Narra Gustavo:
Estoy un poco molesto con Thomaz porque no me permitió que le preguntara a Martina sobre____. Tengo que hacer algo o los días se me pasarán volando.
Tomé una ducha de cinco minutos y me puse una ropa casual, esperé a Thomaz sentado en una silla de escritorio que estaba incluida en el cuarto. No creo que demore tanto, se fue a tomar desayuno.
— ¿Y tú no vas a desayunar? — habla apenas entra a la habitación
—No puedo.
— ¿Por qué?
—Porque tengo en mente una cosa que me la propuse mucho antes de que viniera— me pongo de pie y camino hasta estar en frente de él— que es buscarla y encontrarla. Pero veo que tú no muestras ni un poco de interés en ayudarme.
—Hermano, si es por lo de anoche... Martina y ____ no tienen que enterarse que vinimos por ellas, van a pensar que las necesitamos y...
— ¿Y qué? ¿Acaso no es así?
—Sí, pero la idea era decirles que vinimos de vacaciones— Doy un largo suspiro cuando lo escucho y me encamino hacia la puerta— ¿A dónde vas? ¡Ni siquiera sabes en dónde trabaja!
Doy media vuelta sin decir ninguna palabra. No sé por qué Thomaz quiere que actúe como si no me importara ____ cuando él mismo sabe que es todo lo contrario.
— ¿Y tú sí? — no espero respuesta y cierro la puerta con fuerza cuando estoy afuera.
No importa si ahora estoy caminando sin rumbo, lo que ahora quiero es encontrar una señal, algo que me diga que no vine aquí en vano.
20 minutos después...
Después de haber caminado por parques, casas y edificios y sin ninguna noticia nueva, decidí sentarme un rato a descansar en el primer parque que vi. No he parado desde que he salido del hotel. Mi celular suena y lo saco de mis pantalones, bufo al ver quién es. Lo dejo sonar hasta que el timbrado para.
Me pongo a observar a las personas a mi alrededor, miro a los niños que están jugando, a sus padres y a las demás personas que están solas como yo lo estoy ahora.
Otra vez mi celular empieza a vibrar y esta vez decido contestar.
-¿Y? ¿Has conseguido algo?
-Por ahora nada.
-Oye, necesito que vengas de vuelta al hotel, Martina tiene algo que decirte.
-Voy para allá.
Fin de la llamada
Busco la ubicación del hotel en Maps y camino a la dirección indicada. De seguro Martina sí podrá ayudarme o decirme algo importante que me ayude a encontrarla.
Cuando entro a la habitación, veo que Thomaz se para rápidamente de donde estaba sentado y Martina se endereza en su mismo lugar.
—Gustavo.
—Hola Martina— la saludo con un beso en la mejilla— ¿Qué es lo que tienes que decirme?
—Hay algunas cosas que tienes que saber antes de que la busques. Verás, en primer lugar: ella detesta que la interrumpan en su horario de trabajo.
—Pero podría citarla en otro lugar, ¿no? — le doy una mirada a Thomaz, quien hasta ahora no ha pronunciado palabra alguna desde que he llegado— Quizá cuando salga de su trabajo a cualquier lugar que ella...
—Gustavo, ella te odia. No ha querido ni mencionarte y ha prohibido que te mencionen todo este tiempo.
—Pero tengo que explicarle que no es así, tengo que decirle mi versión.
—Lo sé, pero tiene que existir otra manera de que puedas decirle todo. Una en la que cuando te vea no pueda escapar ni poner excusas... tendrían que estar en un lugar sin escapatoria— Martina se lleva dos dedos a la barbilla. No sé a qué se refiere con que cuando me vea no pueda escapar, por otro lado, creo que tiene razón. No puedo entrar a su trabajo o aparecerme en su casa así de la nada, lo mejor sería esperar— ¡Ya sé! ¿Traen dinero, no?
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LOCA POR ÉL II: Destinos encontrados (Gustavo Daneluz y tú) -CANCELADA-
FanfictionDos años habían pasado después de aquel incidente en el aeropuerto. Las cosas han cambiado, eso todos lo sabemos. Pero, ¿Cómo y lo han hecho? ¿Seguirá él estando enamorado de ella? ¿Y si la va a buscar? ¿Algún día podrán responderse esas preguntas...