10. Pacto para disfrutar

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Freesia x hybrida = Las fresias nos hablan de la inocencia y la amistad.  

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Sábado a la mañana, el sol pegaba tan distinto en ese lugar, como si fuera mágico. El desayuno lo estaba haciendo una señora que jamás se escuchó entrar. Magnus se asomo sin despertar a Alec que estaba durmiendo sobre su pecho, se podía escuchar cómo preparaba algo.

- Alexander... - Le susurró besándole la frente.

- Nmmm... - soltó como respuesta.

- Alguien nos esta haciendo comida. No sabia que tenias esclavos...

- Le pedí que mandaran una.. - balbuceo.

Magnus apretó los labios al verlo, era tan putamente hermoso.. Hasta con la baba seca en la comisura de sus labios; desnudo, solo cubierto con la sábana hasta la cintura; abrazándolo, con sus dedos jugando con el costado de su pecho, acariciándolo.

Cerró los ojos y miro el techo, la sensación de melancolía quería apoderarse de él. El sentimiento de tristeza de que todo estaba por acabar.

- Dale, vamos a levantarnos.

Magnus se movió echando a Alec hacia un costado, riéndose de él cuando lo miro con mala cara, pero no podía ni quería desperdiciar más tiempo del poco que tenían. Camino hasta su bolso y sacó un jean roto color común que tenía y se lo puso, tomó una remera mangas cortas ajustada y se la colocó.

Alec lo miraba cambiarse y se mordía el labio. Luego de haberlo hecho casi toda la noche aun quedaban ganas de seguir. Se sentía agotado pero eso no le iba a impedir estar con el.

Imito sus movimientos pero su ropa era mucho mas acorde a su estatus social. Un buen pantalón de marca color beige corto, estilo niño de yate y una camisa ya remangada a rayas azules y blancas.

Magnus no le presto atención y eso lastimó el ego de Alec. No era que no quisiera mirarlo pero lo más probable era que si lo hacía no iba a durar mucho vestido.

Ambos fueron hasta la cocina dándose empujones. La señora los miro sorprendida cuando los vio entrar.

- Niño Lightwood, pensé que venia con su señora.

- Niño? - Magnus empezó a reír.- Puedo asegurarle que lo que menos es, un niño... A menos que si lo sea y de la manera completamente pervertida.

- Magnus! - Alec lo miro no entendiendo sus palabras.

- Oh vamos.. Ambos sabemos donde estuvo esa boquita anoche.. - Magnus lo tomo de la pera y lo atrajo para un beso, Alec se lo devolvió y miro con cara de pocos amigos a la mujer.

- Disculpen la interrupción.. - La mujer miro el piso.- Les hice el desayuno y si quieren algo mas me avisan, iré a limpiar..

La mujer se alejó y los dejó solos. Magnus ya estaba comiendo unos uvas que había en una fuente, también había frutillas y demás cosas sanas de ricos. Alec se acerco sin decir nada y sirvió el café para ambos.

- Estas frutas están mal. No son de estación así que tienen mas químicos que vitaminas. - Las miro con horror mientras las comía.- Pero son pasables.

- Tomas con leche? - Le pregunto mostrándole el café.

- Si por favor. - Observo como cortaba los café de ambos.- Que vamos a hacer hoy? Tenes algo en mente?

El floristaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora