LOCA POR ÉL II: Destinos encontrados (Gustavo Daneluz y tú) -CANCELADA-

14. De eso no vamos a hablar

Narra Martina:

Quise ir detrás de _____ en ese momento, pero Gustavo se me adelantó y apenas la llamó, ella con furia le respondió:

— ¡Cállate Gustavo! ¡Que a quien menos quiero escuchar ahora es a ti!

Gustavo la siguió a donde sea que se fuera... creo que es mejor esperar a que se le pase para después hablar con ella. _____ es terrible cuando está enojada.

—_____ debería agradecer que vinimos hasta aquí por ella— Miro a Thomaz, quien está cruzado de brazos

—Y tú deberías agradecer el puñete que te daré en la cara— pongo ambos puños en mi cintura apuntando con los codos hacia los lados

— ¿Ahora golpeas?

—Siempre lo he hecho. Me sorprende que no conozcas ese lado mío.

—Me conformo con los otros lados que he conocido— Thomaz pasa su mirada por mi cuerpo y eso hace sentirme intimidada—bonito vestido.

—Gracias— relajo mis hombros y decido irme por el mismo lugar que ____ se había ido, pero una mano me detiene.

— ¿A dónde crees que vas?

—Pues a mi cuarto.

— ¿Te vas sin haber hablado conmigo?

—Ah sí, verdad— me suelto de su agarre y me acomodo la cartera— espera— hago como si me acordara de algo— ¿de qué tenemos que hablar?

—De lo nuestro.

— ¿Lo nuestro? ¿Tú...— señalo con mi dedo índice— y yo? — El chico asiente— No hemos venido para hablar de eso, Thomaz. Hemos venido a que _____ se amiste con Gustavo y puedan llegar a algo...pero ya veo que no ha funcionado.

—Me gusta tu forma de evitarme. ¿Sabes? Deberías ser actriz. — dice y yo ruedo los ojos

—Como sea, espero que te haya quedado claro, Thomatito— empiezo a caminar pero otra vez soy interrumpida y esta vez acorralada contra el pequeño balcón que da vista al mar.

—Como sea nada— susurra con voz queda— Yo también he venido por ti, y no me importa cuánto tiempo me demore en recuperarte, igual tengo un mes entero para que vuelvas a caer a mis pies como antes— su aliento choca con el mío, está tan cerca de mi cara y de mi cuerpo que podría caer a sus pies en este momento— así que, estás avisada. — me suelta y se separa unos centímetros para que me vaya, yo camino rápido sin mirar atrás y si no fuera por los tacos, ya estuviera corriendo.

No he entrado al cuarto para nada, _____ puede estar ahí y prefiero evitarla. Ya van a ser las 12 y me quiero quedar a ver el show de los fuegos artificiales.

Voy por el lado de la piscina del crucero, que queda por la popa, a observar el escenario. Unos camareros nos entregaron copas de champagne y unos collares hechos con flores. Ya faltan oficialmente diez minutos, hay gente en la piscina y otros sólo juegan, yo solo observo a las personas que vienen y van. Me apoyé en los barandales blancos de los bordes y esperé. Al cabo de tres minutos vi que Thomaz y Gustavo estaban al otro lado de la piscina, cada uno con su copa de champagne y mirando también el panorama. Thomaz pasea su vista por todos lados hasta llegar a mí, yo trato de ignorarlo pero su mirada es demasiado intensa. Tomo un sorbo del champagne y todos hacemos la cuenta regresiva.

—Cinco, cuatro, tres... dos...uno... ¡Feliz año nuevo! — Todas las personas en el lugar gritamos con emoción. No hay uno que no esté celebrando de alegría, me termino la copa de champagne con el sonido de los fuegos artificiales de fondo, y luego miro para el lado de Thomaz. Termina de saludar a su amigo y cuando me mira, alza su copa hacia mí, yo le devuelvo el saludo alzando levemente mi copa vacía.

He estado todo este tiempo evitando a Thomaz desde que lo vi en la parte de la piscina, me metí al bar porque quería tomar un poco, recibí llamadas de mis padres y después de nadie más. Porque más sola no podría estar.

— ¿Pero qué hace una chica tan bonita como tú en un bar tan solita? — escucho que me habla alguien desconocido.

—Ay no— termino mi vaso con vodka y lo planto en la mesa— Olvídalo, amigo. Me paro y me voy del lugar, creo que esta vez sí iré a mi cuarto.

Abrí lentamente la pequeña habitación y doy un suspiro cuando la encuentro dormida, mañana será otro día para hablar con ella. Me deshago de mis zapatos y de mi vestido, me pongo la pijama y me acuesto.

Al día siguiente me levanté por los ruidos de la ducha, saludé a _____ y luego me metí yo, cuando salí vi que estaba regresando de nuevo las ropas que había sacado el día anterior, me senté en la cama y sin esperar más, la encaré:

—Tenemos que hablar.