar a tu lado para apoyarte.

—Todos tenemos secretos Jimin. — Eso fue suficiente para que el otro se quedara callado, sorprendido ante esa respuesta.

—Yo no tenía secretos para ti. — Se dijo a sí mismo, seguía mirando por la ventana, era el receso y él quería estar solo, muchos se le acercaron preguntando acerca del por qué no estaba a lado de él, pero no les respondió, esas preguntas quedaron en el aire cuando su ex entró por la puerta con su nueva pareja.

Respiró repetidamente, esperando calmarse, volvió su mirada a la ventana para evitar que sus lágrimas fueran vistas, le dolía, le dolía como el maldito infierno ver a la persona que más amaba con alguien más, es cierto, las cosas no habían terminado nada bien, pero esperaba que regresara, en vedad esperaba que lo hiciera.

—Últimamente estas demasiado tiempo con él. — Jimin estaba llorando.

— ¡Es mi amigo Jimin! — El otro le gritaba igual.

— ¿Y los amigos se miran de la manera en la que tú y él lo hacen? ¿Se toman de la cintura cuando salen juntos? — Tapó su boca para evitar que los sollozos salieran.

—Imaginas cosas. — Le dió la espalda.

— ¿Imagino cosas? Me mentiste. — Su voz sonaba lastimada, herida y sus ojos estaban totalmente sin brillo.

Se mordió la lengua para callar los sollozos, estaba llorando, verlo ahí con él era muy doloroso, quería salir corriendo, se estaba asfixiando, más se obligó a quedarse, no quería que el otro le viera en tan deplorable estado, sería ceder, no frente a él, sino frente su nueva compañía, si hacía eso entonces el otro sabría que ganó y que su sola presencia bastaba con hacerlo poner tan mal.

— ¿Y cuándo se hicieron novios? — Uno de sus compañeros se dirigía a la parejita.

Hace tres meses, pensó, no era sorpresa para él que desde el momento en que terminaron, él había corrido a los brazos del otro, Jimin puso los audífonos en sus oídos pero no escuchaba nada, sabía que debía bloquear el sonido del exterior pero no lo hizo, grave error.

—Desde hace... Cuatro meses. — Jimin levantó la mirada, su cuerpo se tensó totalmente, su nueva pareja fue quién respondió, ¿Cuatro meses? ¿Le había engañado? ¿Tenía el descaro de admitirlo en su cara?

Volteó a mirarlos, sin pensarlo e instantáneamente se encontró con la mirada y sonrisa burlesca de ese imbécil que ocupaba su lugar; no dijo nada, no pudo reclamar y eso le mataba, claro que quería levantarse y reclamarle a él por haberle mentido, por haberle herido y por seguir haciéndolo cuando ya no eran nada, pero no podía precisamente por eso, porque ya no eran nada.

Quitó la mirada antes de que vieran sus lágrimas, tenía que calmarse, se lo repetía un montón de veces en su cabeza, pronto acabaría y entonces podía llegar a su casa y lamentarse sin que nadie lo viera, sin que nadie lo juzgara y sin que nadie lo molestara.

Había algo que quería preguntarle a él, ¿Cómo lo hizo? ¿Cómo pudo olvidarse de él en tan poco tiempo? ¿Cómo pudo fingir amar a uno cuando realmente su corazón ya no le pertenecía? Para que le dijera como hacerlo, porque necesitaba con urgencia sacarlo de su mente, extirparlo de su corazón y dejar en el olvido esa felicidad que le producía el solo verlo.

Y ahora, el salir de ahí se convertía no solo en una necesidad, sino que era cuestión de vida o muerte, uno de los que estaba alrededor de la nueva pareja había pedido un beso por parte de ambos, beso que ninguno de ellos rechazó y que Jimin había volteado en el momento menos indicado. Ambos chocaron sus labios, fucionandolos en uno solo y moviéndolos en una perfecta sincronía, y con eso, con ese beso que duró solo unos cuantos segundos asesinaron a Jimin. Park no podía respirar, se sentía asfixiado, sentía que se desmayaría en cualquier momento si no salía de ahí, pero ¿Dejarles ganar? Tenía que idear un plan para salir de ahí aunque solo fueran unos minutos. Tomó su celular y le envió un mensaje a su amigo.

Por favor, llámame. – Fue todo lo que escribió, quitó los audífonos y momentos después su teléfono comenzó a sonar, llamando la atención de los presentes.

Park salió al pasillo para contestar la llamada.

¿Pasó algo?— La voz de su amigo al otro lado de la línea era algo confusa.

—Gracias por sacarme de ahí. Fue todo lo que dijo antes de colgar y dirigirse al patio, estaba roto, quería llorar y gritar pero solo se conformó con liberar un poco lo que sentía, un poco de lágrimas antes de volver.

Cuando entró todos lo miraban, y en ese momento agradecía ser un perfecto actor. Se sentó de nuevo en su lugar y se volvió a perder en ese paisaje junto a él. Admitió que haberse desahogado hace un rato en el patio le hizo muy bien, aunque aún sentía ese nudo en la garganta.

—Muy buenos días jóvenes, soy su profesor de literatura. — El profesor le sonrió a todo el grupo. —Voy a pedirles que se presenten.

Jimin suspiró, repetían la misma rutina de todos los años, presentarse a compañeros que ya lo conocían, verlo a él y a su nuevo novio, ponerse la máscara de "estoy bien" que había optado por llevar desde el día en que terminaron.

La fila de Jimin fue la primera en comenzarse a levantar para presentarse, no ponía atención a los nombres que ya sabía, toda esa rutina era tan monótona pero debía resistir, ya que, después de todo, era el primer día de clases. Llegó su turno.

—Soy Park Jimin. — Luego de eso sentó nuevamente, ignorando a los que seguían, ¿Realmente debía quedarse hasta que terminara el año? ¿No podía simplemente cambiarse? Su padre no se lo negaría y tampoco debía explicarlo, solo pedirlo y ya, pero eso sería una contradicción, porque significaría huir, significaría rendirse, significaría aceptar que no iba a regresar. Su atención se vió robada cuando escuchó el nombre del imbécil a lado de su ex.

—Soy Kim Taehyung. — Su voz, la odiaba. Pero todo rastro de enojo y recelo se vio disipado cuando él habló, esa voz que lo había tranquilizado tantas veces antes, esa voz que adoraba escuchar. Que amaba escuchar.

—Soy Jeon Jungkook. — Dijo su ex para luego mostrar una de esas sonrisas que lo había cautivado, y que para su pesar, seguía haciendo que se enamorara de él.

 — Dijo su ex para luego mostrar una de esas sonrisas que lo había cautivado, y que para su pesar, seguía haciendo que se enamorara de él

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Mare †

Através Del Espejo ◆YOONMIN◆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora