IV

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Realizar sus tareas se resumía en limpiar, cocinar y hacer todo aquello que los demás lobos no estaban interesados en hacer, le parecía un abuso, ¿pero qué más iba a hacer?, al fin y al cabo estaba allí por culpa de SungMin y por el momento no tenia como remediarlo.

Suspiró removiendo la comida de la sarten, estaba cansado, su lobo no paraba de removerse con inquietud, lo sentía en la superficie, quería salir a correr, estirar las patas.

-Buenos días.

Levantó la cabeza y arqueo una ceja, ¿buenos días?, serían buenos para él, siendo el segundo al mando seguramente tendría siempre un buen día, no tendría que hacer lo que le mandasen ni enseñar el cuello en señal de sumisión, definitivamente para él no eran buenos días.

Asintió en respuesta para no ser descortés, aunque realmente le diera igual y no le importase un comino lo que pensará el lobo, no podía meter la pata dos veces en un día.

-¿Dónde está el bebé?.

-Duerme.

-Mi madre dice que a esa edad, yo era insoportable.-rio.-Me encantaría llenar mi casa de cachorros.

-¿Y por qué no lo haces?.

Negó nada más dejar salir las palabras de su boca, no debía pedir explicaciones, no eran amigos, no llegaban a ser ni siquiera conocidos, seguía sin fiarse de él, pero era una de las pocas personas con las que hablaba después de mucho tiempo aislado, porque SungMin no contaba como compañía ni como nada.

-Yo lo lamento, no debería preguntar.

El lobo asintió y negó con la mano, restandole importancia.

-No siempre es fácil.-sonrió leve.-Mi pareja y yo llevamos un tiempo intentándolo, hemos perdido un cachorro y realmente no estoy seguro de si podríamos volver a pasar por eso.

Asintió y siguió moviéndose por la cocina, tenía una montaña de platos por lavar.

-Mi madre me contó que existe una hierva.-Susurró.-Tal vez sea algo estúpido y no funcione, pero ella aseguraba haber quedado embarazada tras tomarla, se llama Elminex, seguro que se trata de una historia de ancianas pero, ¿Quién sabe?, tal vez funcione.

-Gracias Baekhyun, lo tendré en cuenta.

Asintió y empezó a lavar los platos. Era una de las tareas que más aborrecia, suspiró y cogio la esponja.

Se agarró a la encimera y soltó un poco de aire, le estaba costando mantener al lobo a ralla, sintió como le cambiaban los ojos de color y bufo, no dejaría que el animal lo controlara.

-¿Baekhyun estás bien?.

Sintió la presencia del lobo tras su espalda y se removió incomodo, no lo había sentido, sus sentidos estaban fallando.

-Sí.-sonó más como un gruñido que otra cosa, estaba demasiado cerca de la superficie.

Sacudió la cabeza y se estiró un poco, seria mejor acabar cuanto antes lo que estaba haciendo, necesitaba salir a estirar un poco las patas con urgencia.

-No es bueno lo que haces.

-No se de qué me hablas.

-El lobo no aguantará mucho.

-Lo sé.

Claro que lo sabía, era algo que les enseñaban desde cachorros, su lobo era una parte muy importante de ellos mismos, debían aprender a controlarla y mucho más importante, comprenderlo cuanto antes.

Suspiró al sentirlo retroceder, se secó las manos y empezó a servir los platos, lo dejaría todo en orden y después se iría con DaeHyun a respirar un poco de aire fresco, queria estar en una zona que oliera menos a alfa, aunque sólo fuese por unos minutos.

-¿Puedes decirle al alfa que esta todo preparado?.-murmuró algo impaciente.

-¿No comerás con nosotros?.

Negó y lo miró confundido, ¿acaso se le permitía eso?.

-¿Puedes avisarlo?.

-Sí.

Sonrió y lo miró agradecido, salió de la cocina a paso rápido y subió las escaleras casi corriendo, sonrió al abrir la puerta y ver a DaeHyun balbucear entre sueños.

Cogio la ropa más invernal que tenía y se la puso mientras emitía algún que otro quejido, sonrió satisfecho cuando terminó y cogio un par de cosas para él, todavía le quedaba algo de leche pero debería ir a comprar cuanto antes.

Según había podido ver cuando había llegado había un bosque espeso tras las zonas habitadas, corrió escaleras abajo y salió sin hacer demasiado ruido, caminó durante unos minutos hasta dar con una pequeña entrada entre los árboles.

Atravesó un poco el camino y frenó cuando estuvo completamente rodeado de árboles, suspiró y se quitó la chaqueta envolviendo al bebé al instante, dejando las mangas unidas por un nudo para después poder agarrarlo.

Siguió desvistiéndose y se lamentó a la hora de cambiar. Le dolían todos los huesos y el cambio había sido de todo menos agradable, sonrió un poco enseñando los caninos, DaeHyun acababa de abrir los ojos, lo miraba atento con sus hermosos ojos marrones, agachó la cabeza y pasó la lengua por uno de sus mofletes, divirtiéndose al verlo gorjear.

Cogio la unión de las mangas con la boca y tanteo antes de levantarlo, atento a cualquier cosa que pudiese salir mal.

Se dio una vuelta por los alrededores, quedando en la parte trasera de la zona más comercial, podía escuchar el sonido de los coches, los pasos de las personas y a la gente hablando.

Dejó al pequeño sobre una pequeña montaña de hojas y se preparó para el cambio, gimiendo al escuchar los huesos tronar, definitivamente aún tenía muchas lesiones que curar.

Se estremeció por lo frío que estaba el suelo bajo sus pies y comenzó a vestirse, intentando quedar lo más presentable posible, bufo un poco intentando peinarse y negó dándose por vencido, cogio a DaeHyun y lo llevo a su pecho, sonriendo al sentir el calor expandirse atraves de la tela.

Salió entre los árboles, caminando con sumo cuidado, intentando no llamar mucho la atención.

Caminó un poco perdido, no sabía cuales eran las tiendas que le interesaban, por el momento sólo quería la leche de DaeHyun y una botella de agua para poder hacer la mezcla.

Levantó la nariz y empezó a olfatear, dejándose guiar por el olfato llegó a una pequeña tienda de comestibles, entró despacio, no tenía mucha prisa, sonrió entre los pasillos, hacia mucho que no salía a comprar, la última vez SungMin le había dado una paliza cuando le dijeron que lo habían visto, eso lo había dejado sin ganas de sus pequeñas escapadas mensuales.

Llegó al pasillo de la comida de bebés y rebusco en su pequeña bolsa, tenía el dinero justo, sonrió y se dispuso a pagar.

Salió unos minutos más tarde, el dependiente era un hombre mayor, de pelo canoso y muy risueño, lo había entretenido un poco.

-Deberías decir a donde vas.

Se le erizaron todos los pelos de la nuca, definitivamente el día no podía ser mejor.

Soltó un poco de aire y lo miró fijamente, buscando las palabras correctas para que lo dejase en paz. Emitió un pequeño grito al sentir su mano en la parte baja de su espalda, la columna le cosquilleaba y el lobo estaba dando vueltas inquieto, empezaba a sentirse extraño, al menos esperaba que no estuviese pasando lo que él creía por que si no estaba más que jodido.

-Baekhyun.

-¿Umm?.

-Camina, te llevaré en coche.

-¿Cómo sabias que estaba aquí?.

-Te seguí.

-¿Por qué?.

-Sabes porque, simplemente camina, deberías ser más cuidadoso con tu alimentación.

-Alfa Park, quiero saber porque me estaba siguiendo.

-Chanyeol, me llamo Chanyeol, hablaremos cuando volvamos, me estoy empezando a hartar de esto.

-¿Hartarte de qué?, no he hecho nada.-bufo.

-Camina Baekhyun, por favor.


Break free (Chanbaek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora