Su semblante endurecido por el tiempo, su mirada fija en la neblina y sus manos en forma de puño apretando tan fuerte que si ponía un poco más de presión, sus uñas podrían atravesar la tela de su guantes e incrustarse en su piel. Se estaba enfrentando al debate interno, debatía con ella misma la posibilidad de ir sola a batalla, pero era un ejército tan grande que había una gran posibilidad que fallara y muriera en el acto.
—Ya está listo todo —comentó alguien.
Evey se volteó y no vio a nadie hasta que bajó su mirada —¿Daenerys va a pelear? —preguntó volteándose nuevamente de cara la niebla.
—Su majestad está preparando a Drogo, luchara sobre este —le respondió Tyrion.
—Si muero en esta batalla —dijo la rubia —¿Qué hará el dios de la muerte conmigo? —preguntó y fue una pregunta personal, dirigida hacia ella misma.
Tyrion dudó por un momento. Cuando él fue a batalla pensó que indiscutiblemente moriría en el campo, pero no podría comprarse a ella, no tenía ni la mitad de habilidad que la mujer de pelo blanco y en el fondo creía que ella sola podría acabar con todos, que ningún ejercito era requerido en el campo de batalla, solo ella, y muchos lo creían así, mas ninguno iba a pedir el favor personalmente. Todos tenían miedo de morir, pero morir con gloria en batalla y como un cobarde eran las dos opciones y muchos preferían la primera.
La mujer de ojos purpura se volteó hacia el enano —Me aterra la idea de morir y lo que pueda suceder conmigo después de eso así que si eso pasa, quemen mi cuerpo, por favor —pidió y sin esperar una confirmación, pasó por su lado caminando en dirección al castillo.
La idea de volver de la muerte era aterradora, que al volver no fuera ella sino otra era lo que le preocupaba, la destrucción que podría causar por el simple hecho de despertar sin su humanidad porque sabía que esos pequeños recuerdos donde la gente fue amable con ella, donde paso momentos alegres con otros era lo que la mantenía a raya, porque si su vida se hubiera visto tan gris y oscura como intentaron que fuera, en ese mismo momento su cabeza estaría llena de venganza y lo sabía, lo sentía pues al recordar todo el daño infringido en ella, sentía los deseos de tomar revancha.
Su vestimenta era negra con detalles rojos que recorrían su armadura. Ató su cabello en una coleta y pintó sus ojos de color negro dándose un aspecto fiero. Aunque no necesitaba armas, llevó una espada en su cinturón. Estaba lista para marchar junto al ejército.
Cuando volvió a salir, el viento frio del invierno acarició su rostro. Los Dothraki y los inmaculados, la gente del norte, todos juntos preparados para luchar. Tuvo que escuchar el estúpido discurso de Daenerys en diferentes idiomas, rodó los ojos y pretendió fijar su atención en algo más. Jon habló para la gente intentando inspirarlos con sus palabras antes de marchar. Bran había dado los detalles de la ruta y estaban listos para marchar hasta ahí, interceptarlos y esta vez, luchar para acabar de una vez por todas con el rey de la noche.
Partieron al alba.
Evey caminaba al final del grupo y no porque esperar una emboscada y que atacaran a los que iban delante primero, sino porque tenía un mal presentimiento y si algo sucedía, si eran emboscados, podría trabajar mejor desde ahí.
No había hablado con Jon desde hace un rato, la última vez que intercambiaron palabras fue cuando discutían con Daenerys respecto a quien cabalgaría y dirigiría a Rhaegal, después de ello, la mujer de pelo blanco simplemente lo había evitado. En parte sí, estaba celosa, pero por otro lado, se había alejado de todos, ni siquiera charlaba ya con Ser Davos o Tormund como antes, y las razones de esto no las comprendía pues desde que había cambiado, tenía un humor voluble y tomaba decisiones muy diferentes a las que hubiera tomado en el pasado.
—Evey —dijo Jon como si hubiera leído su mente llegando al rescate.
—Snow —dijo ella sin mirarlo.
Jon montaba a caballo mientras que ella simplemente caminaba al final de la fila. El pelinegro la observó casi con tristeza en su rostro pero intentaba comprenderla aunque le resultaba difícil. Quería preguntar qué pasaba, pero hacer esa pregunta en una situación como esta no era la mejor idea y lo sabía. Bajó de su caballo para caminar a su lado.
—Todo terminará pronto —comentó intentando seguirle el paso.
—Eso espero, —respondió ella —si terminamos con el Rey de la Noche y todo su ejército, las futuras generaciones no deberán temer, —dijo sin siquiera voltearse a mirarlo —pero siempre habrá algo, siempre habrán amenazas en el mundo y quizá no otra como el rey de la noche... la guerra no acabara aquí, —miró de soslayo a Jon —la guerra seguirá por la corona y esa es una clase de guerra que nunca termina.
Tenía razón y él lo sabía, sabía que la Lannister no cumpliría con su promesa, que al final terminarían enfrentándose a ella por la corona que Daenerys aclamaba como suya pero que en el fondo, pertenecía a Snow. No quería participar en ello, Jon no quería una corona, solo quería vivir en paz lejos de guerras sin sentido y ahí se enfrentaba al dilema puesto que había dado su apoyo a la Targaryen y faltar a su palabra podría traer consecuencias nefastas.
—¿Pelearas por ella? —preguntó Evey al no obtener respuesta ni comentario alguno.
—¿Tengo opción? —respondió Snow.
—Sí, tienes la opción de negarte y lo sabes, —dijo casi con molestia que se reflejaba en sus palabras y tono de voz —no es tu problema, no importa quien esté en el trono, todo será igual y tú no tienes por qué alimentar su egocentrismo y su necesidad de poder para sentir que son algo relevantes en la vida —cerró sus puños —rompedora de cadenas, liberadora de esclavos... claro, ¿se ha preocupado de que pasara después? Es un sistema que ha roto y no ha arreglado nada. —se detuvo —Si libero a un esclavo que tiene un techo bajo su cabeza, comida y seguridad e alguna forma y lo dejo en la calle, sin dinero, sin una casa ¿soy una buena persona? No, solo lo condeno a morir... y dime ¿Qué está haciendo ahora por ellos? Nada, solo está jugando para obtener su corona a costa de títulos que no se merece. —y volvió a retomar su paso sacando la rabia de su pecho.
No estaba a favor de la esclavitud, de vender al ser humano como un producto, pero sabía también que liberar a alguien de sus cadenas y dejarlo a su suerte en un mundo que no conoce, en un mundo donde no sabe cómo desenvolverse, es condenarlo a la muerte.
La esclavitud en su pueblo fue abolida años antes que ella naciera y todo esclavo obtuvo una vivienda o un trabajo, algunos continuaron viviendo con sus antiguos amos como personas libres recibiendo un pago por su servicios, comenzaron poco a poco a hacerse cargo de sus propias necesidad y a sustentarse de manera personal, algunos compraron viviendas o la construyeron ellos mismos mientras que otros simplemente prefirieron vivir la vida de un esclavo como personas libres. Evey si bien admiraba que tuviera el coraje para hacer eso, también le repugnaba el hecho de que, luego de romper las cadenas de los esclavos en Essos, Daeneryus los dejara a su suerte en manos de cualquiera sin preocuparse de que pasaría mientras ella perseguía un estúpida corona. La Targaryen no parecía ser una persona tan astuta como todos decían, pero nadie la cuestionaba.
Jon se mantuvo en silencio pensando en sus palabras, admitiendo la razón de su molestia pero no dijo nada. La Evey que caminaba a su lado no era la misma que conoció, parecía madura y diferente, como si un aura de oscuridad la rodeara.
—Evey —dijo titubeante.
Ella se volteó. —¿Qué? —preguntó casi de mala gana.
—Cuando todo esto termine, si decides irte, me iré contigo.
Sorpresa, eso fue lo que sintió con sus palabras y su corazón se sintió cálido, tanto que aunque en su rostro mantenía una expresión amargada, una pequeña sonrisa se curvó en la comisura de sus labios —Nunca te pedí que lo hicieras —dijo y finalmente esbozó una amplia sonrisa, golpeo el hombro de Jon y siguió caminando, la simple idea de tenerlo cerca, era casi un sueño hecho realidad.
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Nieve y Oscuridad [Segunda Parte]
FanficUna misteriosa forastera llegó desde el lejano norte, desde más allá de las tierras del eterno invierno hasta Westeros para cambiar la vida de alguien en particular: Jon Snow, sin esperar que su vida cambiaría también por él. Escondiendo secretos, c...