13. Mal sabor inoportuno

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Rosas = Un ramo de rosas amarillo, enviado por una pareja a su amado, podría significar celos, e incluso una insinuación de infidelidad.

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El viaje no fue igual de rápido que lo había sido a la ida. La vuelta fue más pacífica. Alec manejaba tranquilo, como si se hubiera quitado un peso de encima, tal vez era el peso de las mentiras, de los juegos y el alivio de ser real.

Cuando llegaron a la florería. Magnus se bajó y observo como el auto se alejaba, girando en la esquina y perdiéndose entre los demás autos.

Miro sus manos.

Cargaba su equipaje y algunos regalos de los empleados de la casa.

Sonia salió del local y se quedó mirándolo. Magnus la miro con culpa. Ella se acercó y le tomó el equipaje entrándolo al local, la siguió hasta el fondo, donde estaba la mesada y donde se acumulaba un montón de trabajo y cancelaciones.

- No hubo muchos muertos pero.. Mucha gente se sintió perdida al no conocer otra florería. - Le comento su novia.

- Bueno, la vida no es justa. Que googleen otra.

- Magnus. - Este la miro mientras se ponía el delantal.- Estás enamorado?

- No. - Le respondió si dan rodeos.- Yo no me enamoro Sonia.

- No, claro... - La joven miró al piso a los regalos y luego lo volvió a mirar.- Me voy a seguir trabajando...

- Bueno. - le contesto cortante.

Cuando Sonia se fue, Magnus se llevó las manos al rostro y se lo cubrió, respirando entre agitado y tratando de calmarse.

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Lo había estado pensando toda la semana, y sabía por mensajes que el embarazo era ya algo seguro. Quería verlo a mas que nadie en el mundo y había encontrado la excusa perfecta.

Un ramo de rosas amarillas. Se rió con malicia mientras lo preparaba. Quien iba a saber?

- Son para tu novia, representan a las embarazadas. Dan mucha luz y demás cosas... Es un momento muy lindo y te hará quedar bien. - Magnus le acercó las flores y Alec las tomo.

- Se las daré, gracias por acercarte de verdad y por preocuparte por mi.

- No seas idiota, dije que iba a hacerlo y eso hago, no me agradezcas.

- Déjame que te agradezca, no seas orgulloso.

- Imposible. - Ambos estallaron de risa, una risa algo incomoda.

Habían quedado en que se verían más seguido, el trabajo de Alec normalmente terminaba cuando él ya había cerrado el local. Se habían reservado ese día para ellos. Los jueves eran de ellos.

Pero ese jueves no se podían ver por temas de la pareja de Alec, quería festejar el inicio del cuarto mes. De todas formas quería acercarse a dejarle ese regalo como excusa. Quería verlo, lo extrañaba demasiado.

- MAGNUS BANE? - Se escuchó una mujer gritar desde un auto, parecía estar bajando y yendo en dirección a ellos.- MIS OJOS NO CREEN LO QUE VEN.

Magnus giro y dejo caer sus manos a los costados de su cuerpo, Alec agradeció haber estado sosteniendo el ramo de flores. Qué hacía ella ahí?

- Se conocen? - Dijo Alec algo ajetreado por el momento.

- Claro que si! Salimos en la secundaria! - le respondió a su novio y este levantó las cejas.- Que lindo verte despues de tanto! - le dejo un beso en cada mejilla, como se saludaban los de clase alta pensó Magnus.

- Camille... - respondió Magnus.- Me gustaría decir lo mismo pero no.

- Siempre tan directo. - Camille soltó una carcajada y tomó el ramo que Alec sostenía.- Gracias por las flores amor.. - Se acercó y le dejo un beso ruidoso en los labios, un ruido que hizo estremecer a Magnus.

- Bueno.. Los dejo. - El florista giro sus zapatos para irse.

- No espera! - Le dijo tomándolo del hombro. - Vamos a comer algo, así nos ponemos al día.

- No hay nada de que ponerse al día. Sigo trabajando en la florería de mi padre. - se soltó delicadamente del agarre de la mujer.

- Y seguís con la tontita esa Solange? - dijo con desprecio en la voz.

- Sonia. - Le aclaro Magnus.- Y no es tontita, es una gran mujer, a diferencia de vos.

- Si bueno, así le dicen a las que se conforman con nada.

- Con nada? - preguntó Alec, estaba hablando así de Magnus? Se sentía un espectador en algo que no estaba entendiendo muy bien.

- Es que cuando me enteré que Magnus no podía tener hijos lo deje a la mierda. Mi papá quería un heredero biológico. - Magnus miró al cielo, rogando que la tierra lo enterrara.

- No hables así de él, es horrible lo que decís. - Miró a Magnus buscando disculpas en sus ojos, pero estos no lo miraban.

- Horrible es que después de eso se haya cogido a todas y todos en la escuela.

- Bueno el despecho fue fuerte, además, si mis nenes no hacían nada era barato coger conmigo. - Alec apretó sus labios al escuchar la excusa de Magnus para cogerse a todo el que se movía en su secundario.

- Barato? Y las enfermedades sexuales..? Dios... - Camille se tapó el rostro imaginandolo.

- Me voy a ir. Que tengan una buena noche. - Empezó a caminar lejos de la situación mas vergonzosa que había vivido en su vida.

- Por qué hiciste eso? - Dijo Alec tomando del brazo a su novia embarazada.

- Alexander, sos muy ingenuo. Magnus es un imbécil...

- No lo es. Es mi único amigo así que discúlpame pero me necesita.. - Empezó a caminar detrás de los pasos de su amante.

- Te vas a ir con él y dejarme sola? Me estas jodiendo? Tengo una reserva.

- No estas sola, estas con el bebé y las flores. - dijo mientras corría detrás de Magnus.

Camille miro las flores y miró a Alec irse. 

- Pedazo de Chino hijo de puta.

El floristaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora