Quebrándome

Ruptura. 22

—Hyung ¿puedo dormir contigo?— Me pregunto de pronto hyuk asiendo que todos lo voltearan a ver sorprendidos, no me esperaba tal pregunta pero al pensarlo me pareció bien, si se quedaba en mi habitación no tendría que estar con hongbin si eso no quería en estos momentos.

—Claro, entonces llevemos nuestras cosas a la habitación— Le conteste mientras le sonreía, hyuk sin dudarlo tomo mis maletas que traía Ravi.

—Me asegurare de mantener el cuarto limpio hyung— Me comento hyuk con algo de entusiasmo en su voz y después de eso realizo un movimiento de cabeza indicándome que caminara a la habitación.

Dentro de la habitación cerré la puerta, —Puedes usar el armario para poner tu ropa— Le comente a hyuk pero este negó con la cabeza.

—No hyung, es mejor si usas tú el armario, yo puedo usar los cajones— Me dijo Hyuk colocando mi maleta al lado del armario, al parecer era consciente de que la persona que usara los cajones tendría que planchar la ropa si es que debíamos salir.

Habíamos estado como unos veinte minutos arreglando nuestras ropas, no me sentía incómodo con el hecho que hyuk quisiera que compartiéramos habitación pero el solo pensar que los chicos han visto ese video me resulta demasiado estresante, una parte de mi me indica que les debo una explicación pero al mismo tiempo sé que no puedo explicarles mis razones por las que termine pensando en solo esa opción.

Me había quedado de pie frente a los cajones con la mente en otra parte cuando Hyuk coloco su mano en mi hombro para así llamar mi atención.

—...Hyung ¿Por qué no mejor descansas un rato?— Me sugirió Hyuk y aunque en un primer instinto pensé en rechazarlo pero al menos si me quedaba en mi habitación por un par de horas podría olvidarme de lo que me esperaba una vez que estuviera con los chicos.

—...Solo dormiré unos minutos— Le conteste forzando una sonrisa a lo que hyuk acomodo la almohada correctamente para que pudiera dormir.

Quizás por todas las emociones que me vi forzado a experimentar hoy me sentía realmente cansado ya que con solo acostarme mis ojos se cerraron al instante quedándome profundamente dormido.

Al ir despertando lentamente aun me encontraba adormilado, no era del todo consiente de donde estaba pero solo podía sentir un palpitar y como unos pulmones ajenos se llenaban de aire para después exhalar. Era cómodo, quería seguir durmiendo sobre aquel pecho que sustituida a mi almohada.

No me encontraba dormido pero tampoco estaba despierto, era como un trance perfecto, no deseaba levantarme, no deseaba hablar o razonar respecto a quien era el que me permitía dormir sobre su pecho, quizás tenía la esperanza que se tratare de algún ángel, quizás alguno de ellos se había apiadado de mí y me permitiría dormir eternamente entre sus alas.

El sonido de la puerta siendo tocada puso alerta mi sentido del oído, —La cena esta lista— La voz de Ken se hizo presente del otro lado de la puerta dejándome tener una idea de todo el tiempo que había dormido pero al escuchar al dueño de la voz de quien me dejaba descansar en su pecho abrí los ojos ampliamente por la sorpresa.