of you

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Abrí mis ojos cuando sentí un ardor en mi mejilla, en un segundo fui invadida por los recuerdos pasados. Me había peleado con Lauren.

Volví a cerrar los ojos fuertemente, sabía que en parte era mi culpa, por haberla besado, pues había sido un error, la había hecho correr y apenas empezaba a gatear. Sin embargo, no me arrepentía de haberla golpeado, pues ella se había metido con algo que yo le había contado, destrozando mi confianza en instantes.

Tal vez me arrepentía un poco, pudimos haberlo solucionado hablando. Además de que yo le había asrgurado que no estaba asustada de ella, pero a la primera reaccioné mal, me asusté y la golpeé.

Estaba tan confundida cuando tomé mi celular y le marqué a Dinah, esperando que ella me dijera que hacer. No omití nada cuando me contestó, le conté todo mientras la rubia hacía sonidos de afirmación o para que continuara.

Luego finalmente suspiró y comenzó-. Ambas deberían disculparse, Mila, si quieres volver a ser amiga de la chica disculpate, tal vez así ella entienda que también lo arruinó.

-¿Y si no se disculpa? No sería justo doblegarme por ella.

-Si dices que no sería justo, entonces una parte de ti piensa que Lauren no vale la pena -explicó. Fruncí el ceño, probablemente al principio del curso pensaba aquello, pero conforme iba conociendo a la ojiverde sólo me daba cuenta de que realmente era una caja de misterios y que nunca conocería a la verdadera Lauren, pura, y al natural.

A las 3 de la madrugada y estás completamente sola, y Los Ángeles no se sienten como tu hogar.

Dicen que las personas son ellas mismas cuando están completamente solos.

Pero las personas necesitan de otras personas, y por eso, nunca soportaríamos estár una vida completamente solos.

-Gracias, Dinah -me despedí y corté la llamada. Por aquel momento me di cuenta de que aún estaba demasiado molesta y dolida con la pelinegra como para hablar con ella o simplemente disculparme. Era sano para las dos no vernos al menos hasta que el moretón en nuestras mejillas desaparecíera.

Lamentablemente, sería imposible, pues ibamos en el mismo grupo en la escuela, pero me mantendría positiva.

[...]

-¿Qué te pasó en el rostro, Cabello? -mi amiga me preguntó una vez notó el golpe en mí-. ¿Quién demonios te hizo eso?

Aparté mis ojos de los de la chica-. No es nada, Ally.

Gruñó-. ¿Nada? Nadie te toca, lo sabes, ¿no? -intenté calmarla mirandola a la cara, pero sólo se molestó más-. Me enteré de lo que pasó en la cafetería, ¿tiene que ver con esto?

-¿Qué? No, para nada, ellas jamás podrían... -me detuve cuando vi a Lauren entrar a la escuela con lentes de sol, y un muy marcado moretón en su mejilla. Recordé que durante la pelea, yo la golpeé más veces, y que ella, se intentaba detener a sí misma. Casi como si no quisiera golpearme.

Ally siguió mi mirada-. ¿Qué tiene que ver con los golpes de Lauren?

-Ally, no es por ser grosera, pero son mis asuntos, no te involucres. -me di la vuelta y me dirigí hasta el salón, no me interesaba si Ally hablaba con Lauren y ésta le contaba todo, era su problema, yo sólo no quería arruinarlo más.

Supe que la chica no le había contado nada a mi amiga cuando entró al salón unos minutos después-. Así que... te peleaste con Lauren.

Mis ojos se devolvieron a la de menor estatura, su expresión era seria-. ¿Ella te dijo?

Asintió-. No vale la pena golpearla.

Fruncí el ceño-. ¿Dónde está?

-Mila, nadie tiene derecho a golpearte, no mientras seas mi amiga -comenzó, entonces supe que todo estaba perdido-. Unas amigas se lo están dejando en claro.

Who Are You In The Dark? | CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora