Quédate conmigo || Almaia

Et vull veure

#QuedateConmigo4

La ducha le había servido para relajar el dolor de cabeza y activarle para el día que tenía por delante. Amaia salió del baño solamente con una toalla rodeando su cuerpo, aún húmedo. Su pelo largo, castaño claro, lo llevaba suelto, goteaba un poco aún pero no quería secarselo, nunca le había gustado, prefería que se le secara solo, así se le quedarían sus características ondulaciones.

Rubén la estaba esperando en el sofá mirando algo en su móvil. Cuando Amaia lo vio puso cara de pícara y sin que a él le diera tiempo a reaccionar, Amaia tiró la toalla al suelo y se quedó completamente desnuda. Se dirigió a él lentamente y se sentó a horcajadas sobre sus piernas. Los besos llegaron rápido, y a su vez, las caricias, los tocamientos... Ambos estaban ya desnudos y Amaia fue a por un condón, Rubén se lo puso y se abalanzó sobre ella, quería ser él quien tuviera el control de la situación. El joven introdujo su pene en la vagina mientras le besaba el cuello y eso a Amaia le abrió más el apetito que aquellos churros que habían abandonado, quería comérselo entero.

Con escasos minutos de diferencia, ambos lograron llegar al orgasmo. Como habían sudado, decidieron meterse en la ducha juntos, allí continuó la pasión, pues no pudieron resistirse.

Salieron de la ducha, los dos vestidos pero con el pelo mojado. Decidieron que era buen momento para retomar los churros esos que iban a desayunar y se sentaron en el sofá donde momentos antes habían follado. Los dos estaban bastante callados, comiendo, recuperando las fuerzas. Fue Amaia quien rompió el hielo.

-Oye, ¿me cuentas lo que has hablado con mi hermano? - Javier no sabía nada de que ellos dos estaban juntos, aunque llevaban seis meses saliendo, ni siquiera conocía a Rubén, por lo que Amaia estaba nerviosa por la situación que había ocurrido esa misma mañana en casa de su hermano mayor.

-Bueno... pues me presenté, le dije que era tu novio, que quería darte una sorpresa... Eso sí, le tuve que enseñar alguna foto juntos para que se lo creyera porque al principio no se fiaba de mi. Pero tranquila, se lo ha tomado bien.

-Claro, supongo que esto ya no es un secreto. Luego hablaré con él. Y a mis padres... Se lo diré cuando pueda, no quiero que se enteren por Javi. -Dijo Amaia, algo más aliviada.

-Genial, mañana si quieres podríamos ir a comer con mi familia, los domingos siempre comemos todos juntos.

-Despacio por favor, Rubén, ya habrá tiempo, ¿vale? -Y con un tierno beso, la conversación terminó ahí.
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Eran las dos del mediodía, Amaia había terminado de comer y estaba en el sofá con su guitarra. De repente sonó su móvil, era un mensaje de Javier.

Javier
Hola hermanita. Qué bien callado te tenías lo del moreno alto ese ¿eh?

Amaia
Ay Javi, perdón, debería habertelo contado antes, y a mamá y papá, y a Ángela. Espero que te haya caído bien Rubén.

Javier
Sí, parece un chico muy agradable. Oye, hablando de ellos, me ha llamado mamá esta mañana y dice que vendrán el fin de semana que viene, Ángela creo que viene con ellos. Sería un buen momento para contar lo de tu novio.

Amaia
Buah no sé, ya pensaré. A ver si nos vemos, que parece que no vivamos en el mismo lugar.

Javier
Lo mismo digo. Lo siento, estoy liado con el trabajo. Solo quería decirte eso. En cuanto pueda te llamo. Un beso.

Amaia
Un beso Javi, cuidate.

Pero antes de bloquear el móvil, le llegó otro mensaje. Era de Rubén.

"¡Amaia! Mañana por la noche mis amigos van a hacer una acampada, van a llevar equipos de música, juegos... Podrías venir y traerte tu guitarra, ¿qué te parece? Jorge dice que vendrá su primo Alfred, es un buen músico, seguro que os lleváis bien."

La verdad es que a Amaia no le costó decidirse. Le dijo que sí, sin pensarlo. Sería una buena idea.

Alfred. Músico. Aquellas palabras no dejaban de dar vueltas en la cabeza de Amaia. El nombre era muy común allí en Barcelona. Pero no había veinte mil Alfred músicos. Era casi evidente que ese chico sería el mismo que conoció la noche anterior. Aunque no sabía al cien por cien si era él, a Amaia le recorrió un cosquilleo por el cuerpo, le apetecía volver a verle y escucharle cantar en directo.

Con este pensamiento, Amaia se quedó dormida en el sofá, aguantando las ganas de que llegara el domingo por la noche.

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Hola!! Espero que os haya gustado el capítulo de hoy. A mi me ha encantado escribirlo 🔥😅

El próximo promete. Será desde el punto de vista de Alfred. ¿Pensáis que pasará algo entre ellos aunque ambos tengan pareja?

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