096| Narrado

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Por qué todas lo pidieron y a mí me gustan que sean felices, aquí tienen este maravilloso capítulo, precioso, nada más opinen ustedes cuando terminen de leerlo, ya verán que tengo razón.

Por qué todas lo pidieron y a mí me gustan que sean felices, aquí tienen este maravilloso capítulo, precioso, nada más opinen ustedes cuando terminen de leerlo, ya verán que tengo razón

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Narrado por Shawn.

No dormí en toda la noche por los nervios que sentía, solo me movía de un lugar a otro intentando conciliar el sueño, por suerte Sianna tenía el sueño muy pesado y no se percató de nada, hasta cuando despertamos y vio que tenía un poco de ojeras y moría de sueño, pero eso era lo menos que quería hacer hoy.

Me estaba terminando de arreglar cuando me volteé para poder mirar a mi novia con un hermoso vestido rojo ajustado perfectamente a su cuerpo, no pude quitar mi mirada de ella hasta que se acercó a mí y movió su mano frente a mi rostro burlándose y dándome un cálido beso en los labios.
Se veía demasiado hermosa y aún no se terminaba de arreglar.

—¿Por qué eres tan perfecta? —pregunté sentado en la orilla de la cama viéndola maquillarse, rápidamente una sonrisa apareció en su rostro y se ruborizó, para después girar a verme.

—Si sigues dándome cumplidos jamás terminaré y no nos iremos. —respondió riendo.

Casi no le gustaba que me la pasara diciéndole lo hermosa que era, porque se ponía toda roja como se encontraba en esos momentos.

En cuanto estuvo lista no lo soporté mas y la besé, mi momento favorito de siempre y más cuando nos separábamos y le veía sus mejillas un poco rosadas para después esconder su rostro en mi cuello, ella me traía loco.

Salimos del departamento para subir al único auto que teníamos y que era mío, porque a ella casi no le gustaba manejar ya que le daba un poco de miedo.
En todo el camino sentía que mi corazón se iba a salir de mi pecho por lo que iba a suceder esa noche, Sianna pensaba que solo era algo casual, porque en ocasiones llegábamos a hacer esas salidas a restaurantes, pero ahora era distinto, demasiado y claro que ella se percataba que yo me moría de los nervios, tanto que casi quería vomitar, eran muchísimo peor que en los conciertos o cualquier otra cosa y cuando se lo conté a mi padre se rio un poco de mí, diciéndome que era demasiado normal, pero los odiaba por completo y no entendía la razón de porque los sentía si tenía muy en claro lo que Sianna sentía por mí.

Giré mi cabeza para tomar su mano e irnos así todo el camino, hasta llegar a nuestro destino.

En cuanto entramos a la recepción me sentí muchísimo peor, pero intentaba comportarme lo mejor posible para no preocuparla, el que nos atendió nos guió a nuestra mesa.
Nos sentamos uno frente al otro y verla ahí sonriendo, alegre, platicando conmigo logró hacer que me olvidara de todo y pusiera toda mi atención en ella.

One dream  »S.M.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora