—Luego de la apuesta te mandé el mensaje y nos fuimos a la sala de juegos— le explico a Martina con detalles lo que sucedió en la cena con Gustavo. No interviene y me escucha atenta.
—Espera, espera, ¿Y quién gano la apuesta? — su pregunta me hace sonreír al recordar lo que pasó ayer en la noche.
—Yo la gané— sonrío orgullosa— al principio no me dejó pagar mi parte, pero yo le convencí y pagamos los dos.
—Se nota que sigues teniendo efecto en él, eh— Martina alza una ceja de manera curiosa, intenta codearme pero me levanto de su cama inmediatamente
—No hables tonterías y vamos ya a desayunar— me arreglo el cabello frente al espejo del baño y voy hacia la puerta— rápido, que se va a acabar.
—Ya voy— arrastra sus pies como si en verdad le pesaran. Desesperada por que se apure, la jalo hasta afuera.
Llegamos al primer restaurante, había demasiada gente. Ya se han cumplido los tres días de viaje, e imagino que debe ser por eso.
Seleccionamos lo que íbamos a comer en el bufet de desayuno, nos sentamos en una mesa para cuatro personas y empezamos a comer.
—Buenos días chicas, ¿se puede? — Gustavo nos sonríe con una amplia sonrisa, Thomaz está a su lado sonriéndonos también.
— ¡No!
— ¡Claro qué sí, siéntense!
Mi mejor amiga me mira con furia, yo solo atino a sonreírle.
—Chicos— digo mirando a Martina antes— ¿Saben a qué hora llegamos?
—Dicen que llegaremos a la una de la tarde aproximadamente— Responde Thomaz, engulléndose un panecillo. Me quedo en silencio esperando a que diga algo más, pero no lo hace.
— ¿Y vamos a llegar al mismo puerto donde embarcamos? — Gustavo pregunta mirándome.
—Sí— le respondo con una sonrisa involuntaria. Dios, ¿qué me está pasando?
La tensión se notaba más entre Martina y Thomaz en vez de notarse más entre Gustavo y yo. Desayunamos en silencio después de la pequeña plática que tuvimos, nos despedimos y cada uno se fue a su respectivo cuarto. Empaqué, esta vez definitivamente mis cosas mientras observaba la inquietud de Martina.
—Oye, ya no estamos en el restaurante. Puedes volver a ser la Martina de antes— digo con un atisbo de sonrisa en mi expresión, ella no hace ni una mueca de que le ha causado gracia lo que le he dicho.
—Estoy en problemas. — Farfulla mirándome seriamente a los ojos— Thomaz me está empezando a gustar de nuevo.
— ¿Y eso para ti es un problema?
— ¡Pero por supuesto! No puedo dejar que estos sentimientos sigan, estoy ahora con Jhon. — se excusa y yo bufo, no puede estar hablando en serio.
— ¿Y quién es Jhon en tu vida? ¿Acaso él ha soportado tus momentos de borrachera? ¿Él te ha comprado un pastel de cumpleaños y te ha llevado a la playa? ¿Te ha llegado a soportar tanto como Thomaz lo ha hecho?
—Hablas como si fuera yo insoportable— mi mejor amiga se cruza de brazos y yo vuelvo a mirarla como diciéndole "¿es en serio?" — ya, sí lo soy, pero...
— ¿Pero qué, Martina?
—Tengo miedo.
— ¿Ahora de qué? — intento no desesperarme y respirar.
—De enamorarme y dejarlo todo por él. — Martina mira hacia abajo como si fuera una niña a la que han regañado, yo me acerco y la tomo de un hombro.
—Así actúa el amor en nosotros, amiga... Amar es poder crecer con la otra persona y si esa persona te lo impide, es porque no es para ti. — ella me mira y pone sus labios en línea, después de eso me dijo que no quería tocar más el tema por hoy. Yo acepté y bajamos nuestras maletas para formar nuestra cola.
Acabamos de llegar a tierra firme, es hora de enfrentar la verdad; de volver a la rutina de antes, hemos llegado de vuelta a la realidad.
—____— me llama Gustavo cuando estamos en la cola ya para desembarcar
—Hola Gustavo, ¿sí? — lo miro esperando respuesta. El chico saca de su bolsillo su celular y...
— ¿Podrías darme tu número?
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LOCA POR ÉL II: Destinos encontrados (Gustavo Daneluz y tú) -CANCELADA-
FanfictionDos años habían pasado después de aquel incidente en el aeropuerto. Las cosas han cambiado, eso todos lo sabemos. Pero, ¿Cómo y lo han hecho? ¿Seguirá él estando enamorado de ella? ¿Y si la va a buscar? ¿Algún día podrán responderse esas preguntas...