Capítulo 13: Cansada

76 8 6
                                    


—¿Pero eso es si quiera posible? —pregunté aun temiendo la respuesta.

—Pensábamos que no, pero parece que han conseguido manejarlas a su antojo. —reafirmó Kyle lo que antes había mencionado y eso me alertó todavía más.

—¿Cómo pueden los octonianos controlar las fronteras? No se supone que los únicos que sabéis sobre esto sois vosotros, los guardianes. —le recordé esperando que algo explicara como era posible que los seres de otros universos pudiesen jugar con las fronteras a su antojo.

—No, hay más seres de los que tú crees que saben sobre los guardianes, las fronteras, los dones y todo esto. El universo D-8 descubrió nuestra existencia hace mucho tiempo y era un aliado de los guardianes, de todos, pero con el paso del tiempo fue perdiendo contacto y negándose a colaborar. Las Cortes pensaron que simplemente los habitantes seguirían en su universo olvidando lo que habían conocido o simplemente ignorándolo como mucho otros, pero ahora veo que se equivocaron. Nunca estuvieron al margen, todo este tiempo han estado preparándose.

La mirada calculadora de Kyle que intentaba descubrir que estaba pasando exactamente me dejó perdida en sus ojos intentando también unir los hilos dentro de mi cabeza.

—¿Entonces ahora pueden usar las fronteras cómo quieran? ¿Pueden transportarse a cualquier universo? —cuestioné llamando su atención y me miró preocupado y algo dubitativo.

Suspiró por un momento sopesando la respuesta.

—Sí, pueden ir a cualquier universo excepto a la zona zero, esta está protegida por Las Cortes. —me explicó recordándome que la zona zero era el punto neutral donde se reunían los guardianes y donde se situaba el edificio central de Las Cortes.

—¿Podéis saber al menos que hacen en cada momento? —le miré buscando cualquier ayuda posible.

—Sí, controlamos el flujo de los límites así que podemos ver a dónde van, al menos tenemos eso. —lo intentó decir con un poco de ánimo, pero no pudo ocultar el abatimiento que llevaba consigo.

—Creo que necesitas descansar. —intenté que sonará como una orden más que una recomendación, pero nada más oírme Kyle levantó la cabeza y me miró con esa potencia que tenía en su mirada.

—Ahora no puedo descansar, tengo que ver como solucionar esto. No podemos dejar que hagan lo que les venga en gana a estos seres. —aseguró un tanto nervioso y suspiré por su cabezonería.

—Tenemos Kyle —le corregí y seguí hablando. —Esta no es solo tu lucha, hay más guardianes y yo también estoy, y ni si te ocurra venirme con el rollo de que no he hecho el examen porque te tiraré un zapato a la cara.

Al terminar de hablar vi una pequeña sonrisa latente en su cara y bajó la cabeza como negando mi "locura".

—Siempre piensas en tirarme cosas a la cabeza, puede que tengas un problema. —dijo burlón y le encaré seria.

—No me cambies de tema, sabes que yo también voy a ayudar en esto y punto.

—Si diciéndote eso a ti misma te sientes mejor, allá tú, pero hasta que no seas una guardiana oficial no saldrás a ninguna misión. —dijo autoritario y mi furia comenzó crecer otra vez, ¿es que no podíamos no pelearnos por una vez?

—Si diciéndote eso a ti mismo te sientes mejor, allá tú, pero haré lo que me dé la gana sea o no sea una guardiana oficial. —contraataqué citándole y, a pesar de ver la diversión en su cara me miró severo. Y aquí venía su discurso, me dije a mi misma y esperé.

—Está bien, buena suerte haciendo eso sin poder saber nada si no te lo digo yo. Estás incomunicada.

—¿Me estás chantajeando? —solté molesta y me crucé de brazos.

Los guardianes del infiernoWhere stories live. Discover now