Capítulo 24.

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Mi tía nos da las llaves del coche, y salimos.

Tris conduce por dónde yo le indico, y pasados unos veinte minutos, llegamos al centro.

Andamos cogidos de la mano y entramos en un restaurante italiano al que solía ir de pequeña llamado “Il mio cuore”.

Un señor trajeado no sonríe y nos saluda en español. Tris frunce el ceño y sonríe. El hombre nos indica dónde debemos sentarnos.

-¿Has pensado que harás cuándo se acabe el verano?-Pregunta Tris terminando de sentarse.

-Si, supongo que seguiré con la fotografía-Sonrío-¿Y tu?

-No tengo la más mínima idea, todo se verá.

-¿Qué quieres?-Añado mirando la carta-Yo voy a pedir pasta.

-¿Compartimos?-Niego-¿Por?

-Por qué sabes que me gusta comer, y me gusta la comida-Río-No voy a ir de niña fisna pidiendo una ensalada Tris, me conoces, si quieres pedimos dos platos, y los compartimos, pero uno solo no.-Me mira asombrado y ríe.

-Te quiero-Masculla-De verdad, hace tiempo que buscaba alguien así, a quién no le diera vergüenza comer delante de mí, a quien no le importara lo que pensaran los demás, supongo que ya sabía eso, porque hace mucho tiempo que nos conocemos, pero no lo sabía de este modo, así que sí, dos platos sí.-Sonrío inconscientemente ante sus palabras, y me sonrojo.

-¿Pasta y pizza?-Pregunto riendo y omitiendo todas sus palabras-Lo siento, no soy muy buena en esto-Sonrío apenada. Tris se encoge de hombros dándome a entender que no pasa nada.

El hombre de antes vuelve a aparecer, toma nota de lo que queremos y se va.

-Mañana iremos a cenar a casa de mi prima, ¿te parece?-Tris asiente y se lleva un trozo de pizza a los labios-Y el domingo podríamos ir a la playa, solitos.

-Me parece genial-Sonríe.

La cena termina y nos vamos de nuevo al apartamento.

Mi tía y mi abuela ya duermen, por lo que en silencio, subimos las escaleras.

Dejo el bolso en el perchero y me tiro al sofá, estoy cansada y no se de qué.

Tris se tumba a mi lado y apoya su cabeza en mi hombro. Con uno de sus dedos, acaricia mi mano con suavidad, hasta que decido entrelazarla con la suya por qué me está haciendo cosquillas. Enciendo la tele, pero no le presto atención.

Es extraño, pero ahora, en este mismo instante, me siento preparada.

Y apenas han pasado 24 horas desde que rechacé la oportunidad.

Así que me lanzo. ¿Por qué no?

Apago la tele, y acto seguido Tris se gira para mirarme.

Sonrío y dejando nuestras manos libres, le acaricio la mejilla.

Se aproxima con lentitud hasta mis labios, y los captura con suavidad, sonrío ante ese gesto, pero en seguida puedo notar cómo queremos más, al menos yo quiero más.

El beso sube de temperatura, y empiezo a tener calor, cómo las otras veces.

Me levanto un poco del sofá y me siento en las piernas de Tristan. Mis manos vagan suavemente por su nuca, y las suyas no bajan de mis caderas.

Cierro los ojos con fuerza cuando siento sus labios en mi cuello. Suelto un leve gemido y enseguida me avergüenzo. Tris vuelve a unir nuestros labios, mientras se levanta del sofá conmigo en brazos, y se dirige hacia la habitación.

Me deja con cuidado sobre la cama y se quita los zapatos, antes de recostarse sobre mi.

Vuelve a atacar mis labios con necesidad, y yo envuelvo su cadera con mis piernas.

Cómo otras veces, empiezo a quitarle la camiseta, pero esta vez, termino con lo que he empezado.

Poco después, sólo me quedan dos prendas de ropa por quitarme, y Tris no duda un segundo en deshacerse de una y lanzarla a varios metros de dónde nos encontramos.

Mis manos suben y bajan un millón de veces por su espalda, ahora desnuda, y sus labios no dejan de humedecerme el cuello, segundo tras segundo.

-Tris, hazlo ya.-Mascullo en un susurro.

-¿Estas segura?-Detiene sus besos para mirarme a los ojos y asiento, sí, claro que estoy segura.-Espera aquí.

Se separa unos metros de mí y va hasta el bolsillo de sus pantalones, de allí saca la cartera y de está un pequeño paquetito azul brillante.

Se gira y se lo coloca, o al menos eso creo.

Cierro los ojos y me muerdo el labio.

-Ve con cuidado, por favor.-Él asiente antes de volverme a besar. Con delicadeza me quita la última prenda de ropa, segundos más tarde, lo hace.

Es lento, algo que agradezco con todo corazón porque por el momento duele.

Cierro los ojos con fuerzas, y siento una lagrima resbalar y caer en el cojín.

-¿Quieres que pare?-Pregunta preocupado. Niego con la cabeza.

Tris sigue suave y lento, y así hasta que creo haber llegado al orgasmo. Después de todo ha valido la pena.

Suspira y se deja caer al lado de la cama, pero me rodea con los brazos, haciendo que repose mi cabeza en su pecho.

-¿Estás bien?-Pregunta tomando mi barbilla haciendo que le mire. Sonrío dando a entender que si y cierro los ojos, quedandome profundamente dormida.

Alfinal he decidido dejaros disfrutar un poco más de Tram. JAJAJA. Igualmente el personaje de Anastasia aparecerá (Le cambiare el apellido por que Sam se llama Smith, y no sería muy logico, y...) Enfin, no me odieis.

A la novela le quedan cómo mucho 10 capítulos, y he tirado por lo alto. Pero tranquilas, ya tengo pensada, y escrita la sinopsi de la ¡SEGUNDA TEMPORADA! Será muy diferente,pero espero que os guste tanto cómo esta, que ya tiene 2,5K!

Le dedico este capítulo en general a todas las que leeis, pero hoy se lo dedico especialmente a @Mariia5SOS por sus coments, por hacer novelas que me encantan, y por todo bby.

Buenas noches, mañana subo otro! BESOOOOOOOS<3

Shout Again |Tristan Evans| TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora