Capitulo 38.- I'm coming home

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En mi mente es bombardeada por varios recuerdos, la voz del paramédico, la ambulación sonando, mi mamá, Sam, Delia hablándome y llorando, al traumatólogo hablando con las enfermeras acerca de mis heridas, tal vez estaba loca pero hasta a Jace me había imaginado hablándome hasta llegue a sentir un cosquilleo en los labios pero creo que eran alucinaciones mías de tanto estar dormida.

Ya es hora de que despiertes Sofía, vamos arriba, arriba no seas floja, abre un ojo.

¿Cuánto tiempo había pasado?

¿Un día?

Vamos tu puedes me dije a mi misma tenía que abrir los ojos, pero pesaban demasiado, quise mover mi mano pero ni siquiera un dedo se movió, creo que mi cuerpo no quería cooperar.

Sentí como me absorbía un remolino negro…

**

Aquí vamos de nuevo… D E S P I E R T A o M U E V E T E te lo ordene cuerpo, no dejare que el remolino negro me absorba de nuevo, ya estaba cansada de estar en esta cama, quería que me quitaran estos cables parecía algún tipo de experimento.

Me repetí como mil veces que debía abrir los ojos hasta que funciono, los abrí poco a poco sentí como la luz me molestaba todavía me estaba adaptando, estaba desorientada, escuchaba el pitido de los monitores, pude ver que llevaba un tipo de bata blanca, que tenía conectado un cable en la vena de la mano junto con otro par.

Estaba en el hospital había sobrevivido

La habitación era de un color azul, tenía algunos cuadros como decoración supongo que trataban de hacerlo sentir como “hogareño” pero no dejaba de ser un hospital sobre todo por las maquinas que estaban alrededor.

A un costado se encontraba una mesita donde se encontraba un par de arreglos florales junto a una lámpara, a lado de la mesita estaba un sofá de cuero color beige donde se encontraba mi mamá.

-Mamá…- dije con una voz ronca

Pero ella estaba dormida, de seguro estaba cansada de ver a su hija dormir tanto.

Volví intentarlo – Mamá- dije un poco más fuerte – Mamá…

Vi como ella se levantó como desorientada pero cuando puso sus ojos sobre mí, se paró rápidamente estaba entre sorprendida que no podía creerlo y feliz.

-Sofíaaa…- tomo mi mano- Mi niña por fin despertaste- vi como su ojos se inundaban de lágrimas – Gracias Dios, iré por el doctor o una enfermera –

Vi como salió por la puerta para volver acompañada por un doctor de mediana edad.

-Bienvenida Sofía-

Yo solo sonreí pero de seguro parecía más una mueca

Mi querida princesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora