—Hyung voy camino al departamento y traigo conmigo un pastel, ¿ya estás en casa?— Pregunto Leo del otro lado de la línea asiendo que volteara a mis lados dándome cuenta que evidentemente no estaba en el departamento de los chicos, —No, aun no...— Dije no muy convencido en mi respuesta, —...¿tardaras?..., es que quería comer el pastel contigo— La voz triste de Leo me hizo sentir mal, el nunca comparte su comida y el que incluso haya comprado un pastel es algo que no puedo simplemente dejarlo solo. Me puse de pie y comencé a caminar hacia la puerta, —De acuerdo, en ese caso ya voy en camino— Le respondí mientras me ponía los zapatos, con la promesa de vernos en el departamento colgamos.
Fuera de los departamentos tome un taxi, le dije a donde me dirigía y mientras esperaba en los asientos traseros agradecí en mis adentros haber dejado una muda de ropa por lo menos, pensé que en un futuro me sería útil pero no creí que la necesitara ese mismo día. Al acabo de un poco más de veinte minutos por fin llegue, le pague al taxista y baje de él, al estar frente a la puerta del departamento podía ver un poco de la luz de la sala que se escapaba por debajo de la puerta, introduje el código de seguridad y entre al departamento dejándome sentía el aroma del café por todas parte, ese sin dudas era Leo en la cocina a lo que procedí a quitarme los zapatos, —Estoy de vuelta— Dije en voz alta a medida que caminaba a la cocina, desde ahí pude escuchar la voz de Leo, —Hyung, ven a ver el pastel— Dijo Leo emocionado a lo que entre a la cocina y mire el pastel que descansaba sobre la barra de la cocina, Leo quien se encontraba poniéndole leche a lo que probablemente sería mi taza de café vino a mi lado, el pastel se veía muy rico a decir verdad, tenia muchos osos pandas de chocolate blanco y negro asiéndolo ver muy lindo, —Es muy lindo...pero una gran parte de mi quiere comerse a esos osos— Dije al mirar fijamente a uno de esos osos a lo que Leo comenzó a reír asiendo que volteara a verlo, —Estaba en una vitrina cuando pasaba y no pude evitar comprarlo..., traeré los platos— dijo Leo abriendo un cajón de la alacena. Ya era noche, el sol se había ocultado por completo dejando ver a unas cuantas estrellas desde la ventana de la cocina mientras Leo y yo comíamos pastel con café aun estando de pie, los minutos se han vuelto agradables con solo la presencia de Leo a mi lado..., a diferencia de todos esos años en donde sufri en silencio ahora puedo relajarme aunque sea por unas cuantas horas. —Casi no dejamos pastel para el resto de los chicos...— Comente mientras Leo guardaba la pequeña porción de pastel dentro del refrigerador, —Lo compre para compartirlo contigo hyung, no tenía en cuenta a los miembros— Dijo Leo al caminar hacia mi quedándose de pie una vez mas a mi lado, su repentino egoísmo me hizo reír por lo que Leo volteo a verme curioso, —¿Porqué la risa hyung?... — Pregunto mirándome con atención, —Recordé cuando teníamos unos días de haber debutado y tú me esperabas con un pastel a oscuras dentro del departamento— Dije mientras sonreía al recordar aquellos días a lo que Leo bajo un poco su cabeza algo avergonzado, —Ni me lo recuerdes, no sabía cuando llegarías y tuve que estas así por media hora...—Confeso soltando un suspiro alzando su cabeza, —Gracias por eso, esa vez y ahora me hizo sentir muy feliz— Dije sonriéndole. Después de eso y como los chicos no llegaban decidimos ver una película en la sala, ambos sentados en el sofá dejando que la única luz que había dentro del departamento fuera el del televisor, se trataba de una película de terror, no era de mi gusto a decir verdad pero despues de todo Leo habia comprado todo un pastel solo para comerlo conmigo, sentí que era lo mínimo que podía hacer pero tan solos veinte minutos después la puerta del departamento se abrió entrando Ken y Ravi, Leo solo volteo a verlos con el rabillo del ojo y prosiguió a seguir viendo la película pero ya no era lo mismo, Ravi prendió las luces y Ken fue a la cocina para prepararse algo, el ruido quitaba todo el aura terrorífica por lo que me resultaba más fácil prestar atención al televisor, Ravi sin invitación alguna se sentó en medio de Leo y mío, ahora no era la película la que me causaba miedo si no el voltear y ver que el me está mirando. —¿Leo-hyung puedes venir un segundo?— Pregunto Ken desde la cocina por lo que Leo maldijo en voz baja pero aun así se puso de pie y fue a la cocina, —¿Dónde estuviste todo el día?— Pregunto de pronto Ravi tan cercas de mi oído que provoco que me tensara, voltee a verlo casi al instante quedando ambos a solo centímetros del otro..., lo mire dudoso a esos caprichosos ojos que miraban con receles a los míos, —...He salido con mi hyung...— Dije tan bajo que no estaba seguro de que si me había escuchado pero al ver como fruncía el ceño eso me quedo claro, —¿Por qué pasas todo el tiempo con ese idiota?— Me reclamo molesto, —Sobre el departamento..., hemos quedado para firmar el contrato...— Dije nuevamente en voz baja pero ahora una sonrisa se adueño de sus labios, —Así que...¿Cuándo nos mudamos?— Pregunto con malicia a lo que sentí como un nudo en el estomago se formaba y dejándome con aquel sentimiento se sentó debidamente en su asiento, segundos después Leo volvió a tomar asiento, el resto de la película no la comprendía aunque mis ojos estuvieran clavados a la pantalla, la idea o más bien el hecho de que durante dos meses estaría a solas con Ravi en ese departamento hacia que mi corazón latiera de prisa y esa emoción que odio se estaba formando en mi estomago...de nuevo.

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Quebrándome
FanfictionNuestro amor estaba consumiendo por completo a Ravi, lo amaba lo suficiente como para sacrificar mis sentimientos con tal que él se enfocara en su carrera pero para que él se olvidara de mí tuve que lastimarlo, ¿fui egoísta?, ¿pensé en lo mejor para...