Capítulo X

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Cada paso o roce con el aire era la señal que necesitaba el lobo para percibir por donde venían los extraños, dándole a entender que ya estaban pisando el territorio.

Sougo intentó levantarse para ver por alguna ventana lo que tenía tan alerta a Tamaki incluso horas antes de que le hiciera guardar silencio. Sin embargo, el lobo de cabellos celestinos no le dejó ir y volvió a cubrirle la boca, rindiéndose ante su primer plan porque sin duda alguna el lobo era más fuerte que él.

Las orejas de Tamaki estaban bien levantadas, moviéndose de vez en cuando mientras intentaba escuchar la conversación que los individuos estaban teniendo en ese momento.

— ¿Mitsuki estuvo aquí? – decía la voz del acento gracioso que hace un día atrás gritaba el nombre del chico de cabellos anaranjados.

— Su presencia está marcada en este pueblo. – Dijo ahora otra voz algo más madura del individuo que Tamaki no escuchaba sus pasos. — Lamento decirte que sólo puedo notar donde estuvo una persona, pero jamás sabré donde se encuentra inmediatamente. A este paso no encontraremos a Mitsu muy rápido.

— Que lamentable...

— ... ¿Lo dices porque no encontraremos a Mitsu o porque no puedo rastrearlo?

— Que lamentable, Yamato.

— Serás maldito.

Tamaki escuchaba todo atentamente aún reteniendo al de cabellos violáceos junto a él.

— ¿Y por qué no hay nadie en este pueblo?

— Oh! Alguna invasión de magia oscura y las personas se convirtieron en arena.

— Deberías dejar de leer esos libros fantásticos del futuro, creerán que perdiste la cabeza. Aunque creo que ya la perdis--...

— ¡Achoo!

Las palabras del ser que no se sentían sus pasos fueron cortadas debido al estornudo de Tamaki, que por desgracia, cuando volvió a retener a Sougo a este se le cayó su caperuza rojiza, provocando que sus cabellos le hicieran cosquillas a la nariz del lobo.

— ¿Qué pasa, Yamato?

— Parece que no todo el pueblo desapareció.

— ¿Significa que quedan sobrevivientes a la desgracia?

— No hubo ninguna desgracia aquí.

El pánico del lobo al revelar su presencia era enorme, puesto que le asustaba que justamente el individuo que no caminaba le escuchara de tan lejos. Había por inercia apretado un poco más a Sougo contra su cuerpo causando que el chico se quejara levemente, no lo podían culpar, Sougo también se había asustado al escuchar como Tamaki estornudaba muy cerca de su oído.

Siendo los latidos de sus corazones una distracción para el lobo, que cuando quiso volver a poner atención a su entorno y escuchar donde se encontraban las personas que conversaban hace un rato muy lejos de donde estaban ellos...

Lo vió.

Justo frente a los ojos violeta de Sougo y los celestes como el cielo de Tamaki. Un hombre de tez un poco más bronceada, usaba anteojos y una capa como la de Sougo sobre sus cabellos verdosos. Pero lo que más sorprendía a ambos compañeros de viaje, era que está persona no estaba pisando el suelo.

Estaba flotando.

— ¿Un lobo y un humano...? Parece que soy testigo de un crimen. – Dijo con voz aburrida, aunque se podía notar cierta curiosidad.

Tamaki iba a responderle puesto que Sougo aún estaba amordazado, pero se detuvo por el susto que se llevó cuando algo se golpeó contra el vidrio de una de las ventanas, rompiéndose en pedazos y dejando entrar por la abertura a otro personaje pero de cabellos rubios, quién, cuando aterrizó en el suelo de madera con una espectacular entrada, se arregló su peinado y sonrió orgulloso de su hazaña dejando ver un pequeño brillo de su dentadura también perfecta.

— ¿Tenías que entrar de esa manera? Como te gusta llamar la atención... Nagi, para tu información, existen las puertas.

— No sueles usar magia para teletransportarte. Pensé que estabas en peligro y vine a salvarte. – Recitó el de cabellos rubios como si se tratara de un héroe. — Y usar las puertas en lugares devastados por las atrocidades es igual a caer en la más temida trampa. Ser carne fresca.

— Por dios, ya dije que no a sucedido nada de eso. Los únicos en este pueblo somos nosotros y el lobo que se ocultaba con su presa... Hm... Ahora que lo veo, puede que tengas razón. Este lobo pudo haber provocado que los habitantes huyeran de sus tierras.

— Mejor dicho no podría haberlo escuchado. – Comentó Sougo luego de haber usado toda su fuerza para quitar la mano de Tamaki que cubría su boca. — Eres muy extremista, Tamaki-kun.

— ¡Es desagradable oír eso de ti, Sou-chan! ¡Y esta vez no fue mi culpa que nos descubriera esta gente que se viste raro!

— Cuidado con lo que dices animal, la vestimenta de un hombre representa sus mayores virtudes. – Le cortó el sujeto de cabellos rubios con bastante seriedad. Claro, una seriedad que no se podía tomar enserio cuando se auto abrazaba.

— ¡Eso no es importante ahora! ¡¿Por qué apareció de la nada y está flotando?! ¡Da miedo! – Tamaki comenzó a señalar con el dedo al hombre que no tocaba el suelo mientras elevaba la voz para que le hicieran caso de una vez.

Cuando Tamaki entraba en ese estado inmediatamente sacaba sus garras para defenderse ante cualquier peligro, pero una mano en su cabeza lo hizo quedarse quieto.

Sougo había aprendido algo con el poco tiempo que llevaba junto a Tamaki, y eso era que el lobo de cabellos celestinos se alteraba o entraba en pánico con mucha facilidad. Además de que era muy miedoso para ser una de las criaturas más temidas.

La mano de Sougo sobre la cabeza de Tamaki fue lo suficientemente eficaz para que el lobo bajara las orejas y se quedara sentado en el suelo completamente callado.

— Disculpen el comportamiento de Tamaki-kun, él no es un lobo como todos creen... – Dijo Sougo aún manteniendo su mano sobre la cabeza de Tamaki para hablar con tranquilidad a los extraños frente a ellos. — Soy Osaka Sougo y él es Yotsuba Tamaki. Tamaki-kun no estaba por comerme como ustedes piensan, sólo nos ocultamos cuando él sintió que venía alguien.

— Un lobo y un humano juntos. Una muy curiosa pareja, ¿no crees, Yamato? ¿... Yamato? - habló el de cabellera rubia comprendiendo un poco la situación y luego dirigirse a su compañero, pero cuando se dispuso a verle el hombre de lentes y cabellos verdosos estaba dandole la espalda aguantando unas carcajadas.

— ... Es como... Es como el amo y su mascota... –

— ¡NO SOY MASCOTA DE NADIE!


***

¡Perdonen la demora!
La vida universitaria toma más tiempo de lo que pensaba jajajaja.
Y actualizo especialmente hoy porque tendremos un buen Live en Youtube por el fandom <3
¡Espero que lo veamos juntos!

Ojalá les haya gustado y pronto actualizaré otro capítulo. Muchas gracias por seguir leyendo <3

PD: la otra semana termina Idolish7 <///3

Bye~ Bye~







[ LinSunnys ]

Por si las dudas cambié la firma, tienen la libertad de llamarme Lin ;)

ღLoneliness with youღ 【Mezzo】➵ Idolish7 ❣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora