Toque |WooGyu|

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— ¡¡SungKyu!! ¡Baja!

SungKyu llevaba desde hace rato escuchando a su hermano SungYeol llamarlo para que bajase.

— ¡Ya voy! —

Había dicho el de ojos pequeños pero aun no bajaba. Y es que no podía ir así. Su hermano se reiría.

SungJong, el mejor amigo de SungKyu, había venido hace dos horas para practicar el baile que iban a realizar en dúo para la escuela. La performance que iban hacer era de chicas, pues Jong había dicho que las canciones de mujeres eran más fáciles a comparación a los de chicos, además que ya se sabía la coreografía completa de Something, musica con la cual se presentarían.

Sin embargo, en estos instantes, ambos chicos estaban con los trajes puestos, pues SungJong los había recogido antes de venir. Queriendo ver si le quedaba bien. Su tía había sido la encargada de hacerlo.

— ¡SungKyu!

Otra vez volvía a gritarle su nombre. ¿Qué quería Yeol?

— Gyu será mejor que bajes. Igual te va a ver el día de la presentación.

— Si, pero me verá con maquillaje y una peluca, y creeré que esa no soy yo. ¿Entiendes? Si bajo así sabré que soy yo. Y no quiero. Quiero mantener la dignidad.

— No me jodas Gyu. Iré contigo y ya. Si tu hermano se atreve a decirnos algo ya me encargaré.

SungKyu asintió no muy convencido. El vestido estaba pegado a su cuerpo. Y aunque no lo quisiera creer su cuerpo parecía mas al de una mujer que a la de un hombre. Lo notó al abrir la puerta donde en ésta se encontraba un espejo de cuerpo completo.

— Creo que me enamoré, lástima que soy yo mismo. — alegó con un suspiro de resignación SungJong.

SungKyu salió riéndose de su amigo. Era sin duda un egocéntrico. Pero basto llegar a la sala del primer piso para que su risa cesara de golpe. Ahí en su sillón, estaba sentado un chico que no era su hermano.

— Ah, Gyu, te ves linda — SungKyu notaba las ganas que tenia de reírse su hermano pero se la aguantaba.— Solo quería avisarte que mi amigo pasará las vacaciones aquí. Ya sabes estoy en ese período. Y también que le bajarás a tu música. Hacen mucho escándalo para ser chicos de secundaria. — La mirada de SungYeol se posó en la del acompañante de su hermano, relamiéndose los labios. —Oh, SungJong tú si que estás linda. Una foto nena.

SungJong se volvió rojo. SungKyu pensó que de ira pero era totalmente lo contrario. Pero no se lo haría saber. La jirafa con patas no podía gustarle era demasiado mayor para él.

—Una foto ¿dices? Toma una foto de tu trasero. Vamos Gyu. ¿Gyu? Yah! Pervertido. Ambos pervertidos. — Los acusó a los dos chicos frente a ellos. SungKyu se había quedado congelado pues el otro chico no había dejado de mirarlo, es más, parecía que se lo comía con la mirada.

— Ya te dije que tomes una foto de tu trasero. — dijo SungJong apartándose.

SungYeol había sido tan confianzudo que había tomado de la cintura del chico con el brazo, sujetándole firmemente para la foto.

SungJong agarró a SungKyu y lo jaló hacia las escaleras. Ya dentro de la habitación. El de ojos pequeños pareció regresar a la realidad.

— Es Woo...Woo...Woo..Wo..

— ¿Quién? — SungJong estaba confundido. ¿Qué tenía el chico de especial para ponerlo así?

— Woo..Hyu-un, es el chico de la casa blanca. El que me ayudó con la entrega de periódicos el día que no fuiste.

— Ah, tu crush, pues parece que le gustas. No sé. Si es amigo de tu hermano pues yo lo pensaría muy bien.

— ¿Qué tratas de decir?

— Son muy sexuales. ¿No lo notas? Si yo viviera con tu hermano ya no sería vir..quiero decir, me traumaría de por vida.

Por poco SungKyu se da cuenta de que me gusta su hermano, es decir, SungYeol es tan sensual y sexy que hasta una monja dejaría los hábitos, pensó SungJong.

— Bueno dejando de lado eso, el costo es de $25, me dijiste que ya tenías la plata. Mi tía quiere que se lo dé. Aunque si todavía no lo tienes yo le puedo decir que espere. Total no es como si escaparas.

Olvidándose por un momento de todo lo que sucedió en su sala, aunque literalmente no haya pasado nada más que intensas miradas. SungKyu se acercó a su mochila para sacar el dinero.

Y uno.. dos... tres...

No había ni un solo céntimo.

—¡Otra vez! Voy a matar a MyungSoo, este mocoso robándome el dinero siempre. ¿Es que acaso no le son suficiente sus propinas? Y eso que él recibe más que SungYeol y yo.

— Pero si Myunggie es bien adorable.

— Un diablillo adorable querrás decir, voy a ir a su cuarto algo de dinero debe haber en sus cajones.

— Buena suerte. Iré practicando a máximo volumen a pedido de tu hermano mayor.

SungKyu asintió y salió molesto hacia el primer piso, sonara raro pero MyungSoo ocupaba la habitación de al fondo, según él porque quería estar más cerca de sus animalitos. Janis y Brozz.

Los gatos más horribles y molestos para Gyu.

Bajó y se dirigió con total determinación hacia la alcoba de su hermano menor. Inclusive ignoró a Woohyun que le hablaba de ni sabía qué porque las palabras entraron por un oído y salieron por el otro conforme llegaron. En la mente de SungKyu no mas estaba como ponerle punto final a MyungSoo y a sus apariciones discretas hacia su habitación.

— ¡¡MyungSoo!! ¡De nuevo! ¿Qué me dijiste la otra vez?

Pero el niño no estaba. Se había salvado de un sermón que solo SungKyu sabia hacer. Y no era nada bonito.

Refunfuñando salió de ahí. Para dirigirse a la habitación con SungJong.

Sin embargo, al pasar por el baño, apenas a una pequeña distancia del cuarto de su hermano. Alguien lo jaló hacia dentro, cubriendo su boca para impedirle hablar.

— Me gustas así también, SungKyu. Con ese traje sexy — lamió el cuello del chico — ¿Por qué no me dijiste que tu hermano se llamaba SungYeol? Si era así, hace tiempo que podría haber hecho esto — Giró a SungKyu entre sus brazos y lo besó.

Mientras tanto, él no era el único en ser besado. SungYeol había visto a su hermano pasar de largo sin notarlo, hasta Woohyun había desparecido. Quizás al baño. Pensando entonces que cierta personita estaría sola, subió a la habitación de SungKyu, con el pretexto de que el volumen estaba demasiado alto. Algo que era perfecto para lo que haría. Encontró a SungJong bailando, así que sin más fue directo a sujetar al chico y lo besó duramente. Siento correspondido al instante.

Pareciendo dos fieras liberadas recientemente, con un beso que se tornaba cada vez más caliente, devorándose el uno al otro.

Haciéndole ver a SungJong que no podía negarlo más, SungYeol le encantaba...como hombre.

¿Qué diría Kyu ahora?

DRABBLES!~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora