IX

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Su conversación con Chanyeol había sido corta y muy tensa, había hecho todo lo posible por terminar cuanto antes.

No sabía como mostrarle todo lo que pasaba por su cabeza, se sentía tan confundido cuando hablaba con él.

Suspiró mientras buscaba algo decente para ponerse.

Las horas habían pasado tan rápido que no sabía en que momento las personas habían empezado a llegar.

Se había abrumado un poco al ver tantos lobos juntos, todos vestidos de gala, bien perfumados y elegantes, él sin embargo llevaba la misma ropa de siempre. Hacia tanto tiempo que no salía que era incapaz de recordar la última vez que se había comprado algo que lo hiciera sentirse bien.

Suspiró removiendo la ropa dentro de la mochila, se dejó caer sobre la cama y se rió, era la primera vez después de muchísimo tiempo que intentaba verse bien, tal vez inconscientemente quería impresionar a Chanyeol aunque fuese sólo un poco.

Se apoyo sobre su estómago y sonrió al ver a DaeHyun entretenido con sus cordones, al menos uno de los dos iba vestido para la ocasión.

Sintió unos pasos tras la puerta y frunció el ceño, alguien llevaba caminando enfrente durante varios minutos.

Abrió la puerta y dejó caer la mandíbula, Chanyeol estaba caminando de un lado a otro del pasillo, estaba simplemente perfecto, el traje negro a su medida, el pelo peinado hacia atrás remarcando sus facciones y una camisa blanca remangada hasta los codos resaltando sus brazos.

Sí definitivamente perfecto.

Unió los labios y parpadeó, tendría que empezar a acostumbrarse a la fiesta de mariposas que tenía lugar en su estómago, soltó un poco de aire y lo miró fijamente, ¿querría algo?.

Se preparó para cerrar la puerta, el lobo estaba concentrado en sus pensamientos y no quería incomodarlo.

-Baekhyun.

-¿Si alfa?.-murmuró.

-Quiero que hagas algo por mi.-Empujó una bolsa contra su pecho y se dio la vuelta.-Cuando estés listo baja, te estaré esperando.

Asintió un poco confundido a pesar de que sabía que el lobo no lo vería, entró al cuarto y sonrió atontado, definitivamente tenía que aprender a reaccionar ante el gran lobo.

Curioso abrió la bolsa, dejando caer el contenido sobre la cama, abrió la boca y levanto la tela roja con mucho cuidado.

Era una camisa preciosa, si no estaba equivocado se trataba de seda, pero nunca había tenido una, así que tampoco podría afirmarlo, pero sí podía decir que era hermosa, era lo más suave que había tocado y lo mejor de todo, olía a Chanyeol, era un olor sutil, pero era el suyo.

Sonrió hacia DaeHyun y se señaló.

-Papi también va a ir guapo, ¿te lo puedes creer?.

Se quitó la camisa que llevaba puesta y se puso la otra, tal vez se vería mejor en cualquiera de los lobos que estaban en la planta baja, pero Chanyeol se la habia dado a él, no sabía el motivo pero tampoco le importaba.

Cogio los pantalones negros que había ignorado completamente y sonrió divertido, estaba seguro de que no entrarían. Durante el embarazo había aumentado un par de tallas, aunque nadie se lo había dicho, no era ciego, sus muslos estaban más rellenos, sus caderas más anchas y tenía una pequeña montañita de grasa en el abdomen que se lo recordaba cada vez que se veía en un espejo.

-No me mires así Dae.-Sonrió.-Se que tal vez no entren.

Respondió en forma de gorjeo como si intentara decirle que no entraría ahí ni loco.

Se quitó los pantalones y comenzó a subirse los otros, costó un poco y mucha paciencia pero cerraron, dio un par de pasos como prueba y soltó un poco de aire. Habían entrado, ahora sólo hacia falta que no se rompiesen durante el trayecto.

Se puso los zapatos y cogio a DaeHyun en brazos, suspiró y salió hacia la planta baja, escuchaba las voces desde la escalera, no estaba seguro de cuantas personas habían, había perdido la cuenta después de treinta.

Entró al salón despacio intentando no llamar mucho la atención, algo un poco difícil cuando DaeHyun vio a Jongin.

El lobo se había convertido en el favorito de su hijo, sólo le hizo falta verlo para empezar a gorjear y chillar feliz, removiendose entre sus brazos.

Se sonrojo al ser el centro de atención y se quedó en la entrada mientras DaeHyun seguía intentando llamar la atención de Jongin de forma insistente.

Sintió una mano en el hombro y se dio la vuelta, sonrió hacia el lobo y boqueó al sentir sus dedos entrelazarse con los suyos.

-¿Qué hacés?.

-Tenía curiosidad.-sonrió leve.-Siempre quise saber si tus manos encajarían con las mías.

Soltó un poco de aire y sonrió, él también tenía curiosidad, mucha a decir verdad, quería saber si cantaba bajo la ducha, si le gustaban los chistes de pescadores, su comida favorita, si prefería la lluvia o un día sereno,  queria saberlo todo de él, absolutamente todo.

-No debería hacerlo, pero creo que es la única forma de formar parte de esto, no se si me entiendes Baekhyun, pero llevaba tanto tiempo esperando a que aparecieras que se me hace muy difícil no acecharte.

-Lo entiendo alfa Park.

-Chanyeol.-sonrió.-Sólo llámame Chanyeol.

Asintió y sonrió, si todo fuese así siempre sería magnífico, tenía unas ganas tremendas de acurrucarse entre sus brazos y no salir de allí jamás.

-¿Baekhyun?.

La burbuja explotó y se dio la vuelta más rápido de lo que su cerebro podía registrar, esa voz la conocía, había crecido escuchando esa voz.

Sintió las lágrimas aglomerarse en sus ojos y sollozo, había echado mucho de menos esa voz.

-¿Baekhyun eres tu?.

Asintió intentado aguantar las lágrimas, fallando claramente en el intento.

Se acercó hasta el lobo que tenía en frente y apoyó la cabeza sobre su hombro.

-¿Dónde has estado bebé?.

Break free (Chanbaek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora