Capítulo X

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Deje de ver mi reflejo y bajé las escaleras.La cabeza me daba vueltas y la sed de la sangre humana volvió a atacarme.Salí de la casa mirando mis pies y me pare.Mi estómago parecía que estaba en llamas,necesitaba sangre.No quería matar a nadie,ahora me sentía culpable de todas las muertes que había hecho.Pense en aquellas mujeres que podrían estar embarazadas,aquellos hombres que tenían que llevar alimentos a su familia,aquellos niños con la vida y la ilusión por delante y aquellos ancianos que ayudaban a sus familias.Una familia era lo que mas quería y extrañaba.Me sentía como si no tuviese a nadie.Tenía a Manuel,pero él me había escondido tantas cosas que no se si darle mi confianza.Quería una familia,no de esas de anuncios ni esas que no tuviesen ningún problema.Solo quería un apoyo para seguir adelante.Sentí que mi existencia no servía de nada.Me escocían los ojos y cerré las manos en puños.Necesitaba quitar este dolor emocional.Vi un árbol y corrí hacía el.Le di un puñetazo y este se partió en dos.Vi mis manos y estaban perfectas despues de ese impacto.De repente,un delicioso olor inundó mis fosas nasales.Sangre.Sin pensarlo corrí a ese olor a la profundidad del bosque,hasta que encontré a una pequeña niña rubia de ojos verdes lima.Llevaba un vestido rosa y unos zapatos negros.En su cuello tenía un collar con unas letras en el.En su pelo tenía tirabuzones y llevaba lazos rosas.Me miró con sus enormes ojos verdes y en ellos veía miedo y preocupación.

-No encuentro a mi mamá-musitó con esa vocecita.Parecía un angel mandado por Dios para mí.Pero vi que se dirigia hacía mi-¿Sabes donde esta mi mamá?-su voz estaba rota,como si fuese a llorar de un momento a otro.Yo tragué saliva y la culpabilidad me golpeó.Era una niña,por Dios.Pero el ardor de mi estómago no cesaba y ese ardor empezó a ascender por mi garganta.Mire a la niña,no era capaz de hacerlo.Sus ojos inocentes me miraban temerosos.Vi mi reflejo en ellos y lo vi.Un monstruo.Era un jodido monstruo atrapado en ese cuerpo de mujer hermosa.Yo trague saliva,quería ayudarla,mi parte más bondadosa lo pedía a gritos.Pero si estaba mucho tiempo con ella,podría matarla.Yo negue con la cabeza y la niña se puso a llorar.Decidi dejarla allí y camine lejos de ella.Escuche sus pisadas corriendo hacia mi.

-Ayudame,no se donde esta mi mami-tropezó y se cayo.Lloró más fuerte y yo me gire.Vi en su cara desesperación.Dios me encantaban los niños,no podía dejarla ahí.Mi ardor en el estómago luchaba contra mi bondad.Al final,mi bondad ganó y fui hacía ella intentando no respirar.

-¿Sabes donde está tu casa?-pregunte.La niña negó con la cabeza y se arrodillo en el suelo.Yo me agache a su altura y vi su piel palida con sus venas...Concentrate,Natalia.

-Mi mamá me dejó aqui y se fue-sollozó ella.Menuda hija de puta la madre,con que abandonando a su hija en el bosque.Sentí el conocido sentimiento de la rabia dejandome un sabor amargo en la boca.

-¿Cuánto llevas aqui?-la niña se dió cuenta del odio en mi voz y dió un paso hacia atrás,asustada.

-No...no se-me miraba con su inocente gesto.

-¿Como te llamas y cuales son tus apellidos?-tenía que recibir información sobre ella para encontrar a sus padres.

-Samanta Miller Blake-yo asentí.Me levanté y mire a Samanta.

-Bien,Samanta.Hasta que encuentre a tus padres te vas a quedar en mi casa-acaricie su cabeza intentando reconfortarla.Ella asintió y me cogió el dedo de la mano con su pequeña manito.Caminamos a paso lento hacia mi casa,ya que ella era muy pequeña.

-Tengo una barbie que tiene tu mismo pelo-dijo ella.Yo mire a Samanta con ternura.Hacía tanto tiempo que no veo a niños pequeños.Se portaban mejor que los adolescentes hormonales.Ella parecía tener como cinco o seis años.

-Pues que bien-le sonreí.El ardor en mi estómago lo fui domando mientras andabamos a mi casa.Samanta me miró con ojos brillantes.

-Tengo la casa de barbie,un día jugamos con mis muñecas.¿Te gustan los perros?-ella me empezó a hablar sobre sus muñecas,su mascota,hasta que se ponía maquillaje.Yo solo asentía y le sonreía con cariño.Era bastante adorable cuando hablaba de sus juguetes.Llegamos a mi casa y vi que estaba igual que antes.Su exterior pintado de un blanco algo oscuro,aunque la puerta de entrada la habían arreglado.Caminamos hacía ella y la golpeé con los nudillos.

-Que casa mas bonita.Es como la mia de barbie-yo reí.A esta niña le encantaba las barbies.Alguién abrió y vi esos ojos verdes esmeraldas que brillaban con intensidad.En esos ojos se veía molestia y celos.

-¿Donde estabas?-preguntó Estefan.Vi que no llevaba camiseta y me sonrojé violentamente.

-En tu casa-mire a la niña que se ponía detras de mi.Pero Estefan la vió antes de que se escondiese.

-¿Y esa niña?-Estefan la miró y Samanta dió una risita y se escondió en mis piernas.Yo sonreí un poco.

-Su madre la dejó aqui y la quiero cuidar hasta que encontremos a sus padres-Samanta volvió a mirar a Estefan con timidez.Sus mejillas estaban ligeramente sonrosadas.Estefan la miró a ella y luego a mi.

-Y traerla a un lugar lleno de vampiros y hombres lobos es lo más seguro para ella-yo volvi a ver a la niña y Estefan igual.Él miró a la niña alzando una ceja y abrió los ojos.En un segundo,Estefan estaba pegando a la niña.

-¡Estefan!-grite.Fui hacía él y aparte a Samanta-¡¿Que cojones estas haciendo?!¡Es tan solo una niña!-Estefan solo vió detrás mia mordiendose el labios en un gesto nervioso.Yo mire detrás mia y vi a la niña quitandose el collar.Miré como sus ojos se tornaban rojos y sus dientes puntiagudos.De su pecho se escuchó un rugido de un lobo.La niña nos miró a Estefan y a mi.

-Estais muertos-su vocecita había desaparecido transformandola en una voz grave y temible.Yo solo la mire asustada.Mierda si me asustaba hasta las peliculas de terror.

Diez Noches Para OlvidarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora