10 días;22 presas muertas.Una palabra,una substancia,un único deseo me nublaba la mente.Sangre.Gracias a ella,mi cuerpo había adquirido ventajas que ningún humano podría alcanzar.Aunque era demasiado adictiva,cada vez que la probaba quería más y más.Nunca era suficiente.Los remordimientos eran substituidos por odio.Odio por un vacio en mi cuerpo que no era capaz de llenar.No sabía a donde iba,solo sabía que quería más.Nada ni nadie me podía parar con ese seductor aroma que me enloquecía.Estaba corriendo,no sabía a donde,ni siquiera sabía que hora era.La velocidad en que corría hacía que los arboles se doblasen hacía la dirección donde corría.Nunca me cansaba de correr.Mi pelo y mi ropa se elevaban como hierba movida por el viento.Escuchaba todo,el sonido de la hierba,las hojas de los árboles,mis pisadas...y las de alguién acercandose.Pare automaticamente al oir esas pisadas caminando hacía mi con paso lento.Me quede casi inmovil.Inspire,esperando saborear el dulce olor de la sangre.Pero no olía como siempre.Arrugue la nariz,olía muy amarga.Estaba muy cerca,sabía que no era humano.Sus pasos eran demasiado ágiles para serlo.Miré a la dirección de esos pasos con los dientes expuestos y en posición de combate.Estaba preparada para luchar si hacía falta.De la penumbra del bosque,salío un hombre donde su pelo rubio platino destacaba en la oscuridad.Dario.
Estefan POV
-Estefan vamos,no tenemos mucho tiempo-dijo Dylan impaciente y resoplando.Estaba frenetico.No paraba de asegurarse de que todo el mundo estabamos en la posición adecuada de atacar al otro clan y a los vampiros.Nuestro pacto de paz con los vampiros se había terminado y no dudaron en atacarnos.Ellos siempre han querido tener las joyas de ambos clanes,pero el pacto no les dejaba estar en nuestro territorio.Pero alguien ha decidido acabar con este pacto y dejar de vivir en paz unos con otros.Pero claro los del otro clan aprovecharon para atacarnos.Menos mal que Dylan no se unió a esa pelea,no sería capaz de pelear con él.Siempre fue un hermano para mi.Aunque los del clan no podían coger nuestras joyas,uno de los nuestros si.El que nos traicionó como una sucia rata fue Dario.Se había ido para otro clan y cogió algunas joyas del nuestro.Entre esas joyas,estaba el reloj que habiamos encontrado en la casa de Manuel.Pero me daba la sensación de que ese reloj no era del clan.Era de alguien dispuesto a matar por ese reloj.Pero no diría nada-¡ESTEFAN!
-¿Eh?-Dylan me miraba rechinando los dientes y con los brazos cruzados-Vale vale,ya voy,tranquilo.Relajate un poco hombre,no paras-era la verdad.Día y noche no paraba de ver las joyas,vigilar,traer comida y agua al clan...Creo que solo dormía dos horas.Estaba ojeroso y tenía expresión de dormirse de un momento a otro.Pero me sorprendía que aun estuviese en pie,dispuesto a todo.
-No puedo relajarme,podrían atacar en cualquier momento-se estaba volviendo loco.Temí por su salud mental por un momento.Yo lo mire preocupado.
-Dylan,deberias descansar.Has estado ya semanas así.Yo vigilare por ti-Dylan me miró directamente a los ojos y bostezo.Pero negó con la cabeza.Yo puse los ojos en blanco,él era terco,pero yo podría serlo más-O vas a descansar,o te juro por el Lobo Alfa que le dire a Manuel lo de...-me calle al ver su expresión.Me miraba con los ojos abiertos.
-¿Me estas amenazando?-preguntó.Yo suspire.
-Dylan ve a descansar.De verdad que lo necesitas-nos miramos mutuamente.Los dos eramos tercos pero yo lo era más.Finalmente,él suspiró.
-De acuerdo-me sorprendió un poco que se rindiera tan pronto-con una condición.
-¿Cual?-pregunte.
-Jamas me amenaces-el si que tenía tono amenazante,pero lo deje pasar.Sabía que estaba cansado.Yo asentí y él suspiró.
-Venga,a dormir la mona-bromeé y él me miró con cara cansada.
-Que gracioso-sonrió un poco pero bostezó.Se fue caminando hacía la cueva con paso lento.Yo sonreí triunfante y camine hacia la ciudad para comprar unas flores.Entre en una floristeria cualquiera y arrugue la nariz.No se como los humanos podían soportar tanto el olor de tantas flores distintas.Me recibió una mujer rubia de ojos azules claros.Llevaba unas flores en la mano y unas tijeras de podar en la otra.Llevaba un pantalon demasiado corto para mi gusto,una camiseta blanca manchada de hierba donde tenía demasiado escote y unos tennis de tela manchados tambien de hierba.Parecía la típica chica que le gustaba que la mirasen y que aprovechaba que era rubia de ojos azules para que los hombres la siguiese.Llevaba toneladas de maquillaje,joder me parecía raro que pudiese abrir los ojos con tanto rimel.
Al verme,me sonrió coqueta.Yo elegí algunas rosas blancas y ella intentó darme una vista de su delantera.Yo aparte la mirada,demostrandole que no estaba interesado.Le pague y cogi las flores.Me fui casi corriendo de allí,odiaba que las mujeres se hagan las facilonas.Caminando e ignorando miradas de algunas personas fui al cementerio.Cada domingo iba allí,para alejarme de los licantropos.El dolor era un sentimiento humano,por lo que quería sentirme lo más humano pósible.Camine leyendo las lápidas.Encontre la lápida del padre de Manuel y mire la de su lado.Se me cayeron las flores de la mano.
La tierra estaba removida y la tumba estaba abierta,la tapa estaba a unos metros mas lejos de la tumba.Me acerque y vi mas cerca de que ella no estaba.Lo más raro es que no olía a descomposición.La furia recorrío en mi,habían profanado su tumba y se la habían llevado.Un gruñido salió de mi pecho y corrí dejando las rosas blancas en el suelo.
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Diez Noches Para Olvidarme
Romance-¿Tienes acaso más secretos que no me has dicho?¿No nos has hecho suficiente daño?-hablaba dolido y enfadado. -Yo...yo..-no sabía que decir.Me intimidaba mucho con esa mirada enfadada y su expresión molesta.Pero en sus ojos había dolor.Estefan no me...