Six

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Una semana completa sin haber visto ni saber nada de Yoongi o Jimin era un record que valía la pena recordar por el resto de mi vida.

Había decidido que lo mejor para todos era darnos nuestro espacio, pensar claramente y deshacerse de estos sentimientos que no le hacían bien a nadie. Y claro que ni siquiera respondí a los mesajes de Jimin que, por alguna razón, acudía a mi en busca de consejos para arreglar las cosas con mi mejor amigo.

Si era sincero, no creía que no hubiese sospechado que algo raro pasaba entre nosotros la última vez que salimos los tres juntos, sabía que Jimin era despistado, pero no era tonto y él ya conocía a Yoongi lo suficiente como para darse cuenta de cuando mentía.


Durante la semana que no estuve con Yoongi, me percaté de que por lo general dejaba plantados a mis amigos por pasar tiempo de calidad con el chico de cabellera platinada. Nunca lo había pensado más que lo normal, después de todo asistíamos regularmente a las fiestas que hacía Tae y por lo general Jungkook se nos unía en esos planes. Pero a pesar de eso, no había hablado con ninguno de ellos de manera real, no más que un simple "hola" y "adios" de cortesía. Sentí vergüenza por haber sido de esa forma y decidí que esa semana pasaría tiempo con los amigos que siempre me soportaron sin importar qué tan molesto fuera.


Llamé a Taehyung, llevaba tiempo sin hablar con él y quería saber qué era de su vida. A veces me sentía mal por solo saber un par de cosas de él, nada más allá de una relación superficial que se basaba en compartir el tiempo en fiestas. Nunca había sido una persona de muchos amigos, pero sentía que ya era momento de preocuparme de esa clase de cosas, sobretodo cuando la mayoría de los chicos se habían mostrado amables conmigo cada vez que Yoongi me dejaba abandonado.

No salí con Tae, pero si me enteré de que tenía una novia bastante guapa y que parecían almas gemelas, al parecer la fiesta de hace una semana era para celebrar el cumpleaños de la chica y no era parte de sus típicas fiestas pre-clases. Hice una nota mental para la próxima preguntar el motivo de la fiesta a la que íbamos. Una vez que supe de su nueva relación, decidí alejarme instantáneamente, no iba a dejar de ser la tercera rueda en una relación para volver a serlo en otra.

Me decidí por llamar a Namjoon luego de unos minutos pensándolo, él era más cercano a Yoongi, pero nada impedía que fueramos amigos, era tonto pensar que algo malo podría salir de hacerme más cercano a él... Y la misma historia se repetía, sólo que él se había declarado al fin a Kim Seokjin, el chico perfecto de hombros anchos que estudiaba en la facultad de gastronomía de nuestra universidad.

Me sentía extremadamente feliz por los chicos, al menos ellos eran felices con relaciones que los complementaban.


Mi última salvación era Jungkook, el chico prodigio de segundo año de arquitectura, con quien no había hablado desde la fiesta de Taehyung. Parecía una buena idea hablar con él, sobretodo porque era el único que parecía entender la situación en la que me encontraba y porque era con el que más había compartido desde que nos conocíamos.

–Jungkookie –alargué cada vocal de su nombre lo más que pude para no sonar desesperado una vez que lo escucho contestar.

– ¿Ah? ¿Hoseok hyung? –al parecer estaba sorprendido de que lo hubiese llamado.

– ¿Estás muy ocupado Kookie? –pregunté yendo directo al grano, odiaba ser tan impulsivo.

–No, no –lo escuché reír al otro lado de la línea–. Es sólo que me sorprendió que me llamaras... ¿Está todo bien? –preguntó, podría jurar que tenía aún una sonrisa impresa en su rostro.

–Bueno, nada en especial –reí nervioso– Solo quería saber si estabas libre esta tarde...

–Claro que sí, ¿Dónde quieres ir hyung? –por un segundo creí que leía mis pensamientos, luego recordé que eso era imposible.

– ¿Te parece ir a tomar un café? Hace mucho que no te veo Kookie –intenté sonar lo más calmado posible.

– ¿Seguro que tú quieres un café? –por un segundo me confundo ante su pregunta–. Quiero decir, hacen... no sé, 50 grados de calor afuera, no creo que sea una opción razonable.

– ¿Heladería entonces? –pregunto avergonzado.

–Mucho mejor –lo escucho reír al otro lado de la línea– ¿A las 3 está bien?

–Claro, nos vemos allí –sonrío para luego cortar la llamada.


La sonrisa no desapareció de mi rostro en lo que quedaba del día. Ordené mi habitación solo pensando en los planes que tenía con Jungkook e intentaba ignorar el constante sonido de mensajes de mi celular.

Había olvidado lo divertido que era salir con alguien que no fuera Yoongi. Llevábamos cerca de dos horas riendo y comiendo los helados que habíamos comprado, de vez en cuando robando un poco de la copa ajena, Jungkook no paraba de contar anécdotas sobre lo que había pasado durante el semestre pasado.

Todo era risas y diversión, sobretodo para Jungkook que empezó a reír con más fuerza en cuanto un poco de helado cae sobre mi ropa. Me alegraba ver lo mucho que se divertía ahora, teniendo en cuenta lo tímido que era cuando recién lo conocimos.

–Juro que nunca más saldré contigo –me quejo mientras intento limpiar la mancha.

–No es mi culpa que no sepas comer como el adulto que eres –se burla de mi.

–Eres el peor –vuelvo a quejarme y dejo la servilleta a un lado cuando noto que no hay mucho más que pueda hacer con la mancha.

–No, soy el mejor, lo sabes y me amas –ríe y me guiña un ojo mientras vuelve a comer de su helado.


Entonces lo miro por un par de segundos, pensando en lo extraño que era el hecho de que él dijera lo que estaba acostumbrado a escuchar de Yoongi, pero sus palabras no creaban ese desastroso zoológico en mi estómago.

–Ahora que lo pienso... Es extraño que no estés con Yoongi –sus palabras me sacan del pequeño hilo de pensamientos que empezaba a seguir.

– ¿Extraño? ¿Por qué? –pregunto sintiendome nervioso de repente.

–Porque parecen siameses –responde como si fuera obvio–. Desde que los conozco siempre están juntos...

–Ya, pero tenemos nuestras vidas por separado –intento defenderme.

–Lo sé, sólo me parece extraño –se encoge de hombros para luego volver su atención al helado.


Suspiro y hago lo mismo, terminando de comer mi helado luego de un par de minutos más entre risas y conversaciones fuera de las situaciones que habían ocurrido en los últimos días.

A decir verdad, no tenía idea de lo que pasaba por la mente de mi mejor amigo. Muy cercanos podíamos ser, pero desde que decidió "declararse", mi mente no había hecho más que desconocer su comportamiento.

¿Qué se supone que pasaba por la mente del "gran" Min Yoongi?

¿Qué se supone que pasaba por la mente del "gran" Min Yoongi?

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Queridos lectores, debo felicitarlos por estar leyendo esto en una época en la que, la inspiración, se ha vuelto mi amiga y no me quiere dejar tranquilo hasta que avance un poco con este fic.

Así que, en tiempo récord, les dejo un capitulo más de este maravilloso fic ♡

War of Hearts || YoonseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora