Estuve varios minutos sin moverme, mirando a mi alrededor deseando volver a ver a Lea en cualquier lugar. No sé en qué momento fue, pero oí una voz, una voz que ya había escuchado antes.
-¿Cira?, ¿qué haces aquí? —Sam se acercó mientras yo me giraba para mirarlo a la cara, pero sin saber que decir.
—Le dije a Kyle que esto era peligroso, no me puedo creer que te haya traído aun sabiendo los riesgos que esto supone. —dijo y se cruzó de brazos mirando detrás de mí, reflexionando sobre lo que él creía que había hecho su hermano.
—Kyle no me ha traído aquí, llevo sin verle desde ayer, se fue esta mañana y no he sabido más de él. —le respondí al salir de mi ensimismamiento.
—Entonces, ¿qué ha pasado?, ¿tú sabías que la barrera estaba aquí? —me volvió a preguntar esta vez más curioso y confuso, así que decidí intervenir antes de que crease una nueva hipótesis sobre el asunto.
-Yo no sabía nada, estaba aquí con mi amiga Lea, entonces. —antes de seguir miré al suelo intentando recomponer todos mis pensamientos, Sam esperaba paciente en silencio. —Entonces, apareció un hombre, él aterrizó frente a nosotras al bajar de la copa de ese árbol y se llevó a Lea. —conseguí explicarle mientras intentaba no comenzar a perder el control.
—¿Cómo era ese hombre? —indagó acercándose al árbol que yo le había señalado.
—Era rubio, tenía ojos verdes, parecía un humano, pero era demasiado alto. Su mano podría llegar a tocar lo alto de una farola.
—Mierda. —le oí murmurar mientras inspeccionaba los alrededores, entonces volví a oír varios pasos que se acercaban y me preparé para cualquier otro ataque. Cuando se acercaron lo suficiente pude ver que eran Kyle y Talía, ella tenía una especie de máquina a la que le sobresalía una antena y que emitía una luz parpadeante, a su lado, Kyle portaba una especie de arma parecida a un táser que yo había visto en uno de los dibujos que había en los libros de los guardianes, si no recuerdo mal servía para aturdir a los viajeros y así poder devolverlos a donde pertenecían. Los dos llevaban la ropa cubierta de protecciones y sus rostros reflejaban preocupación y sorpresa.
—¿!Cira!? —gritó Kyle y por su alarmante mueca supuse que mi cara aparentaba miedo y confusión. De un momento a otro bajó el arma y a grandes zancadas se acercó a mí, me sujeto de los brazos y me miró fijamente a los ojos desprendiendo calidez e intentando reconfortarme solamente con la fuerza de sus ojos.
—¿Estás bien? ¿Te ha pasado algo? —preguntó rápidamente con la respiración errática y me sujeto aún más fuerte. Le miré y vi cómo se le dilataban las pupilas a medida que avanzaban los segundos.
—Estoy bien, Lea. Ella se la han llevado. —Solté y el azul de sus ojos consiguió demostrarme su impresión..
—Se han topado con el viajero, se ha llevado a su amiga. No consigo localizarlo, seguramente se habrá marchado ya. —le informó Sam volviendo a acercarse a nosotros y haciendo que los demás presentes se sorprendieran por su explicación.
—¿Se la ha llevado? Pero, ¿por qué? —preguntó esta vez Talía guardando su pequeño aparato que recordé que era un localizador.
—No lo sé, quizá se sentía amenazado y fue lo primero que pensó. —habló Sam intentando cabalar su suposición.
—No, él iba a por ella, lo sé, intenté frenarlo y le ataqué con lo primero que vi, pero me apartó y fue directo a por mi amiga. Ni siquiera estaba asustado, es más sonreía, estoy segura de que él sabía lo que estaba haciendo. —les interrumpí para explicar lo que había sucedido.
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Los guardianes del infierno
General FictionCantas en la ducha, bailas delante del espejo, sientes miles de emociones mientras lees un libro, haces lo que quieres cuando no hay nadie,¿cierto? Ahora imagínate que sí hay alguien. Alguien que ha estado contigo mucho tiempo y tú no lo sabías, alg...