Capítulo 27: Gitzel 1/3

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Día 2
Cita 1

El viento soplaba acariciando su rostro y pasando entre su cabello dorado, la luna se encontraba en lo mas alto de cielo nocturno habían terminado de tocar en su lugar favorito, donde nadie sabia quienes eran, las personas solo iban a divertirse la mayoría jóvenes.

Eran muy populares en la cuidad de Rosaurora, las llamaban

"The Black Rose" por el hecho de que siempre en sus presentaciones iban vestidas de negro con un antifaz siendo así misteriosas, pero parece que no les importaba mucho a los que iban, prefería estar así. Aveces preferiría no ser la primera princesa de Athenas y seguir siendo aquella chica campesina adoraba sentir el aire fresco chocar en su rostro en las mañanas y las únicas veces que lo podía disfrutar eran las noches que se escapaban para ir a tocar a su ya famoso club, sin embargo, tenia una responsabilidad y esa era salvar y proteger a Athenas cueste lo que cueste, ese había sido una promesa que hizo con sus hermanas no lo rompería por nada.

-Gitz - escucho ser llamada - es hora de irnos - dijo el erizo de ojos rojos.

-Ya voy - respondió sin mirarlo, la miro mirando al cielo estrellado, eso solo lo hacia cuando tenia nostalgia.

-Aun los extrañas, verdad? - le pregunto repentinamente.

-No podre olvidar lo que me dijo, no cuando ellos dieron su vida por nosotras - la miro levantarse de su lugar sin mirarlo - esa fue una promesa que le hice al Rey Light.

-El debe estar orgulloso de ustedes y lo sabes.

-Lose.

-Gitz! Dero! Dejen de hacer cosas de novios y ya vámonos! - exclamó Maria desde abajo.

-Maria! - exclamo molesta, el sólo río.

-Nos vamos? - le tendió la mano esperando que la aceptara.

-Vamos.

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Llego a su habitación entrando por la ventana con sigilo, se saco su traje y zapatos aventando los por una esquina, se aventó a su cama en ropa interior sintiendo las frías sabanas en toda su piel tomo su cobertor y se cobijo. Estaba exhausta, sintió como su dedo fue detenido por una argolla entre las cobijas, se había enredado con un hilito de la cobija, era un anillo de plata con una gema azúl, lo único que tenia de ambos sonrió observándolo a los pocos minutos cayo en brazos de morfeo abrazando a aquel anillo de plata.

AMY ROSE: Ahora Todo Es Diferente #SonamyAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora