War of Hearts || Yoonseok

Twenty-four

–No quiero perderte Hobi... –el abrazo seguía siendo fuerte de su parte, como si supiera que haciendo eso lograría tranquilizar mi agitado corazón.

Quería responder y decirle que se alejara, que su presencia me hacía daño, pero no era capaz de mentir. Mi respiración comenzaba a normalizarse y las lágrimas ya no salían con frecuencia, quedando sólo rastros secos en mi rostro.

En los brazos de Min Yoongi me sentía seguro, sentía la calidez que me hacía falta y no quería alejarme de él. Lo único que pedía era poder detener el tiempo y ser capaz de quedarme a su lado, en esa posición aunque fuera unos minutos más.

Desde el fondo de mi corazón agradecía que no hablara ni intentara "enmendar sus errores" de nuevo, sólo se limitaba a tararear la melodía que tantas veces había evitado un colapso nervioso de mi parte.

Me agradaba sentir su cercanía, su olor inundaba mis fosas nasales y de pronto mis brazos rodearon su torso por la necesidad de sentirlo más cerca.

Extrañaba los abrazos de Yoongi, de cuando sólo éramos los dos contra todo el mundo. Añoraba los momentos en los que nos encontrábamos solos y sin decir palabra terminábamos recostados en la cama, juntos, sintiendo la respiración del otro y mirando el techo, imaginando que éramos los únicos en el mundo.

–Por favor... no te vayas –pedí en un murmullo que se vio ahogado por el pecho de Yoongi.

–Nunca –llevó una de sus manos a mi cabello y lo acarició transmitiendo una ola de calma a todo mi ser.

Desperté luego de escuchar por tercera vez la alarma de mi reloj despertador. Estiré mi brazo hasta llegar al botón que la desactivaba y luego de eso abrí lentamente los ojos.

A mi lado se encontraba Yoongi, durmiendo con su rostro mirando hacia el techo. Observé su perfil y aprecié hasta el más mínimo detalle de su hermoso y pacífico rostro, su respiración era pausada, el ambiente no era más que un cúmulo de tranquilidad que hubiese amado tener por siempre.

Cerré los ojos y suspiré, eran las nueve de la mañana de un fin de semana que recién comenzaba... Hora de despertar de este lindo sueño.

–Yoongi... –me apoyé en mi codo para poder mover el hombro de mi amigo, sabía que no había tarea más difícil que la de intentar despertarlo a estas horas de la mañana–. Yoongi despierta, ya es tarde... –seguí insistiendo, pero pareciera que despertar no estaba en los planes del de cabellos negros.

Mi vista seguía fija en su rostro y esta vez sus labios entreabiertos llamaron mi atención, la tentación de besarlos se hacía presente, por alguna razón soñaba con sentir los suaves labios de Yoongi sobre los míos. ¿De verdad había estado tan cerca de sentirlos? ¿Me iba a rendir tan fácilmente? ¿Lo iba a dejar ir sin antes llevarme un último recuerdo?

–Cinco minutos más –la ronca voz de Yoongi, seguido de sus movimientos para darme la espalda, habían sido suficientes para sacarme del trance casi mortal en el que estaba entrando.

–No hay cinco minutos más –me quejé viendo la hora nuevamente, nueve y media– Falté a mi clase por tu culpa –le reproché haciendo un mohín a pesar de saber que no me vería.

Lo sentí moverse una vez más, esta vez su rostro estaba muy cerca del mío, nuestras respiraciones se mezclaban y el calor empezaba a subir por mis mejillas, mi estómago empezó a retorcerse y de pronto sentía escalofríos que no eran normales para la época del año. Los ojos de Yoongi, ahora abiertos con pereza, buscaban mi mirada pero yo me negaba a observarlo mientras nos encontráramos así de cerca.

Entonces sonrió. Y yo sabía muy bien lo que esa sonrisa quería decir.

–Oh no –advertí en voz alta– Ni te atrev... –y antes de poder terminar con mi advertencia, Yoongi empezó con el ataque de cosquillas– ¡Min Yoongi! –exclamé entre risas, intentando alejar a mi mejor amigo.

Y ese simple gesto me hacía sentir que todo estaba bien de nuevo, que a pesar de todas las adversidades, ahí seguía Yoongi. De pronto empezaba a olvidar todo lo que había pasado, sentía que una fina capa de niebla cubría los recuerdos que hace tan solo unas horas seguían siendo demasiado vívidos en mi mente.

Me sentía feliz con tenerlo cerca, con saber que él estaba para mí como yo lo estaba para el pero...

¿Era eso lo que en verdad quería?

Perdón por la tardanza :'c Ya saben, la universidad me mantiene ocupado y no me he detenido en lo que lleva del mes ;;

¿Por qué Min Yoongi es así? ¿Por qué confunde al pobre Hobi?