Break free (Chanbaek)

III

Un alfa no se empareja de un lobo con crías.

Se levantó tanteando el resto de la cama, no sentía el calor que irradiaba el pequeño cuerpo de DaeHyun, se incorporó rápidamente y se ahogó al no ver a su pequeño al lado.

Saltó de la cama y salió corriendo hacia la planta baja, levantó la nariz y lo sintió, su olor característico de bebé, una mezcla entre la leche y su olor natural.

Corrió sin mirar realmente hacia donde iba, cruzó prácticamente toda la casa y se detuvo al ser estirado hacia atrás.

La piel le pico, se estremeció y el lobo en su interior empezó a dar vueltas.

-¿A dónde vas?.

Levantó la cabeza rápidamente, estaba nervioso, temblaba de pies a cabeza, quería a su bebé.

-Alfa.

-Te estoy haciendo una pregunta.-gruñó.-¿A dónde vas?.

-Mi bebé.-balbuceó.-Me necesita, yo quiero ir a...

-¿A dónde?.-espetó.

Se separó al escucharlo llorar, estirando del agarre que mantenía el lobo sobre su muñeca y volvió a correr.

Entró en lo que suponía era la cocina como un rayo, atravesandola hasta tener a su bebé en brazos, lo revisó desde la cabeza hasta los pies, cerciorandose de que todo estuviese en orden.

Se giró mostrando los caninos, caminando hacia la mujer que había sostenido a su hijo segundos antes, con el ceño fruncido y la sangre hirviendo.

-¿Quién te dio el permiso de tocarlo?, ¿Quién te dijo que podías llevártelo?, no te conozco, ¡no puedes entrar como si nada y llevártelo!, ¡no es tuyo!.

Estaba apunto de explotar, no podía mantenerse alejado de DaeHyun, era lo único que lo mantenía estable, lo único por lo que se levantaba cada mañana, no tenía ganas de vivir, pero respiraba por él.

-Es mi hijo.-Gruñó.

Tal vez se estaba desahogado con la loba, pero ella no lo entendería, debía estar con DaeHyun en todo momento, su niño no era como los demás lobos, probablemente se debía a sus genes, no quería que se dieran cuenta de lo que lo hacia tan especial, de lo delicado e importante que era.

-Yo le dije que lo cogiera.

Levantó la cabeza y bufó al ver al gran lobo, ¿Quién se creía para meterse en su vida?.

-No tienes el derecho.-gruñó.

Vio la ceja del alfa elevarse, tal vez no debería hablarle de esa forma.

-No permito que me hablen así en mi casa.

Bufó e intentó salir de la cocina, acunando a DaeHyun entre sus brazos.

-Baekhyun.

-Alfa Park.

Pasó por un lado y subió hasta la segunda planta, cogio un par de prendas y se metió en el baño, se acercó hasta la bañera y puso el tapón dejando que el agua fluyese, dejó a DaeHyun sentado en la bañera, se arrodilló y empezó a enjabonarlo, sonriendo al escucharlo reírse cuando le hacía cosquillas, le lavo el pelo con cuidado y lo sacó unos minutos después, secándolo para que no cogiese frió.

-Papi está aquí.-sonrió mirándolo.- Siempre voy a estar aquí.-habló besando su tripita.

Salió del baño encontrándose con el alfa, murmuró por lo bajo y levantó la cabeza a la espera de su castigo, no agacharia la cabeza ni se inclinaría, no tenía porque hacerlo, no estaba equivocado.

- Byun Baekhyun.

-Alfa Park.

-En mi casa se cumplen algunas normas, no se cómo te desempeñas con tu pareja ni como demonios hacéis las cosas, pero en esta casa mando yo.-Gruñó.-Yo hablo y tu obedeces.

Apretó los dientes y levantó la cabeza, por obligación tenía que acatar todo lo que le pidiesen pero eso no incluía a su hijo, nadie le ponía un dedo encima sin su consentimiento.

-No es mi pareja.-Gruñó

-¿Cómo?.

-No es mi compañero, sobre lo otro, mi hijo está bajo mi protección, yo me encargo de eso, puedes ser alfa y todo lo que quieras pero sobre él no tienes ningún derecho.

Respiró hondo intentando relajarse, no podía enfadar al lobo por mucho que su cabeza le gritase que se defendiera, que dijera todo lo que pensara, que dejara que su lobo tomase las riendas de la situación no podía, llevaba mucho tiempo domesticando su parte animal, después de meses había vuelto a sentirlo dentro, empujando con ganas de que lo dejara salir a la superficie, no quería más problemas.

Sonrió cuando la pequeña mano chocó contra su hombro en un intento de llamar la atención, bajo la cabeza y deposito un beso sobre la frente, escuchando un gruñido de parte del hombre que tenía enfrente.

-No puedes alzar la voz en mi casa, es una falta directa Byun, simplemente dedicate a tus tareas.

Levantó la cabeza y estuvo apunto de volver a gruñir, seguía sin gustarle la forma en la que miraba a DaeHyun.

-Esta es una advertencia Byun, no cruces la línea.-siseo.