ღLoneliness with youღ 【Mezzo】➵ Idolish7 ❣

Capítulo VI

Al fin llegaron al esperado río, donde Sougo reposó su tobillo para que el agua fría hiciera efecto en la inflamación. El agua estaba fresca y muy limpia gracias a la magia del bosque.

— Me alegro que las hadas nos hayan ayudado cuando necesitábamos agua, sin ellas no hubiéramos sido capaces de llegar hasta aquí. – Dijo Sougo observando como Tamaki había metido la cabeza entera dentro del río para luego sacarla y sacudirse, salpicando varias gotas cerca de Sougo.

— ¿Decías algo? – comentó el lobo mirando a su compañero quien sólo negó pasándose las manos por la cara para quitarse las gotas que le habían caído. — Este río da varias vueltas por el bosque, así que lo encontraremos muy seguido ahora. ¡Y es una suerte! De esa manera puedo cazar peces.

— ¿Sabes pescar, Tamaki-kun?

— ¿Si es que lo sé...? No estoy muy seguro pero puedo atraparlos. – Respondió Tamaki, colocando una de sus manos en el río y sacarla rápidamente con un pez que se agitaba en ella. – Algo así, mira.

— Entiendo... - « Así que se refería a sacarlos con sus propias manos. » pensó el de cabellos violáceos al preguntarse si Tamaki tenía una caña de pescar. Ni mencionar lo que había dicho días antes, que no le gustaba matar.

Las cosas no iban tan mal como se lo imaginaba, habían logrado llegar a su primer objetivo, eso era algo bueno. Tal vez viajar con Tamaki tenía sus ventajas además de ser un lobo feroz.

— Sou-chan, – llamó Tamaki. — ¿escuchas eso? – interrogó con sus orejas alzadas mirando hacía todas partes.

— ¿Escuchar? Eh... no, además del río no escucho nada más... ¿Qué es lo que escuchas, Tamaki-kun? – le dijo Sougo con curiosidad en su tono de voz.

— Alguien habla... No. Es alguien cantando.

— ... Cantando...

— Si, es del otro lado del río pero por allá. – Señaló Tamaki mirando hacía río arriba.

Tamaki se quedó con sus orejas alzadas aún confirmando si se trataba de una persona quién era la que cantaba mientras que el de caperuza roja reflexionaba un poco.

— ¿Quieres ir a mirar? – le preguntó Sougo más en un intento de que lo acompañara.

— No hay nada más entretenido que hacer. – Le afirmó el lobo después de estar callado unos segundos antes de responder y recalcar que se aburre con facilidad.

🍮🍮🍮

— ... ¿Decidiste tomar un camino diferente ahora por los sentimientos que escondías en tu corazón?...

Un chico de cabellos rojizos cantaba arriba de una roca junto al río acompañado de vez en cuando en la melodía por un chico de estatura más baja y cabellos anaranjados.

Tamaki y Sougo se encontraban del otro lado del río ocultos también detrás una roca escuchando maravillados hacía los otros dos chicos.

— ... Si un pequeño batir de mis alas puede elevarme de la nada,
entonces, seguro que todo puede hacerse realidad.
Haré que se cumpla.
No importa dónde estés.
Tocaré una melodía que puedas escuchar.
Deseamos tener música auténtica.
Hazla sonar sin dudar...

— Es muy linda... – Susurró Tamaki moviendo levemente su cola al ritmo de la melodía.

— Si... – Dijo Sougo escuchando cada palabra atentamente.

— ... En vez de esperar a que el mundo cambie, debemos apropiarnos del futuro.
Cuando supimos lo que debíamos hacer, sin importar la distancia, aprendí que el hoy que sólo imaginamos siempre vuelve a empezar.
Hoy es otra historia...

— ¿Qué pasa, Sou-chan? Estas pálido.

— ¿Eh? – las palabras de Tamaki lo sacaron de su trance, se había metido demasiado en sus recuerdos.

— ... Nuestros sueños están aquí.
Nuestros sueños ya no dormirán...

— ¿Enserio estás bien? – insistió el de cabellos celestinos algo molesto.

— S-si... No te preocupes. – Repuso Sougo intentando ocultar su rostro al colocarse bien el gorro de su caperuza roja para evitar la pregunta.

Tamaki iba a seguir insistiendo porque le molestaba que fuera de ese modo con él. Sin embargo, no pudo porque una pieza de acero templado que mostraba el brillo de su filo se interpuso entre ellos dos, siendo clavada con brusquedad y gran precisión en la roca donde se escondían.

— No se muevan.