Las grandes aventuras son caminos que te enseñaran lo que puede que estés buscando, pero la única forma de entrar en ellas es estar dispuesto a conseguir tu objetivo.
De ese modo, Osaka Sougo escapa de su hogar en busca de lo que alguna vez tuvo, ad...
El pasar de las horas intentando controlar al lobo enojado se habían hecho tan largas que cuando lograron calmarlo el cielo ya estaba oscuro y la noche los invadió.
— Lamento su comportamiento... – Había dicho Sougo por enésima vez por lo ocurrido, asegurándose de que Tamaki estuviera tranquilo comiendo uno de los King Pudding.
Estaba calmado, pero su cara no lo demostraba. Cucharada trás cucharada, Tamaki no dejaba de ver al ser que flotaba con una expresión de enfado.
— Deja de culparte, no fuiste tú el escandaloso. – Y le volvió a repetir el de cabellos verdosos a Sougo porque este insistía en bajar la cabeza echándose toda la culpa encima. — Podemos dejar eso de lado, parece que el perro ya se cansó de ladrar.
— Soy un lobo. – Remarcó Tamaki aún muy enojado, ignorando completamente que el otro chico le tocaba las orejas como si fuera algo increíble.
Los cuatro estaban alrededor de una fogata que Sougo y Tamaki aún no terminaban de entender como el de anteojos la había encendido.
— Creo que ya es hora de presentarse. – Cambió el tema para que el lobo de cabellos celestinos no siguiera con lo de antes. — Me llamo Nikaido Yamato y soy una especie de hada o ser mágico para que dejen de mirarme de esa manera, me dan escalofríos. Hay muchas criaturas que pueden volar por si no lo sabían. – Dijo porque realmente le molestaba que estuvieran mirando especialmente sus pies por no tocar el suelo y no su cara. — Y ese de ahí es...
— Espera Yamato. Los caballeros nos podemos presentar. – Dijo el rubio antes de que Yamato continuara. Claro, que el de cabellos verdosos no tenía intención de continuar. — My name is Rokuya Nagi y soy príncipe de la amada tierra del norte de Europa. – Se presentó con tal elegancia que el de cabellos violáceos y el de cabellos celestinos les pareció ver que el rubio relucía a pesar que era de noche.
— Eso explica porque habla otro idioma... – Comentó Sougo notando de inmediato la combinación de palabras con otras.
— Yes.
— ¿No queda lejos ese lugar? – Dijo ahora Tamaki algo interesado. — ¿Cómo llegaste hasta aquí?
— The power of love! – exclamó el extranjero con sus brazos extendidos hacia los lados y lanzando la cabeza un poco hacia atrás para que las estrellas de esa noche lo vieran.
— ¿Qué?
— ¿El poder del amor?
— Puedo explicarlo. – Interrumpió Yamato ante las caras de confusión de los otros dos al no entender a Nagi. — El país de Nagi tiene una gran concentración de magia, por lo que las reuniones de hadas siempre se hacen allá. Como somos seres mágicos nos podemos teletransportar a donde sea, así que para mí no fue nada difícil viajar de un continente a otro. Resulta que me vi en vuelto en un asunto y terminé conociendo a ese casanova en una fiesta.
— Que palabra más horrible. Deberías cambiarla por amor infinito.
— Sé que las mujeres son bellas pero tampoco es para que estés siempre cortejando a la primera que veas. – Siguió Yamato después de regañar un poco al rubio. — De todos modos, ahora mismo le estoy haciendo un favor y por eso lo traje hasta aquí.
— ¿Un favor? – dijo Sougo preguntándose porque un ser mágico le debería un favor a un humano.
— No quiero entrar en detalles... Pero uno de ellos es que estamos buscando a alguien.
— Ustedes buscan a Mikki, ¿cierto? – dijo ahora Tamaki para salir luego de dudas.
— ¿Conocen a Mitsuki? – preguntó Nagi emocionado acercándose mucho a Tamaki con gran interés.
— ¡Tamaki-kun! – le nombró Sougo algo asustado por la imprudencia del lobo.
El de anteojos guardo silencio por unos segundos, captando un poco la situación.
— Les voy a contar porque estamos buscando a Mitsu. – Dirigió su mirada a la de Nagi para recibir una aprobación que no se demoró en llegar, por lo cual, esa autorización le decía que Nagi ya había agarrado confianza con los chicos para contarles lo ocurrido, teniendo en cuenta que ellos saben algo de Mitsuki que ellos no y necesitaban información. — Esa fiesta que mencioné cuando conocí a Nagi, antes de la fiesta me encontré con Mitsu encerrado en un carruaje, aún desconozco porque se encontraba ahí, pero cuando lo encontré estaba hecho un desastre, su ropa era vieja y parece que se cayó en algún lugar antes de estar ahí. Así que con un poco de magia le cambié su ropa para que me acompañara a la fiesta, puesto que Mitsu no sabía dónde se encontraba. Recuerdo que se enojó mucho por la ropa que le escogí y que estaba muy sorprendido cuando le dije que estábamos en Europa.
« Así que fue culpa de él.» pensó Tamaki recordando las extrañas ropas de Mitsuki, siendo que le llamó mucho la atención que un chico estuviera vestido usando muchos volantes en sus prendas.
— ¿No sabía que estaba en Europa? Si me pasara algo parecido de no saber dónde me encuentro y de repente me dicen que estoy en otro continente me sorprendería bastante... Mitsuki-san debió sentirse de esa forma. – Comentó Sougo colocándose en los zapatos del chico de cabellos anaranjados.
— Así mismo, – respondió Yamato. — por eso lo invité a acompañarme. No podía dejarlo a la deriva.
— Yamato fue la luz que Mitsuki vió en la desesperación. – Dijo Nagi a un lado de Tamaki, tomando una rama de árbol y comenzar a jugar con ella entre las llamas de la fogata improvisada. — Siempre se lo voy a agradecer.
Yamato sólo bufó mientras se ajustaba las gafas intentando que no se notará que se había avergonzado. Por lo que prefirió seguir contando la historia.
— En la fiesta Mitsuki se separó de mi por unos segundos y luego no lo logré encontrar hasta que me topé con Nagi.
— Encontré a Mitsuki siendo acosado por una sociedad que cuestionaba no conocerlo e intentaron echarlo del palacio. – Continuó Nagi, contando su parte de la historia. — Lo llevé a un balcón y de esa manera conversamos muchas cosas, entre ellas sus sueños que desea alcanzar y de dónde proviene... Me conmovió inmediatamente. Jamás pensé que podría conocer a alguien que fue pateado por el suelo toda su vida y seguir optimista ante la desesperanza.
El de cabellos rubios pausó durante unos segundos para ver a los ojos a los otros chicos que escuchaban atentamente.
— Conocí el amor de la manera más sincera que podría haber creído.
***
Comencemos el drama con Pythagoras (?) No tengo mucho que decir además que estoy sufriendo por el final del anime ;-; pero al menos no fue necesario decir con palabras de que habrá otra temporada <3
Sin más, espero que les haya gustado.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.