Capítulo 8: << Imposible. >>

54 2 0
                                    


La mañana estuvo tranquila y sin novedad, aunque, no puedo dejar de mencionar que tuve una fantástica noche en familia; en donde jugamos twister, hicimos karaoke, bailamos, comimos mucha comida y bebimos hasta la madrugada. Definitivamente fue una excelente celebración de cumpleaños que me hizo olvidarlo todo. Y al irme a la cama, mi loca cabeza volvió a la tarde en donde todo estaba temblando y detuve una botella de vidrio en el aire, era imposible lo que estaba pasando. La única conclusión coherente fue que: todo comenzó en mi cumpleaños y definitivamente caí en la locura.

- ¡Mical! ¡apresúrate, yo también tengo que entrar! -- oí a Tamy, quien me sacó de mis cavilaciones.

- En un momento salgo. –

- Quedaras como pasa de arrugada. -- reí. Estaba en lo correcto.

Estaba tomando un ducha antes de ir a la casa de Theresa, en donde mis compañeras de trabajo van hacer un fiesta en mi honor y no nos preocupamos por el trabajo, puesto que hoy es Sábado y salen todos tempranos y al otro día abren tarde y cierran temprano. Al salir envolví mi cuerpo y cabello con una toalla, me acerqué al espejo para cepillarme los dientes y ver las manchas rojas que me habían aparecido, di gracias al cielo que estaban reduciendo su tamaño, incluso sentía que estaban tomando forma y como no dolían ni picaban, no les tomaría importancia. Luego subí a mi dormitorio para vestirme; jeans negros, la polera de tirantes blanca con una calavera negra -- que mi madre me obsequió -- botas café clara arriba de la rodilla y una chaqueta negra, maquillaje un poco más recargado pero sencillo y mi cabello rizado más moldeado que de costumbre. Me despedí de mi familia para al fin salir de casa rumbo a mi fiesta.

 ***

Una hora y media más tarde, el taxi aparcaba frente al edificio donde vive Theresa, no es un lugar cinco estrellas pero es muy tranquilo y acogedor. Al entrar en la recepción siempre tengo la misma expresión de euforia – he venido un par de veces a compartir con ella; un té con galletas --  Al ver las paredes plomas, el mostrador blanco, los sofás de cuero negro y varias luces que cuelgan en forma de cascada del techo; no me cansaría nunca de admirar. Me acerco al mostrador, doy mi nombre para dar constancia donde voy a dirigirme, subo el elevador y espero ansiosa llegar al piso 9. Al abrirse las puertas, camine por el pequeño pasillo tranquilamente, antes de llegar al final pare en seco y mi corazón dio un gran vuelco, la puerta estaba entreabierta y por la poca visión que tenía de su interior, me hizo temblar por completo y antes que pudiera procesar lo que estaba pasando, ya iba corriendo hacia el interior.

- ¡feliz cumpleaños Mical! – gritaron las personas en su interior

- ¡carajo! – brinque del susto. Reí al ver a Theresa, acercándose con un pastel, mientras todos cantanban en mi honor. Leí el grabado que decía: "querida Mical xoxo"

- ¡pide un deseo, pequeña! – creí oír a Aaron e hice lo que me pidió, ganándome un aplauso de todos.

- Muchas gracias a todos, de verdad que es una enorme sorpresa. –

- No es molestia, querida. – abrace a Theresa, teniendo cuidado con el pastel.

- Es lo mínimo que podemos hacer por ti, eres muy buena con todos nosotros. –

- Que aduladora, Camila. – me saco la lengua y reí.

- ¿qué tal preciosa? – fui elevada por Trevor. – veo que no has crecido mucho --

- Ja. Ja. Que gracioso. – inteste mostrarme seria pero me volvió a tomar en sus brazos arrebatándome una carcajada. -- ¡eres un pesado! – lo golpe suavemente y el fingió dolor en su brazo.

La Hija del Portador.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora