El florista

17. Aliados

- Cuando el sol brilla fuerte después de una tormenta uno llega a creer que es porque el universo o tal vez Dios te estan pidiendo disculpas no?

- Magnus, fumaste hoy?

- No. - Soltó una sonrisa algo incrédula.- No lo hago desde... Mucho.

- Siento que estas planeando un asesinato.

- Puede ser... Pero mental.

- No se cual es peor...

Ambos tomaron de sus respectivas tazas un sorbo de café, mirando al sol salir por el horizonte. Magnus miro a Sonia y esta se veía brillar.

- No quiero que estés hoy en la florería hasta el final, me voy a ver con Alec, así que la voy a cerrar yo.

- Esta bien... - Sonia miro la hora. - Llévate una frazada.

- Ya está todo planeado, quédate tranquila.

- Okay señor pensador... Solo quiero que sepas que... - Lo miro y espero a que Magnus conectara con su mirada.- Si vienen a preguntar no voy a mentir..

- Jamás te pediría que mientas por mi.

- Como sea! - Se acerco y dejo un beso corto en sus labios. - Que tengas un buen día, voy a trabajar en la huerta.

- Que te diviertas.

Ambos tomar caminos separados, caminos que tal vez, comenzaban a separarse del todo o al menos eso creía Magnus en ese momento.

• • •

El empresario estaciono su auto en la puerta de la florería, no había mucho tráfico a esa hora, a las 21:36 para ser exactos. Había tardado treinta y seis minutos en ir hasta el lugar donde estaría el.

Las luces estaban encendidas pero estaba todo cerrado. Dudo en entrar, dudo de todo y cuando miro el reloj se hicieron las 22hs. Aprovechó que tenía el celular en la mano y le mando mensaje.

Magnus enseguida se acercó. Alec podía ver la figura de el florista abrir la persiana para que pasara, lo hizo en silencio. Una vez dentro noto que estaba todo oscuro, camino hasta donde estaba el mostrador que era donde había más luz, una luz que provenía del fondo, el taller de el.

- Alexander. - susurro, pero el no volteo, estaba tan nervioso, por que lo estaba?

- Tuve que hacerlo con ella anoche. Siento tanto asco Magnus...

- No te sientas así... - Magnus extendió el brazo y le acarició la espalda, pudo sentir como se estremecía bajo sus dedos con el tacto.- Alec.

- No se como seguir... Siento que me estoy volviendo loco. No se que hacer... - Magnus paso sus manos por los costados del cuerpo de Alec y lo abrazó, acariciando su pecho, dejando suaves besos por sus escápulas. - Quiero ese hijo, quiero tenerlo. - el florista apretó sus párpados, cerrando los ojos con recelo. ¿Cómo podía competir con eso? No había nada que él pueda ofrecerle. - Me gustaría que fuera con vos...

- Oh Alec... - Magnus le mordió el brazo para no soltar más palabras. Alec giro en respuesta mirándolo a los ojos, había tanto dolor en ellos.

- Decime qué hacer.. Decime como se sigue.

- No tengo todas las respuestas, ojala pudiera dártelas Alec... Lo único que puedo decirte es que... - Acarició su rostro con sus manos.- No te alejes de mi.

- Magnus! - Alec se separó y camino hacia la puerta. - Eso es tan.. Egoísta. Hay muchas cosas pasando y lo único que pensas es en eso?

- Si porque si no estas a mi lado no puedo planear nada. De qué me sirve planear algo si ni siquiera estás conmigo? Ni siquiera te tengo a mi lado!

- Y que queres que haga? Que esté con vos y ella empiece a sospechar, que me saque todo? Incluido mi hijo?

- Calmate... - Magnus estaba empezando a ponerse nervioso de nuevo, odiaba estos nuevos dolores en el pecho. - De nada sirve que nos pongamos a gritarnos entre nosotros.

- Si que sirve! Por que la verdad es que no podemos estar juntos. Lo siento pero es la verdad. Esto fue hermoso y me... Me estoy muriendo porque... Sos la única persona que... Me hizo sentir tan... - Alec comenzó a dejarse llevar por lo que sentía, soltándose con un sollozo.- Tan vivo.. Tan putamente vivo y sentir dios SENTIR.

- Alexander.

El florista se acercó y le abrazo, el empresario hizo lo mismo, se quedaron abrazados por unos largos minutos. Alec estaba comenzando a calmarse cuando Magnus le empezó a dejar besos plantados por todo el rostro.

• • •

Las manos de Magnus se quedaron atrapadas en la piel de Alec, haciendo pequeños círculos en su muslo que rodeaba el cuerpo de el florista con un claro desden de propiedad. Eso le encantaba.

- Será este nuestro lugar secreto de ahora en más?

- Te referís a este hotel que tanto te quejaste la primera vez que venimos?

- No está tan mal.. Estás acá conmigo. - dijo entre dormido.

- Si... - le contesto- En este lugar vamos a estar planeando el golpe maestro.

- Que Dios me salve de las decisiones que tomo...

- Vamos a ganar esto Alec. Vamos a ganarlo. Vos y yo... Pero.. - Dejó de acariciarle las piernas que lo abrazaban para alejarse y tomar perspectiva de la persona que estaba a su lado.- Tenemos que estar de mismo lado Alec, porque si empezamos a no apoyarnos, no vamos a lograr nada. Tenemos que estar juntos en esto...

- Ni siquiera se que es esto... - Alec miro a Magnus con total honestidad.

- Somos dos amantes que quieren deshacerse de sus parejas porque se quieren amar en libertad. Eso somos. - Alec se quedo mirándolo entrecerrando los ojos.- Somos eso Alec?

- Si.. Si eso es lo que somos.

- Con seguridad cariño. - Dijo apretándole la mandíbula con sus mano libre para que hablara con claridad. Una imagen muy graciosa.

- Si. Somos amantes que... Eso. - Era toda la honestidad que obtendría.

- Bien. - Magnus se acercó y le beso, le beso con ganas. Dejándose llevar por el beso, dejó por entendido que empezaba la segunda vuelta, cosa a la que Alec...

- Tengo que dormir.. Mañana...

- Dormí cuando estes con ella - dijo Magnus entre besos y caricias subidas de tono ya.- Conmigo vas a coger hasta que no nos de mas el cuerpo.

- Me caen mal... - Dejo salir antes de empezar a gemir por las repentinas embestidas de Magnus que lo hicieron despertar.- Mags.... - Jadeo abrazandolo. Adoraba esto sin culpa alguna.