De repente una mujer familiar se le acercó con una sonrisa maliciosa en sus rosados labios.
—Eres bueno Golpeando al Zombi Marico —le dijo la mujer a Dan con aires de sarcasmo.
—Supongo que tú eres una experta haciéndolo, ¿no? —contestó Dan divertido.
La mujer soltó una leve carcajada y le quitó el bate a Dan.
—Así es como lo hacemos en mi barrio, bro —apartó a Dan, y empezó a golpear al Zombi Marico como una profesional.
El chico se sorprendió por su atrevimiento, pero a la misma vez hizo que le llamara la atención. Esa chica sin duda había hecho algo con Dan. Mientras tanto, la joven con un golpe secó le arrancó la cabeza al Zombi.
—Vaya, supongo que necesitaran buscar a otro Zombi Marico —dijo triunfante y devolvió el bate al joven—. ¿Qué tal si tú y yo hablamos un rato? —agregó.
¡Pero vaya que este Dan andaba de suerte! Al parecer esa linda chica lo había invitado a hablar, y eso no se lo creía ni él. Tan solo pensar en pasar un rato con ella ya lo emocionaba.
Caminaron hasta llegar a una pequeña zona con banquitos y se sentaron a hablar. Dan estaba algo nervioso, pues, su don no era precisamente socializar y menos con una chica tan linda como ella. Solo podía rezar para no cagarla. ¡Ja!
—Y bien, ¿no dirás nada? —inquirió la joven chica al notar el silencio de Dan.
—¿Qué? Tú eres la que quería hablarme, ¿no?
—De acuerdo, empezaré con mi nombre. Me llamó Josefina. Mucho gusto —se presentó, y le dio la mano a Dan.
Vaya, los padres de esta chica no la debieron querer mucho, ¿eh?
—Bonito nombre. Yo me llamó Daniel, pero puedes decirme Dan si quieres —dijo el muchacho, correspondiendo dándole la mano—. Y bien, Josefina, ¿para qué quería hablarme?
—Oye, oye, tranquilizate, viejo —contestó —. ¿Qué acaso no puedes relajarte un poco?
—Bueno, estoy en el fin del mundo intentando no morir de hambre, muerto a manos de unos depravados con máscara, o comido por un zombi gigante con exceso de fororo. Pero, supongo que puedo calmarme.
—¿Qué? ¿Enserio pasaste por todo eso? ¡Debió ser emocionante!
—No, creeme que no querrás que un Zombi YUCA gigante te siga.
—No me subestimes, no le temo a nada. Y si viera a ese tal Zombi YUCA de seguro acabaría con él en un segundo.
—¡Oye!, me llenaste la cara mierda. ¿Qué acaso me ves la cara de poceta?
La chica empezó a reír, y poco después de eso empezaron a hablar de muchas cosas, así tipo carteluo tu sabes. El joven Dan veía algo en ella y ya sentía que quizás, a lo mejor, si era posible, si no era mucho pedir, podría llegar a tener una posibilidad con ella. Claro, pero llamándola por su segundo nombre.
—En fin, te quería preguntar algo pero me da vergüenza —dijo tímida la chica.
—¿Sí?
—Es que tu.... En serio me da vergüenza decirte algo así
—¿Qué? Vamos puedes pedirme lo que sea.
Quizás ella pensaba pedirle matrimonio a Dan o algo así. Él ya se veía vestido de traje esperando en el altar a su dama, en eso ella entraba luciendo un hermoso vestido blanco con un velo que cubría su hermoso rostro, y allí, si allí, Walkelson y el Gringo estaban como padrinos de la boda. Era hermoso.
—Es que quería preguntarte si ese amigo tuyo, el rubio, estaría interesado en el alguien así como yo.
¿Escucharon eso? Ese fue el corazón de Dan romperse a la mitad.
—Lo siento —respondió—. Es Marico. Pero no de los normales. Es peor que un valenciano. Es más, hasta intento seducirme pero le metí su coñazo para que dejara su maricoteo.
—Vaya... no parecía ser marico
—Pero lo es. Lamento ser yo quien te lo diga.
—Bueno —se paró del banquito algo desanimada—. Supongo que nos veremos luego. Chao, Dan.
—Esta bien, Josefina. Nos vemos.
La traición, hermano. Dan había caído de nuevo en las oscuras garras de la decepción. Pero solo suspiro, y se levanto de nuevo como un campeón. Muchas decepciónes había tenido, y esta solo era una más de tantas.
En el camino se topó con Chad que cargaba una cara extraña y algo graciosa.
—Daniel —dijo el Gringo—. No tener... ehm... ¿unos boxer y unos pantalones extras por casualidad?
—No me digas que... ¿te cagaste?
—No decir tan duro.
Dan empezó a carcajear, y el gringo mientras tanto intentaba callarlo.
—Oye, esto es serio —reprochó—. No reír, ass hole.
—Lo siento, pana —contestó secándose las lagrimas—. No tengo, supongo que tendrás que ir con Cabeza e' Condón Chupao. El debe de ayudarte con eso. Suerte.
Dan se dio media vuelta mientras intentaba no seguir riendo, y empezó a caminar hacia el bar.
—¿Me vas a dejar así sin más? ¿Cómo sabré quién es?
—Vamos, ya estas grande, Chad. Se seguro con solo verle te darás cuenta. Nos vemos luego.
Vaya, pobre del gringo que empezó a caminar apretando el culo con movimientos suaves y coordinados, mientras que veía a todos lados pero no daba con el hombre de tan lacra sobrenombre. Así que decidió detenerse, y preguntarle a uno de los que pasaban por el lugar.
—Disculpar. ¿Saber dónde poder dar con Cabeza e' Condon Chupao?
—Vaya, de seguro que está en el Gargajo e' Loro tomándose unos tragos —respondió el hombre, y de repente empezó a esnifar—. ¿huele a mierda, verdad?
—No, yo no oler nada.
—Verga, yo sí —dijo y empezó a oler hasta que se acercó a Chad, y este último entró en nerviosismo extremo por ser descubierto—. O quizás solo son cosas mías. Nos vemos.
El gringo soltó un suspiro de alivió. Por poco ese hombre se daba cuenta, y si fuera sido así de seguro que pasaría la pena de su vida. Y no podía permitirlo.
Miró a su alrededor, y a lo lejos vio el Gargajo e' Loro's Club. Yeah!
Cuando llegó empezó a revisar el lugar, y allí en la barra se encontraba un hombre calvo, vestido de traje y algo viejo. Se acercó para ver si era el Condon Head, pero de repente y sin previo aviso el hombre giró su cabeza hasta él, y dijo.
—Te estaba esperando.
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The Walking Dead (Versión Venezolana) (EDITANDO)
Science FictionDaniel Barrios, es un joven estudiante de la ciudad de Maracay. Que tras golpear a un tuki en las bolas e ir a su casa y ver una mamaweba cadena del presidente, se da cuenta que un supuesto virus mandado por un tal Donal Trun (según el presidente)...