Body, el bate de béisbol

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—Shh. —reprendí a Athan cuando cayó en mi cuarto haciendo un gran ruido.

— ¿Por qué no dejaste el Puff?

—Quise que sufrieras un poco. 

—Sí, claro. —Athan se levanto con cuidado del suelo y se limpio los pantalones—. Ayer me cruce con un asshole…

— ¿Por qué te gusta tanto insultar a las personas en otros idiomas?

— Es divertido insultar a otros en un idioma que este no comprenda.

—Eres un marica.

— ¡¿Disculpa?!

—Insultas a otros en diferentes idiomas porque tienes miedo en decirle las cosas a la cara de forma que estos entiendan.

—Para nada, no le temo a nadie.

— ¿Seguro?

—Sí. Bueno, tal vez un poco al bate de beisbol de tu papá…

—Tonto, si él te golpea no lo hará en tu rostro. Me prometió no arruinar más tu cara de lo que ya está. —mis manos rodearon su cuello. Athan puso sus manos en mi cintura.

—Eso es algo bueno…

— ¡Allison! —Llamo mamá intentando abrir la puerta.

— ¡Ya voy! —grite asustada, señale la cama—. Escóndete ahí.

—Esto de estar escondiéndose no es lo mío… —mascullo Athan mientras se ocultaba.

 — ¿Qué sucede? —dije abriendo la puerta.

—Mañana tienes que hacerle el desayuno a Edward, no quiero que pase lo mismo que la última vez…

—Está bien…

—De acuerdo, ve a dormir.

Mamá salió de la habitación dejando en el aire el olor de su perfume.

— ¿Y bien? —dijo Athan saliendo como araña.

—Ya escuchaste a mamá, a dormir.

***

Cuando desperté Athan no estaba a mi lado. Después de cepillar mis dientes me marche a preparar el desayuno de Edward antes de que este se despertase.

Olí un rico aroma que salía de la cocina, lo primero que estuvo a mi alcance fue una sombrilla, la tome y entre a la cocina dispuesta a golpear a quien estuviera allí: 

– ¡NO ME MATES!

Grito Athan para luego cubrirse con sus manos. Imbécil, ¿Cómo no se me ocurrió que era él?

–Pensé que era un ladró.

– ¿Un ladrón hace el desayuno en la casa que está robando?

Athan estaba haciendo panqueques y solo traía sus jeas puestos los cuales dejaban a la vista sus bóxers.

— ¿Sabías que existen las correas? Veo que cambiaste a Bod por Calvin Klein. —rodee su cuerpo con mis brazos en un tierno abrazo.

—Es que mi familia y mi chica me hacían Bullying con Bod.

—Oh, que personas tan terribles.

—Sí, no tienen corazón.

Athan termino de los panqueques y los dejo en un plato. Para luego girarse y así estar cara a cara. Estábamos muy cerca, me cargo para sentarme en la encimera. Me separo las piernas y se coloco entre ellas sin quitar sus ojos de los míos.

Enamorados de Athan McLoughlinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora