Who Are You In The Dark? | Camren

and let me see

Me sentí mal, sentía el nudo en mi garganta, que se expandía hasta mi corazón, y si era posible, hasta mi alma. Como si mi mente los hubíera atado para reprimir cualquier respuesta afirmativa que pudíera salir de estos. Mis labios estaban secos, y anelaban una gota de agua.

Querían gritar que sí.

Pero, mi mente tenía el control y yo lo sabía. Sabía que debía ser de ese modo.

Y los ojos verdes que lucían tan nerviosos y ansiosos no eran de gran utilidad. Quería que esos sentimientos se borraran y brillaran como lo hacían siempre, o incluso mejor.

Pero no fue así, porqué hablé, y no me escuché, pero el brillo se desvaneció y todos los ladrillos volvieron a aparecer.

No supe que dije, pero vi sus labios moverse, su expresión tornarse fría y asustada.

Y luego me escuché, interrumpiendola-. No quiero porque tú estás confundiendo los sentimientos. Crees que me quieres porque soy la única persona que ha estado para ti en los malos momentos. Tú no necesitas una novia, necesitas a alguien que te escuche, una amiga.

Mentalmente, sonreí, pero se borró en cuanto sentí la lucha de mi corazón para liberarse de las cuerdas.

Lauren negó suavemente-. No puedes saber lo que quiero o necesito -afirmó sin quitar sus ojos de los míos.

-Tus ojos son muy claros.

Rió secamente-. Te has confundido.

Secretos, sin fin.

-Entonces, dime tú, ¿quién eres cuando estás completamente sola? ¿qué necesitas? -suspiró.

El hecho de que las barreras crecíeran, provocó que mi mente sometiera por completo a todas mis ideas.

Pasó una mano por su cabello y desvió su mirada por unos segundos. No estaba segura de lo que pasaba por su mente. Incluso pensé que estaba por rendirse y que incluso nuestra amistad, estaría acabada. Cosa que no quería. Ella no tendría a nadie más.

Finalmente, luego de lo que me pareció una eternidad, regresó su atención a mí-. Cabello, ¿no lo ves? Yo no necesito una amiga, no necesito que alguien me escuche o me ofrezca su hombro cuando esté mal, no necesito a alguien que esté para mí en los malos momentos, porque yo ya te tengo a ti. Tú ya haces todo eso. -claros, puros, hermosos y sinceros. Si yo tuvíera que describir sus ojos en aquel mometo, esos serían los adjetivos, y se quedaban cortos-. Y no, no estoy confundiendo los sentimientos porque, ya eres mi mejor amiga. Quiero más de ti. Todo. No sé si te estoy pidiendo mucho, pero eres todo lo que quiero. No tengo idea de qué más decirte, no soy muy de palabras, pero, sólo sé algo; quiero poder tomarte de la mano, porque una vez, tú me dijiste que las amigas no hacían eso. Y también quiero besarte. Y hacerte sonreír. Tu sonrisa es hermosa. Es una de las razones que me hace querer todo contigo. -se tomó un segundo para tomar aire-. Por eso quiero que seas mi novia. -esas palabras fueron las que enrollaron a mi mente. Cortaron el nudo en mi garganta, corazón y alma. Me sentí tranquila-. Pero, entenderé si no quieres nada más que una amistad, sólo no me pidas que me aleje.

La sonrisa que amenazaba con salir de mis labios, logró su cometido, y cuando sus barreras se quitaron, permitiéndome volver a ver su nerviosismo y ansiedad, dí la batalla por perdida.

-Lauren, definitivamente eres una estúpida -remarqué.

Frunció el ceño-. ¿Qué?

-Por creer que te pediría que te alejaras cuando yo te prometí que nunca iba a correr de ti -recordé-. Además, yo me encargué de acercarte a mí, ¿crees que mandaría a la mierda todo eso cuando me costó tanto? -suspiré-. Pero definitivamente, eres una estúpida por creer que después de todo lo que dijiste, te mandaría a la mierda. -se mordió el labio.

-¿Eso es un sí?

-Oh, no, es un no -bromeé.

-¿En serio? -preguntó asustada.

-¡No, estúpida!