War of Hearts || Yoonseok

One

El verano era especialmente caluroso ese año, el sol parecía derretir prácticamente todo lo que tenía a su merced. Claramente no era una opción quedarnos en casa durante todo ese tiempo y yo una vez más había sido arrastrado a ser el mal tercio de mi mejor amigo y su novio.

Y como siempre, habíamos decidido qué hacer durante ese verano, estando los tres juntos en el departamento de Yoongi, con ellos siendo melosos en el sofá y yo recostado en el suelo, mirando la pantalla de mi celular como si fuera la cosa más interesante en el mundo. No me parecía para nada buena idea estar con ellos, entendía que eran una pareja y que necesitaban su tiempo a solas, pero usualmente era Yoongi el que me hablaba para quedar con ellos y, de manera paradójica, ellos resultaban ser mis únicos amigos (o al menos los únicos con los que hablaba de manera constante).

Casualmente, la opción de ir a la playa era la más votada (dos contra uno) y la que menos me agradaba.

–Tengamos en cuenta que es verano y necesitamos refrescarnos un poco –fueron las palabras que habían salido de la boca de Jimin cuando nos encontrábamos pensando qué hacer.

De principio, la idea no me gustaba para nada. Uno; porque no sabía nadar, por lo que con suerte sería capaz de estar en la orilla mojando un poco mis pies. Y dos; estaría una vez más siendo la tercera rueda en la relación de mis amigos.

–Vamos Hobi –la sonrisa de mi mejor amigo se hizo presente a la vez que se levantaba abruptamente del sofá–, ambos sabemos que necesitas un descanso –me miró con ojos de cachorro mojado una vez que se acercó lo suficiente y logró que desviara la mirada de mi celular.

–Todos lo necesitamos –añadió Jimin levantándose también y caminando al lado de su novio, pasando sus brazos por la cintura del más pálido a modo de abrazo.

No puedo evitar hacer un gesto de asco a modo de broma y solo niego sin decir una palabra más al respecto, no estaba de ánimos para iniciar una suerte de discusión acerca de lo que haríamos durante las vacaciones.

Ya eran pasadas las siete de la tarde y mi mejor amigo iba tarde a la fiesta de despedida que querían hacer algunos de nuestros amigos de la universidad. No solíamos salir mucho, al menos no en grupo y no desde que Yoongi inició su relación con Jimin, por lo que nuestros amigos no hacían más que presionarnos para que pasáramos "tiempo de calidad" junto a ellos. Yoongi, que era más débil por las fiestas, fue el primero en decir que si, mientras que yo, decidí mantenerme al margen, el único recuerdo que tenía de las fiestas eran malas decisiones que había tomado gracias al alcohol.

Salimos del departamento de Yoongi en silencio mientras cada uno revisaba su celular, habíamos pasado horas hablando entre nosotros y necesitábamos un pequeño espacio para distraernos de nosotros mismos. Quise pensar en la idea de la playa mientras íbamos caminando, pero era imposible hacerlo teniendo al frente a la pareja más molesta y melosa del universo. Iban tomados de la mano, con Jimin empujando a modo de broma a Yoongi mientras él revisaba su celular con una sonrisa en su rostro. Me parecía increíble el hecho de que, a pesar de ir los tres juntos, ese par siempre se encontraban pegados el uno al otro, como si fueran un chicle, como si supieran que eso me molestaba.

Caminamos por casi media hora y finalmente, diez cuadras después, nos despedimos de Jimin que iba a la parada más cercana para tomar el autobus hacia su casa.

– ¿Seguro que no quieres ir? –preguntó Yoongi luego de la melosa despedida con su novio.

–No me siento bien como para salir... –mentí, la verdad era que algunas de las personas que asistirían a esa fiesta no me agradaban.