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Pasó una semana, la confianza entre ambos amigos iba aumentando poco a poco, los problemas con Jimin parecían haberse calmado al menos en menor medida.

—Hyung... ¿Me acompañas a comprar algo después de clases? — Dicho eso dio una gran mordida al su sándwich.

—¿Qué vas a comprar? — Al pelinegro le sorprendía un poco aquella petición.

—Hace unos días vi una chaqueta que me gustó mucho en una tienda y hasta ahora ahorré para comprarla. — El menor seguía comiendo.

—¿En qué tienda?

—Diablos hyung, pareces mi mamá. — Jimin comenzó a reír ante ello, mas Yoongi solo frunció el ceño en señal de molestia. —Está en el centro, ¿qué dices?

—Está bien, pero primero hacemos la tarea aquí. — Min odiaba salir son hacer sus deberes antes, era demasiado flojo como para hacerlos después.

—Hyung... Pero no tengo pila y así no voy a poder consultar internet. — Hizo un pequeño puchero.

—Para eso existen los libros Jimin. — Una sonrisa socarrona fue mostrada por parte del mayor al menor. —Voy a avisar que llegaré algo tarde.

El menor asintió, después se escuchó resonar la campanilla que indicaba su regreso a clases.

—Yoongi hyung, nunca te lo pregunté, pero ¿cuándo es tu cumpleaños? — Ambos se dirigían de nuevo al salón.

—9 de marzo, ¿y el tuyo? — Ciertamente a Yoongi aún se le complicaba recordar algunas cosas, una de ellas era su cumpleaños, pero gracias a Seokjin podía recordarlo ahora.

Jimin se quedó pensando un rato, sonrió. —Ya pasó.

El centro era un lugar con demasiada gente y Yoongi tuvo que relajarse con cada paso que daban, no se lo quiso decir a Jimin porque no quería causarle problemas, pero no se sentía nada cómodo. Había muchas tiendas y gente por todas partes, Min se sentía asfixiado.

—Es aquí hyung. — Le dijo Jimin al tiempo que lo jalaba de la manga para arrastrarlo a aquella tienda.

Realmente Yoongi agradeció mentalmente el hecho de que Jimin ya supiera porque ir y no se estuvieran horas eligiendo lo que iban a comprar, eso lo hacía todo más rápido.

—¿Qué tal se ve hyung? — La chaqueta era más bien una camisa, era a rayas blancas y negras verticales, se veía bastante bien.

—Se ve bien. — No me mentía, le había gustado la prenda.

No pasó mucho para que ambos salieran de ese lugar que, ante la percepción de Yoongi era horrible.

—Me encanta venir aquí, alejarme un poco de mi entorno habitual. — Yoongi rezó para que no viese su cara de desagrado, él lo había odiado, y esperaba que pasara mucho tiempo para volver a aquel lugar. —Hyung, ¿por qué no vas a mi casa a dormir?

—¿Qué? No lo sé, estoy cansado. — Y eso era verdad, quería llegar a dormir, no lo había hecho en todo el día.

—Anda hyung, además vas a dormir, se supone que vas a descansar. — Pensaba en negarse, pero era la primera vez que alguien le invitaba a dormir a casa ajena, a menos que Hoseok lo hubiese hecho en el pasado, pero no lo recordaba. Suspiró y asintió.

—Está bien, entonces iré a casa a avisar y por mis cosas. — Se detuvo para regresar.

—Muy bien hyung, te espero. — Le sonrió y se dirigió en la dirección que ya conocía.

Através Del Espejo ◆YOONMIN◆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora