Break free (Chanbaek)

XVIII

-¿Estás seguro de lo que vas a hacer?.

Esbozó una mueca y bajo la cabeza, seguro como tal no lo estaba pero quería intentarlo, se merecía ser feliz, los tres se lo merecían.

Levantó la cabeza y miró fijamente a JongDae, había pasado demasiado tiempo sin hablar seriamente con nadie y apreciaba mucho su preocupación pero ¿qué podía hacer?, si no lo intentaba podría pasarse toda la vida lamentandolo y no quería eso, si no salía bien podía solucionarlo, cogeria sus cosas y volvería con ellos, pero no podía evitarlo, quería hacerlo.

-Quiero intentarlo.

Su hermano asintió y sonrió leve.

-Sabes que estoy aquí para ti, ¿no?, si necesitas que alguien ponga al alfa Park en su sitio soy tu hombre.-rió.-Recuerda Baekhyun, todo es todo.

-Lo sé.-sonrió más relajado.

-Te echaré de menos.-Murmuró JongDae.

Sonrió y negó lentamente.

-¿No será que echarás de menos a DaeHyun?.

JongDae sonrió y negó ligeramente con la cabeza.

-Quiero ver a mi sobrino todos los meses Baekhyun, no aceptaré una negativa.

Baekhyun sonrió leve y cogio los platos de la encimera, JongDae les había pedido a Minseok y al alfa Park que aguardaran en la mesa del comedor mientras ellos preparaban el desayuno.

-Lo veras siempre que quieras.-sonrió.-Eres su tio.

JongDae asintió y atravesó la puerta de la cocina con un plato en cada mano.

Dejó escapar un suspiro, estaba poniendo en juego muchas cosas al tomar la decisión de permanecer con Chanyeol, pero él también estaba arriesgando mucho.

Habían decidido desayunar y después marcharse cuanto antes, aunque preferiría permanecer con su hermano sabía que como alfa Chanyeol debía volver a cumplir con sus deberes.

Salió hacia el comedor y sonrió al ver a Minseok darle el desayuno a DaeHyun, estaba seguro de que su hermano y su compañero no tardarían en tener un cachorro, sólo había que ver lo emocionados que estaban alrededor del pequeño.

Comieron tranquilamente, para ser sincero podía considerarse el desayuno más tranquilo en el que jamás había estado.

Después de aquello el tiempo hizo de las suyas, las horas pasaron más rápido de lo que podía asimilar, estaba demasiado nervioso. En un momento estaba comiendo bacon como si la vida le fuera en ello y ahora estaban metiendo lo poco y nada que tenía en el maletero de Chanyeol.

Cerró el capó y caminó hacia la parte trasera, abrió la puerta y empujó la sillita de DaeHyun hasta el asiento, estiró el brazo hacia el arnés y bufó.

No podía ser posible.

Parpadeó un poco aturdido y volvió a centrar su atención en colocar la silla de DaeHyun de la forma correcta, no entendía quién la había diseñado. Necesitaría tres licenciaturas en física para poder montarla sin equivocarse.

-¿Necesitas ayuda?.

Levantó la cabeza hacia el gran lobo con su niño en brazos, definitivamente DaeHyun se había encaprichado de Chanyeol, no lo quería soltar. Por un lado eso se sentía condenadamente bien, pero por otro se sentía traicionado, su hijo lo había remplazado.

-Un poco no estaría mal.-murmuró.

El alfa Park asintió, movió a DaeHyun hacia sus brazos estirados y se lo extendió esperando a que el pequeño quisiera despegarse de su cuerpo.

-Dae ven con papa.

DaeHyun lo miró y lo ignoró completamente, hizo una mueca y giró la cabeza.

-No Api no.

Bufó y lo cogio de la cintura apresandolo entre sus brazos, no entendía porque estaba tan reacio, él le había dado la vida. A Chanyeol lo conocía de un par de meses.

Esperó pacientemente hasta escuchar el clik característico del enganche, dejó a Chanyeol retroceder y se aventuró a meter al pequeño en el coche.

-Deberíamos irnos ya si queremos llegar antes de que se haga de noche.

Levantó la vista y asintió en dirección al lobo, quería irse y a la vez quedarse, su cerebro estaba en un dilema.

-Esta bien.-Sonrió leve.-Vamos.

Era ahora o nunca.