Capítulo 2: ¿Estoy loca?

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-Nosotros somos guardianes del infierno, este universo no es el único que existe, en realidad, hay varios universos más que comparten espacio con el nuestro pero que no pueden comunicarse entre sí. Y nosotros, los guardianes del infierno, somos los encargados de preservar la paz entre ellos. Porque, a veces, los seres de otros universos intentan pasar a través de la grietas espacio-temporales.- Me explicó todo eso mientras se concentraba en elegir las palabras adecuadas para que yo pudiese comprenderlo.

-¿Qué? ¿Y, por qué lo hacen? - Le pregunté confundida, sorprendida y muchas más emociones que no sabría explicar.

-Te dije que no me interrumpieses, aunque, sabiendo lo cabezota que eres debería haber sabido que no sirve de nada decirte las cosas. -Se dijo a sí mismo y visualicé mi puño en su cara.

-Yo no soy cabezota, y tú no tienes ningún derecho a opinar sobre cómo soy, no me conoces. -Le respondí segura de mí misma, todavía no me creía su estúpida historia.

-Cira, yo te conozco más de lo que nadie te conoce, créeme. -Lo dijo levantando ligeramente una comisura de sus labios y le miré aún más extrañada.

-Pero...

Levantó la mano para indicarme que parase de hablar y yo le hice caso, no sé porque, pero era como si no pudiese evitar hacer lo que me decía.

-Está bien, estos seres a veces cruzan sin querer y los humanos de vez en cuando también, pero otras veces lo hacen intencionadamente. Estos últimos son los que conocen la existencia de otros universos y buscan grietas para pasar.

Intentan hacerse con el poder de otras formas de vida y así controlar los universos a su antojo. Aunque últimamente no hay mucha actividad entre los universos y por eso lo guardianes nos dedicamos a otras cosas, y una de ellas es enseñar y entrenar a otros guardianes perdidos, como tú.- Terminó de hablar indicándome así, que ya podía bombardearle con preguntas.

-¿Cómo yo?- Pregunté y respiré durante un momento. -Yo no soy una guardiana o lo que sea, si lo fuese creo que me habría dado cuenta, esto no está colando. -Afirmé pensando que eso tenía cierta lógica.

-Si te hubieses dado cuenta yo no estaría aquí. Los guardines perdidos suelen estar aislados del mundo en el que nosotros vivimos. Normalmente esto es heredable, pero hay casos en los que nacen guardianes que no son de una familia guardiana -En parte entendí lo que me estaba diciendo, y me extraño que no dudase de aquellos cuentos chinos, yo dudaba hasta de las piedras.

-¿Yo? -Pregunté de manera retórica mientras le miraba expectante.

-Exacto, ya lo vas pillando. Yo estoy aquí porque me han asignado a ti para enseñarte todo sobre lo guardianes del infierno y convertirte en una guardiana real, por eso llevo estudiándote un tiempo para poder hacerlo. - Nada más dijo eso mi estómago se removió inquieto.

-¿Observándome? ¿Me has estado espiando? -Le pregunté cabreada, pero él solo me devolvió la mirada sonriendo como si mi cara fuese la cosa más graciosa de mundo.

-Puedes llamarlo así si quieres, pero "espiarte" me ha servido para comprender como eres realmente. - Me dijo con total sinceridad.

-Espera, ¿cómo lo has hecho, y durante cuánto tiempo? - Le interrogué ansiosa y preparada para quedar estupefacta.

-Bueno, tengo la habilidad de hacerme invisible a tus ojos así que me fue fácil, pero tranquila no he visto nada que no debiese ver. Aunque, pensándolo bien, podrías ahorrarte lo numeritos de baile, que para tu infromación te hacen ver muy tierna. -Me confesó con una expresión pícara y supe en ese momento que me estaba muriendo de vergüenza, él me había visto bailar en mi salón, no podría ser peor, espera, él me había visto hacer más cosas, así que era peor.

Los guardianes del infiernoWhere stories live. Discover now