Ruptura. 24

184 32 6
                                        


—Hyung...—Susurro Ken cuando las puertas metálicas se abrieron.


—Hasta que lleguemos...solo guarden silencio— Les ordene a esos dos sin voltear a verlos.


Salimos de la agencia y subimos en un taxi, yo me fui en la parte de enfrente mientras que Leo y ken tomaron asiento en la parte de atrás.


Silencio,...hermoso y doloroso silencio, era lo único que nos rodeaba durante todo el camino hasta llegar al departamento. Entre primero pero una vez que nos vieron hyuk y Hongbin vinieron hacia nosotros interponiéndose en nuestro camino.


—¿Están bien?, ¿Qué les dijo el CEO?— Pregunto Hyuk preocupado por sus hyungs.


Leo se notaba avergonzado sin poder decir ninguna palabra en cambio ken miraba al frente...¿molesto?, no entendía él porque de su actitud por lo que seguí la dirección de su mirada descubriendo que a quien miraba de tal manera era a Ravi.


—No eres quien para reclamarme nada— Dijo Ken pero aunque su rostro se notaba molesto sus ojos delataban lo triste que se sentía.


La tensión creció por culpa de esos dos en el departamento convirtiéndonos al resto en simple espectadores.


—...No necesito esto— Pensé cansado de tanta estupidez por lo que seguí con mi camino a mi habitación, el tener que lidiar con todo esto me ha cansado a gran medida.


Tome una muda de ropa y sin tiempo que perder entre al baño colocando el seguro. —Todo se arruino,...todo lo eche a perder— Me susurraba al desvestirme, podía sentir mis ojos cristalizarse ante las abundante lagrimas que se iban acumulando.


Sabía lo que pasaría por lo que no quise arriesgarme en que los chicos se dieran cuenta de ello así que con mi celular puse la música en aleatorio dejándolo junto a mi ropa limpia.


La música a todo volumen de mi celular junto al sonido de la regadera impedía que mi llanto fuera escuchado por alguien, como siempre.


Me sentía tan enojado conmigo mismo he impotente que solo podía llorar. A diferencia de las gotas frías de la regadera podía diferenciar mis lágrimas calientes y amargas que recorrían mis mejillas sin descanso.


—A este paso no terminaras de bañarte— Aquella voz dentro del baño sabía perfectamente bien a quien pertenecía por lo que voltee sorprendido sin poder creer que estuviera dentro del baño.


—¿Qué haces aquí?...Hongbin— Le pregunte avergonzado al percatarme que me encontraba desnudo frente al segundo más joven de los chicos.


Hongbin parecía no importarle el hecho de que me encontrara desnudo que incluso se acercó a mí. —Nunca hemos compartido un baño juntos a pesar de lo mucho que me has ayudado...a pesar que nunca me has pedido nada a cambio— Me dijo Hongbin quien se acercaba a mi mientras se quitaba su playera dejando al descubierto su marcado abdomen.

QuebrándomeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora