Luces gris

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#QuédateConmigo15

¡Hola! Quería contestaros por aquí a todos los que me comentasteis en el capítulo anterior. Quería dar las gracias por leer mi historia, votar y comentar, no sabéis lo bien que me lo pasé y la ilusión que me hizo leer lo que decíais. Y no solo para los que he nombrado, sino también para aquellos que no queréis o no os atrevéis a comentar, aquellos que estáis en la sombra, pero que me dais la misma luz.

¡Hemos llegado a 13K visualizaciones! Incluso ha entrado en la lista de los fanfics más populares. Estoy flipando, mil dieciséis gracias 💚

Y os invito también a leer mi otra historia, "Dieciséis almas y un sueño", podéis encontrarla en mi perfil.

Siento haber tardado en subirlo, este último mes estoy, y voy a estar muy liada.

Sin más demora... Allá voy.

**************

Abrió los ojos muy despacio, miró al frente, a los lados y a su cuerpo. ¿Qué hacía en un hospital?

- Alfred - Susurró Amaia.

Su amiga Ana se levantó corriendo al escucharla.

- Ana, ¿qué hago aquí? ¿dónde está Alfred? - Amaia empezaba a ponerse más nerviosa.

- Tranquila Amaia, habéis tenido un accidente. Os han traído a Barcelona a un hospital. A ti te han curado ya, tenías algún corte en los brazos y un par en la cara. El cristal de la ventanilla se rompió con el golpe.

- ¿Y Alfred? Ana, ¿dónde está Alfred? - Amaia hizo amago de levantarse e ir a buscarle pero su amiga y el cable del suero que llevaba en su brazo se lo impidieron.

- Amaia, tranquilizate. Cuando llegué pregunté por él también pero al no ser familia suya no me dijeron nada. Voy a llamar a una enfermera para avisarle de que te has despertado y yo voy a buscar a Alfred.

- Gracias Ana, de verdad. - Amaia le agradeció a su amiga que hubiera ido al hospital y esta le dio un beso en la frente, al lado de un pequeño moratón que tenía a causa del golpe.

Ana vio cómo una enfermera se quedaba hablando con su amiga y salió de allí en busca del joven que la acompañaba. Se acercó al mostrador de la entrada y preguntó a una mujer con gafas y cara de pocos amigos que se encontraba allí.

- Perdone, quería saber en qué habitación está el acompañante de mi amiga. Han llegado hace unas horas por un accidente.

- ¿Cómo se llama?

- Alfred.

- Alfred... ¿qué más?

- No lo sé, no sé sus apellidos.

- Así no podré saber de quien me habla. - Aquella mujer le hablaba con un tono de indiferencia que a Ana le ponía nerviosa.

- Oiga señora, disculpe pero no me está ayudando en nada. Necesito saber dónde está Alfred. Tendrá su nombre en los últimos ingresos. Busquelo. - Ana había elevado la voz más de la cuenta y unas cuantas personas que se encontraban allí le mandaron callar.

De repente pasó una doctora y se acercó a ella.

- Hola, disculpe. ¿Es usted familia de Alfred García Castillo? Creo que es el chico a quien busca, soy su doctora.

- No, soy una amiga de la chica que lo acompañaba, pero necesito saber cómo está.

- Tendrá que llamar a algún familiar, su estado es delicado.

Llegaron a una habitación, allí vio al joven rodeado de cables, estaba dormido.

- Parecerá que está dormido, pero Alfred está en coma. - Aquello asustó tanto a la joven que se echó a llorar. - Tranquila, dentro de su estado está lo mejor posible, creemos que despertará pronto, solo es cosa de esperar. Se ha golpeado fuerte, el choque ha sido en su lado del coche, pero por suerte los dos siguen vivos.

Quédate conmigo || Almaia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora