Han pasado 4 años. Tu ausencia ha invadido todo mi ser, estoy en un pozo donde mi única esperanza es un pequeño punto de luz que distingo entre la interminable oscuridad, quizás pasen más meses e incluso años, pero mi única ayuda y consuelo es saber que toda herida sana, algunas se toman más tiempo que otras, pero aún así, cicatrizan. He aprendido a llorarte y a extrañarte también. Suelen haber días donde siento que ya no puedo más, que tu ausencia me dejo tan marcada que de nada vale seguir, son días donde la única actividad que hago es estar en cama durmiendo, intentando no pensarte, despejándome de todo. El alcohol se ha convertido en mi tormento, siempre termino en llanto debido a que te siento más, te extraño más y te necesito más, arruinaste lo que más me gustaba. En realidad, me dañaste la vida, o me la dañe yo, te ame tanto que te llevaste todo lo que me pertenecía junto contigo, me aferré tanto a ti que ahora ya no valgo nada, y no se, tampoco entiendo cómo te doy tanto poder sobre mí. No te lo mereces, nadie se lo merece además de mi. Mi vida está acabando por un amor del pasado que no puedo dejar ir.
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Pensamientos de un adolescente
RandomPensamientos de un adolescente cualquiera. La vida trastornada de un adolescente.