Jungkook era un chico simpático, alegre, con un mundo de posibilidades que se abrían a él por su personalidad única y habilidades sociales que iban en ascenso. Era un chico amable que lo único que buscaba era el bien para todas las personas a las que conocía, era uno de los mejores amigos que podía pedir en ese momento... Y entendía a la perfección por todo lo que estaba pasando en ese instante.
Él había estado enamorado de Jimin desde que se conocieron por primera vez en el complejo de departamentos que compartían, el mayor buscaba un compañero de piso y el castaño accedió a vivir con él pues necesitaba con urgencia un lugar donde hospedarse.
–No quiero que termines como yo –siguió con su suerte de consejo luego de haber estado hablando por horas acerca de los pro y contra de hacerle saber a Yoongi mis sentimientos.
Y es que el pobre se había desilusionado en grande al enterarse que el tierno Park Jimin había caído en las redes de Min Yoongi, el nuevo rompecorazones del campus. O al menos eso era lo que me contaba cada vez que yo preguntaba acerca del tema.
–Aún no es tarde Jungkookie –un hilo de voz salió al fin de mis labios, con la esperanza de que el menor quisiera seguir luchando por su amor platónico.
Pero el chico a mi lado no respondió, bajó levemente su cabeza y esbozó una sonrisa llena de dolor. Al menos el dolor de mi amor no correspondido no era de lo peor, al menos para mí aún existía una posibilidad, llena de mentiras, pero una posibilidad al fin y al cabo.
Luego de hablar por el resto de la noche y parte de la madrugada, decidimos que era buena idea descansar para al otro día salir a despejar nuestra mente. Era por eso que a primera hora del día, luego de darnos un baño, decidimos pasar la mañana en una cafetería del centro de la ciudad. Ahí hablamos por horas también hasta que Jungkook me indicó que debía volver a su casa.
El resto del trayecto lo pasamos en silencio, Jungkook por su lado viendo el paisaje que pasaba a través de la ventana del autobús y yo con mi vista fija en el respaldo del asiento que tenía al frente, pensando en mis decisiones de vida, en cómo había llegado a ese punto sin retorno.
Me despedí de él cuando bajó en su parada y yo seguí arriba del autobús por unos minutos más. El complejo de departamentos en el que vivía no estába tan lejos, por lo que no tuve mucho tiempo a solas con mis pensamientos.
En cuanto llegué a mi departamento lo primero que hice fue ir a mi habitación para dormir un rato más, me sentía cansado tanto física como psicológicamente. Alcancé a cerrar los ojos por unos minutos cuando escucho el sonido de la puerta. Contra mi voluntad me levanto y voy a ver de quién se trata.
–Hoseok, necesito hablar contigo –no contaba con que, al abrir la puerta de mi departamento, mi mejor amigo me estuviera esperando.
–L-lo siento hyung, e-estoy un poco ocupado ahora... –fue lo único que atiné a decir, la verdad era que quería gritar y salir corriendo de ahí, pero solo atiné a mirar al suelo y jugar con mi mano en el pomo de la puerta.
–No me iré hasta que me des una respuesta real –lo sentí acercarse, pero esta vez no llevó sus manos a mi cintura ni se acercó poniendo en riesgo mi espacio personal.
–Ya lo hice –cerré mis ojos con fuerza, sin querer ver la expresión de mi amigo.
–Hoseok... –me llamó pero me negué al instante– Hobi –esta vez me llamó con más cariño, llevando delicadamente sus manos a mi rostro.
El tacto no se sintió incómodo en absoluto, es más, se sintió como si estuviera esperando por él, como si las manos de Yoongi estuvieran destinadas a encontrarse rodeando mi rostro, obligándome de cierta forma a sostenerle la mirada.
– ¿Qué hay de Jimin? –mi mente no dejaba que mi corazón llevara el liderazgo en esa situación.
–Terminé con él –lo dijo como si fuera tan simple dejar a alguien con el que compartiste tanto tiempo.
–No me engañas Yoongi –me quejé– Yo más que nadie sé lo encaprichado que estabas con él.
–Tú lo has dicho, Jimin era sólo un capricho –la voz de Yoongi era suave, como un sueño.
–Y también yo lo soy –lo dije y repetí lo mismo en mi mente.
–No –por un segundo juré escuchar pánico en su voz–. No, no, no Hoseok, yo te quiero, de verdad lo hago.
– ¿Te estás escuchando siquiera? –no sabía que hacer frente a ese Yoongi tan vulnerable que se mostraba frente a mí–. Somos mejores amigos –llevé mis manos hasta donde se encontraban las suyas y cerré los ojos una vez más.
–Bueno, pues no quiero seguir siendo tu mejor amigo –me miró con seriedad y alejó sus manos de mi rostro, abrí mis ojos abruptamente, dirigiéndole una mirada confundida–. Jung Hoseok, ¿Quieres ser mi novio? –preguntó finalmente.
Y una vez más se encontraba Yoongi frente a mí, preguntándome por segunda vez si quería empezar una relación a su lado. Y mi corazón bombeaba más sangre de lo normal, sentí mis mejillas enrojecer y mi pulso fallar junto a mi respiración. Y mi cerebro decidió ceder el liderazgo porque ya no quería luchar contra lo que mi corazón obviamente quería.
–Si –respondí en un hilo de voz casi inaudible, ignorando al fin toda clase de sentido común que se negaba a dar esa respuesta.
Después de todo, no sería la primera vez que cometía un error que podía hacerme daño.
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War of Hearts || Yoonseok
FanfictionDonde Min Yoongi es un rompecorazones de primera y Jung Hoseok es su mejor amigo desde la secundaria. Un lugar en el que Park Jimin es el chico "codiciado" y Min Yoongi necesita tenerlo. Y Jung Hoseok es el mejor amigo que empieza a dudar de sus...