Quebrándome

Ruptura. 28

No había mentido pero no me gustaba hacerlo sentir mal...—Es verdad, Ravi me pidió que le llevara algo...así que iba a mandar a Hyuk para que le llevara su memoria mientras yo me ocupo de darte de comer— Le dije cruzando los brazos pero entonces Leo miro nuevamente mis ojos.

—¿De verdad?— Me pregunto con una gran sonrisa mostrando la misma expresión de felicidad que cuando ve aun perrito.

—Si...¿Cómo podría dejar a los dos niños cuidándote?, si te pones peor y estoy lejos todo se complicaría— Le dije al bajar los brazos, no podía fingir estar molesto con el si seguía sonriéndome de esa manera.

Después de dejarle en claro que no me iría lo obligue a volver a la cama aunque me pidió dejar la puerta de su habitación abierta hasta que volviera. Sin más remedio hice lo que me pidió y fui con los niños para pedirle a hyuk que se hiciera cargo del pedido de Ravi pero aunque no parecía feliz de tener que salir de casa cambio de opinión cuando Hongbin le dijo que de regreso comprara helado y rentara unas películas he incluso le dio el dinero.

Solo tuve que encontrar la memoria de Ravi en su desordenada habitación lo cual me tomo cuatro minutos y fui a entregársela a hyuk. —¡N-hyung, ¿ya?!— Grito Leo acostado desde su habitación por lo que hyuk también pudo escucharlo.

—¡Leo tu solo duerme!, en un rato va N-hyung!— Le contesto hyuk por mi así que le sonreí a mi maknae.

Despedí a Hyuk así que fui a la cocina para servir en un tazón grande la avena, tome una cuchara y volví a la habitación de Leo. Al verme me pidió que ya pudiera cerrar la puerta así que eso hice. Leo se cómodo en la cama para que me pudiera sentar mientras el igualmente se sentaba en la cama para poder comer. —Tienes que comerte la mitad de la avena— Le dije al entregarle el tazón.

—¿La mitad?— Me pregunto al sostener el tazón con sus dos manos pero al verlo pude darme cuenta que temblaba un poco a causa de la fiebre.

—...Ambos comeremos del tazón y por seguridad que no tires la avena mejor dámelo— Le dije al quitarle el tazón a lo cual Leo no pudo ninguna resistencia.

—¿No has comida por culpa mía?— Me pregunto al bajar su mirada.

Lo ignore y mejor tome una cucharada de avena dirigiéndola a su boca. —No he comido porque soy tu líder, si algunos de ustedes se enferma es como si yo me enfermara— Le conteste con honestidad ya que después de todo este es el deber de un buen líder.

Leo al escucharme solo me miro unos segundos sin decir nada hasta que abrió la boca dejándome darle de comer, una vez que Leo estaba masticando yo también tome una cucharada de avena, sabía muy bien por lo que no pude evitar sonreír al pensar que mis maknaes lo habían hecho.

Al estar masticando mi avena vi a Leo volteando a verme para después abrir su boca, no pude evitar pensar que era tierno y gracioso por lo que tuve que cubrir mi boca con la mano para no escupir mi avena, sabía que con aquel gesto me estaba pidiendo más avena así que llene la cuchara volviendo a darle de comer en la boca.