Ya había convencido a mi mamá de que pasaría un fin de semana de chicas, y que habíamos quedado en dormir en casa de Emily ya que tenía casa “sola”, claro mi cuartada y tapadera era nada menos que Delia.
¿Quién más? Si no es ella, estaba perdida.
Nicolás Strauss: Prepara una maleta para unas mini-vacaciones en las montañas.
Ya era viernes y ya me sentía ansiosa, nerviosa ¿Qué se sentiría pasar toda la noche o más bien todo un fin de semana con Jace? me lo imagino en su bóxer negro, su cama… si hay algo que quiero hacer con el Sofía, mente pervertida.
Me encierro en mi habitación y preparo mi maleta perfume, shorts, una chaqueta, jeans, camisas, pijama, ¿traje de baño? Podría necesitarlo y ropa interior de encaje. Tenía que estar perfecta así que tome una ducha con depilación incluida.
**
Estaba algo adormitada en mi asiento podía ver como el sol brillaba en el horizonte, también sentí que ya no nos movíamos.
-¿Ya llegamos?- pregunte soñolienta, tapando mis ojos de la luz del sol.
-No, queda como una hora para llegar pequeña saltamontes- dijo mientras bajaba del carro– En lo que se llena el tanque, iré por algo de provisiones tenemos que desayunar-
Asentí -De acuerdo, estoy hambrienta-
Vi cómo se encaminaba a una tienda de conveniencia que estaba casi enfrente de nosotros, lucia tan guapo con sus jeans, camisa blanca y sweater negro se veía joven, quien diría que era un profesor.
Aprovecho para mandarle un mensaje a Delia
Sofía James: Todo bien por acá, ya casi llegamos.
Delia Scott: Sin ninguna novedad… ¡Tu solo relaja la pelvis Sofí! :P
Sofía James: Tonta .I.
Delia Scott: ¡Me amas pulgosa! <3
Sofía James: Lo que tú digas boba, cambio y fuera :)
Guardo el celular justo a tiempo, porque veo salir a Jace de la tienda con un par de bolsas, llega a mi lado del carro y entonces bajo la ventana.
-¿Qué comeremos hoy profesor?- digo con una sonrisa picara
-Un par de donuts y café- dijo encogiéndose de hombros dando su sonrisa características – Es lo mejor que pude conseguir-
-Perfecto pues donuts y café será-
Jace volvió al carro para seguir con nuestro camino, el manejaba mientras toda mi atención estaba en devorar algunos donuts, pero de pronto me doy cuenta que está cantando ni siquiera había fijado que estaba la radio prendida.
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Mi querida princesa
Ficção AdolescenteTodo cambia una noche cuando Sofía James, una chica hermosa de 17 años que le gusta romper las reglas o van más allá de los límites una veces al año, tiene un encuentro inesperado con un apuesto joven que piensa que no volvera a ver, pero dicen que...