i will always

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Me adentré a mi salón y noté que una chica rubia estaba ocupando mi asiento, nadie se metía con nosotras porque se supone que éramos "peligrosas", ¿y ahora esa tipa lo hacía? Me resultaba infantil discutir por un lugar, así que me senté al lado de la ojiverde. Ya me enteraría después porqué empezabamos a perder el respeto.

—El lugar estaba apartado, Cabello —mencionó la primera palabra lográndo que dejara de prestarle atención a la rubia que me había quitado el lugar para prestarle total atención a ella.

—¿Apartado? ¿Para quién? No le hablas a nadie más que a yo, soy lo más parecido a una amiga que tienes —recordé, entrecerró los ojos.

—No sólo te hablo a ti —espetó y dio por concluida la conversación sacándo su libreta.

Reí burlona—. Le hablas a Ally, y Dinah no cuenta porque lo único que haces es insultarla por ser libre.

Sus esmeraldas se posaron en mí—. Deje de hacer eso desde que te "hablo". —hizo las comillas con sus dedos—. Porque es tu amiga y porque no quiero obedecerle a la estúpida de la novia de papá.

—Como sea, me senté aquí porque esa rubia —me tomé el atrevimiento de señalarla—, me robó mi lugar.

Lauren volteó a verla y elevó una ceja—. ¿Quieres ir a golpearla?

—No, soy una persona racional, Laurencita.

Soltó una carcajada—. Me golpeaste cuando te conocí.

Rodé los ojos—. Lo merecías.

—Eso no es racional —alegó.

—No voy a discutir contigo, Jauregui —concluí.

Fingió sorpresa—. Al fin empiezas a ser inteligente.

Me sorprendí al recordar lo que había pasado los días anteriores, había creído que todo se volvería extraño entre nosotras, pero aquí estabamos, siendo estúpidas. Lo que no había olvidado era esa expresión de miedo en sus ojos, pero no quería arruinar el silencio que había ahora, así que no mencioné nada.

A mitad de la clase, mis ojos se colocaron en el cuaderno de mi compañera, estaba dibujando, eran un rostro femenino, y en la frente de la chica había una palabra en inglés.

"Fear."

Según yo, era miedo o temor. Solté el aire que había reprimido sin darme cuenta cuando cerró la libreta.

Acerqué mi mano a la suya y la apreté. No me esperaba que ella entrelazara nuestros dedos. Tampoco me esperaba que se sintiera reconfortante, era diferente a otras veces en las que se sentía algún tipo de corriente, en esa ocasión se sentía completo.

No creía que ella lo sintíera también, pero no me importaba.

—¡Mila! —noté que la clase había acabado y todos guardaban sus cosas. Mi amiga Ally se acercaba a mí—. ¿Hacemos el trabajo juntas? —parpadeé sin entender—. Nos dejaron un trabajo en parejas.

Lauren apretó un poco más mi mano, recordándome que estaba ahí, pero claro que no lo había olvidado, había olvidado todo, menos su presencia.

Mi mirada conectó con la persona sentada a mi lado e hice una mueca al mismo tiempo que regresaba mis ojos a mi amiga—. Estaré con Lauren por esta vez, perdón.

La de menor estatura sonrió al notar nuestras manos y sonreí—. Me queda claro. —se alejó.

—¿Cuándo dije que estaría contigo, Camilita? —rodé los ojos—. Anda, tenemos más clases. —guardamos nuestras cosas y en el camino al siguiente salón volví a tomar la mano de la pelinegra.

Era extraño, se sentía extraño. No, conocía esa sensación. La misma que había tenido cuando empecé a salir con Alondra. Pero se sentía mejor. Y eso era lo extraño. También la mínima probada que tuve de sus labios se había sentido mejor. Suspiré, creí que nunca volvería a sentir eso. Y luego era yo la que tenía miedo. Miedo de volver a salir lastimada por culpa de dicha sensación.

Who Are You In The Dark? | CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora