—Creo que fuiste un poco dura, Camila —expresó mi amiga a mi lado.—Alondra, no me regañes.
—No te estoy regañando, pero creo que deberías disculparte, de nuevo. —sonrió a medias.
¿De qué serviría disculparse? Sólo alimentaría su ego, pero, si lo dejo así, entenderá que es la verdad y le servirá para mejorar como persona.
Pase una mano por mi cabello—. Alguien tenía que decirlo.
—Tú ya tenías demasiados problemas con ella —me recordó.
Hice una mueca—. Es un estúpido cliché.
La castaña suspiró—. No quiero que pienses que estoy enojada o todas esas cosas raras que pasan por tu cabeza —hizo una pausa para sonreir—. Pero debo irme, bonita. —la abracé y luego la ví salir por la reja de mi casa.
Froté mis ojos, esa chica sólo venía a desordenar mis pensamientos sobre la estúpida. Entré a mi casa y subí a mi cuarto rápidamente.
Me tiré en la cama y tapé mi cabeza con una almohada, esperando que eso pudíera reprimir mis pensamientos.
[...]
Entré a la escuela tranquilamente, buscando con la mirada a mis amigas, fallando en el intento. Decidí dirigirme al baño para revisar mi aspecto de nuevo; creo que estaba un poco mal, ya que no me había arreglado antes de venir.
Me sentía sin ganas de la escuela aquel día, porque la escuela significaba verla y no tenía ganas de eso.
—Mierda —escuché que susurraron cuando entré a los sanitarios, volteé y ví los zapatos de Dinah en un cubículo, así que abrí la puerta y la encontré llorando.
—¿Qué tienes? —pregunté a tiempo que me ponía de rodillas a su altura.
Esquivó mi mirada—. No es nada, Mila.
Entrecerré los ojos—. ¿La nueva? —no contestó. Esa maldita estúpida me las iba a pagar. Me levanté del suelo, pero su mano se aferró a mi pantalón.
—No fue su culpa.
—¿Qué? —¿ahora la defendía?
—Yo le pregunté por mi madre... —me soltó lentamente—. Mi madre tenía una doble vida; la nueva es mi media hermana.
Mierda—. ¿En serio? —asintió—. ¿Por qué no sabías? ¿Cómo es que ella sabe? ¿Y si está mintiendo?
Suspiró—. Deja las preguntas. —limpió los restos de lágrimas de su cara—. Ella la fue a buscar un día a su trabajo cuando tenía como diez, ese día nosotras estabamos allí.
Elevé una ceja—. Siempre estaba en la oficina contigo, ¿cómo puedo saber que día fue?
Rodó los ojos—. Déjame terminar. —asentí—. Habló con mi papá y él sin saberlo, le dijo que era su esposo y que iba a recogerme. —pensó por un momento y luego continuó—. Alguna vez hablamos con ella, ¿recuerdas?
Negué con la cabeza—. Estoy segura de que jamás la ví antes. —mi mejor amiga elevó una ceja—. Creéme, no olvidaría su cara.
Parpadeó—. ¿Qué? —me sonrojé—. ¿¡Te gusta!?
—No. No, no me gusta —afirmé con tono fastidiado.
Hizo una cara de -no te creo, pero lo dejaré pasar-, y continuó—. Supongo que habías ido al baño o algo, como sea, ella me habló para comprobar que fuera realmente hija de la Señora Milika y luego se fue.
Suspiré—. ¿Qué mierda?
Mordió su labio inferior—. ¿Quién lo diría? Creo que por eso la nueva es homofóbica, mamá lo era.
—Nunca se conoce realmente a alguien, ¿no crees? —asintió.
[...]
Sentada en mi cama, revisaba mis redes sociales con desinterés. Intentaba olvidar el hecho de que Dinah tuviera una media hermana, y que la señora que conocí, no fuera más que una mentira.
Deje de bajar cuando vi a cierta chica de ojos verdes en la pantalla de mi celular. Era un video que había compartido una de mis amigas.
Fruncí el ceño, abrí el video, y presioné el botón de reproducir.
Mis ojos no creían lo que veían. La ojiverde se llamaba Lauren y era un unicornio.
No pude evitar pensar en que era lesbiana reprimida.
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Capítulo aburrido, lo sé jaja :), pero no quería dejarlos sin actualizar, chau.
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Who Are You In The Dark? | Camren
Hayran Kurgu"Cariño, vamos y déjame entrar, Cariño, todos los extraños se han ido, Cariño, vamos y déjame ver, Cariño, te prometo que no voy a correr." Terminó: 3/MAYO/18 #52 - girlxgirl 03-08-18