Capítulo XX

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Pisada tras pisada, el césped rozaba las rodillas de nuestros viajeros en busca del amigo de Ryuunosuke y la sangre de sirena que ayudaría a revivir a Sougo. Yamato, el hada, no tenía problemas en ir por senderos en mal cuidado, pero se la pasaba esquivando ramas que aparecían por doquier.

Sin la presencia de Nagi y Mitsuki quienes hablaban hasta por los codos, el ambiente ahora mismo se mantenía en silencio. Especialmente porque el rostro de Tamaki se veía preocupado.

— Oye, Tama. ¿Hay algo que quieras decirnos? —Indagó el de cabellos verdosos siendo, entre ellos, el que más se incomodaba por el silencio del lobo al pasar más tiempo a su lado—.

Al momento de ser sacado de su lapso, Tamaki levantó las orejas rápidamente un poco sorprendido. Se nota nervioso, como si tuviera miedo de decir algo.

— ¿Te encuentras bien? —Ryuunosuke no lo había notado antes. Después de todo, no estaba acostumbrado a los lobos—. Te ves cansado. Discúlpenme por llevarlos por este camino tan obstruido, pero es la única forma de acortar trayecto hacia la orilla del mar.

— N-no, no estoy cansado. Casi nunca lo estoy —La voz del lobo de cabellos celestinos por fin se dejó oír, precipitándose a contestar—. Sólo... me estaba preguntando si tus cicatrices dolían.

— Así que estuvo todo este tiempo pensando en eso... No podría esperar más de un cachorro —Yamato se detuvo unos segundos en el aire para esperar a ambos y dió un revuelto en la cabeza de Tamaki, que al instante bajó sus orejas viéndose incómodo por la extraña muestra de cariño—.

— Tengo varios años, Yama-san...

— Si, si. Lo que digas.

El más alto de los tres sonrió ante la escena.

— No duelen, Tamaki-kun. Recuerda que soy parecido a un ser inerte, aunque me cortaran un brazo no me dolería en absoluto.

— ¡¿Enserio?! —La exclamación por parte de Tamaki fue recibida con una afirmación—. Increíble...

— ¿Sólo no sientes dolor? —Interrogó el hada con curiosidad—.

— Sí, sólo dolor —El ser de las cicatrices se encontraba feliz de tan buena compañía—. Creo que ya llegamos —Dijo luego de mover las hojas que estorbaban, dejando ver la luz del ardiente sol a través de ellas y reflejarse un poco en la arena que se comenzaba a pisar—.

Tamaki se adelantó abriéndose paso y ver con anterioridad a los demás la orilla del mar—. ¡Woah, es genial! ¡Mira Yama-san, el mar! —La emoción podría verse a kilómetros—.

Luego de tanto árbol ver una vista distinta se volvió muy gratificante. El viento fresco que mueve las olas más el sonido que estás hacen era bastante cautivador y pacífico. No tardó mucho tiempo para que el lobo se dirigiera al mar, sacándose las botas y arremangarse los pantalones para que no se mojaran tanto.

— Es como un niño.

— Es un niño.

Yamato y Ryuunosuke se acercaron también a la orilla, con lo imprudente que era el lobo podría terminar dentro del mar.

— Me gustaría que Sou-chan estuviera aquí... —El semblante de Tamaki era triste, pero una sonrisa que guardaba esperanza era lo único que le quedaba en ese momento mientras sentía el frío del agua salada a sus pies—. ¿Dónde está tu amigo, Ryuu-aniki?

— Veamos... ¿No ven algo que sea brillante por aquí? No debería estar muy lejos —Usa una de sus manos tratando de taparse un poco del sol y visualizar de mejor forma el alrededor—.

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⏰ Última actualización: Nov 29, 2018 ⏰

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ღLoneliness with youღ 【Mezzo】➵ Idolish7 ❣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora