Otae era consiente de Los sentimientos que tenia kyubei por ella, aveces se engañaba asi misma pensando que algo como eso no podía estar pasando, que todo era un malentendido y que entre ellas no había nada más que una hermosa amistad, pero ella sabia que no era asi.
Cuándo la valiente chica había acordado un día con su amada Otae, esta sospecho que no se trataba de una salida de amigas, si no que mas bien de una cita. El solo pensar en aquello le inquietaba, y le provocaba un extrañó nerviosismo, similar al que sintió cuando kyubei se transformo en hombre.
El dia de la autonombrada "cita", llego mas rapido de lo que hubiera deseado. Acordaron verse en un parque, y aúnque Otae había llegado algo tardé, no se veía rastro de la otra chica.
-¿Si era aquí? -
Antes de que pudiera revisar su celular para confirmar si estába en el lugar correcto, pude escuchar la voz de Kyubei. Otae volteo, pero quedo congelada al darse cuenta que su masculina amiga llevaba puesto un kimono y su cabello se encontraba suelto con un moño sosteniendo dos mechones de su cabello atras, en pocas palabras se veía hermosa.
-P..Perdon por llegar tarde, cuando dije que tenia una c..cita, no me dejaron salír con la ropa que a mi me hubiera gustado -
Otae agradecío que Kyubei no estuviera vestida como un chico pues temía que aquellos nerviosismos, tartamudeos y sonrojos sacados de contexto por la otra Chica volvieran, aunque la verdad apesar de estar vestida con un femenino Kimono aun se sentía nerviosa, ¿porqué? era Kyu-chan, ¿como podría verla de cualquier otra manera?.
Ambas mujeres se dirigieron hacía una acogedora pastelería que acababa de abrir cerca del dojo de la castaña, era muy bonito y ambas tenían ganas de algo dulce el día de hoy.
Todo fluyo como todas sus salidas de amigas hasta que terminaron de comer y se diriguieron a sus hogares. Kyubei insistio en llevar a Otae a su casa primero, cosa que ya estaban acostumbradas a hacer, la unica diferencia es que la más pequeña no había soltado la mano de la otra en ningún momento, a Otae le parecío tierno. hablaron de cosas en común, hasta que la conversación se dirigío sobre cierto peliplateado.
-El solamente no puede dejarnos atras-
Dijo Otae regalando una sonrisa al aire que contagío a Kyubei.
-Tienes razón, siento que si es el, puedo llegar a agarrar su mano aunque sea un hombre-
Apreto la mano de su amada con cariño, pero el cariño no llego, ya que Otae estaba muy sorprendia por la dolorosa punzada que sintío en el pecho al escucharla hablar de Gintoki de esa manera, ella era la unica que podía agarrar la mano de Kyubei, se sorprendío más al darse cuenta de los egoístas que eran sus pensamientos.
Kyubei noto este raro comportamiento, se acerco para verla mejor y le pregunto.
-¿Todo bíen Tae-chan?
Un tenue color rojizo empezo a nacer del rostro de Otae expandiendose hasta llegar a sus orejas. Los molestos latidos habían vuelto.
-ha...a.. !si, claro!-
Sus pasos se volvíeron más rapidos y sus platicas más tontas, Kyubei tambíen estaba nerviosa, había notado el rubor de la castaña y parte de ella estaba ilusionada pensando que tal vez tendría alguna oportunidad. Así fue todo el transcurso hasta llegar a la entrada del dojo. Ambas chicas se despidieron como siempre, pero antes de que Otae entrara Kyubei agarro su muñeca.
-E..espera!!-
La joven Shimura respiro ondamente antes de voltear pues era conciente de los sentimientos romanticos que la menor tenía hacía ella. Su corazón no estaba listo.
-¿P..pasa algo Kyu....-
-Te amo-
Apesar de haberse mentalizado para aquella confesión en multiples ocaciones aun así altero sus latidos. Su rostro había enrojecido y la mirada de Kyubei era tan intensa como para hacer contacto visual. Otae tomo aire y preparo su respuesta planeada con tiempo.
-P..perdón, para mi nosotras solo somos amigas y-
Sus palabras fueron detenidas por los labios de Kyubei que habían sellado sus palabras. Fue rapido, pero tierno, nervioso, pero certero. El rostro de Otae estaba muy rojo, hermoso para la pelinegra.
-Podemos ser algo más-
Al hacer un poco de contacto visual sus ojos se encontraron himnoptizados por los de Kyubei, hace tiempo que no veía una mirada tan llena de sentimientos desde que su padre se despidío de este mundo. Kyubei acaricio su mejilla y se sorprendio de que esta no se alejara. Considero besarla nuevamente, pero una voz las saco de aquel romantico trance.
-¿Hermana?-
Ambas voltearon para encontrarse con el menor de los Shimura con bolsas de mandado. Otae aprovecho la oportunidad para escapar de la situación.
-¡Shin-chan!, bienvenido, ire a prepararte la cena-
De manera nerviosa corrío dentro del dojo dejando a los chicos afuera. Shinpachi invito por cordialidad a Kyubei a entrar, pero ella se nego, no era bíen resibida en esos momentos. Se despidio del chico no sin antes dejar un mensaje para Otae.
-D..Dile a Tae-chan, que...que puedo esperar el tiempo que ella necesite-
Shinpachi le dijo que eso haría, pero sin acercarse a la samurai, era bastante conciente de su fobía a los hombres, que aunque había mencionado tenerla bajo control, decidío no arriesgarse.
Antes de entrar vío a la chica irse y le deseo de corazón que tuviera exito en enamorar a su hermana, ya que tal vez así ella le prepararía más de sus "deliciosos" platillos a Kyubei en vez de a el.
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Hola!!!, reviví con un capitulito comó regalo de año nuevo, ahora decidí escribir de una shipp un poco más olvidada. Diganme si tienen otra en mente.