Fourteen

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Odiaba la sensación de humedad que venía de mano con esta época del año. Se me hacía aún más difícil de lo normal llegar a clases, el calor me agobiaba y por culpa de los repentinos cambios de clima, el sudor pegajoso se apoderaba de mi cuerpo gracias a todas las capas de ropa que traía encima.

Llevaba días sin ver a Yoongi por más de dos o tres horas, ya que, para nuestra mala suerte, no logramos coincidir en ninguna clase, las evaluaciones no nos dejaban tiempo para respirar tranquilos y por alguna razón, este semestre estaba siendo mucho más pesado que los anteriores.

Pero al menos tenía a Jungkook, nuestra amistad se volvía cada vez más fuerte, a tal nivel que pasábamos juntos todos los recesos que podíamos y nos juntábamos a almorzar cada vez que Yoongi no tenía tiempo, lo que pasaba casi siempre.


Era lindo tener a alguien además con quien hablar sobre mis inseguridades o las cosas que pasaban por mi mente. Amaba a Yoongi, pero habían ciertos temas de los que no podía hablar con él a pesar de nuestra amistad que era capaz de trascender nuestra reciente relación. Jungkook era un gran amigo y confidente, escuchaba todo lo que le decía y, a pesar de luego sentirme mal por solo hablar, él se encargaba de sonreírme y decirme que todo estaba bien. Definitivamente Jeon Jungkook era un angelito que el mundo había enviado a mi desastrosa vida.

–Hyung ¿Cómo van las cosas con Yoongi? –preguntó Jungkook en uno de recesos que habíamos logrado congeniar para comer juntos.

–Creo que bien –respondí a la vez que jugaba con la comida de mi bandeja.

– ¿Lo has visto? –volvió a preguntar, su voz sonaba extraña.

–N-no, no ha tenido mucho tiempo –mi tono de voz sonaba apagado–. L-la verdad es que yo tampoco, así que no importa –me obligué a sonreír, por alguna razón, sentía la necesidad de bajar el perfil al hecho de no vernos tan seguido ahora–. Todos hemos estado ocupados, ya sabes, con suerte puedo verte a ti –sigo hablando con tal de no quedarnos en silencio, seguía siendo uno de mis más grandes miedos quedarme solo con mis pensamientos.

– ¿Confías en él hyung? –tantas preguntas me hacían pensar que algo iba mal.


Y mis dudas empezaban a tomarse el control de mi cerebro en cuanto noté el real nerviosismo en Jungkook, rara vez lo veía presionar el borde de su labio de esa forma, mucho menos lo había visto comportarse de esa forma, como si temiera decir algo que sabía.

Adoraba a Jungkook porque sentía que nuestra amistad iba un poco más allá, él de verdad se preocupaba por mi a pesar de yo no haber hecho nada especial para merecerlo y, verlo de esa manera me preocupaba porque no quería que terminara saliendo lastimado por un problema que no le pertenecía.

– ¿Pasa algo Kookie? –terminé preguntando en contra de todos mis presentimientos.


Pero antes de que pudiera responderme, sentí el brazo de Yoongi rodeando mis hombros. De pronto el ambiente se volvía tenso, se podía percibir una leve presión en el aire, como si costara respirar. O tal vez solo era yo, porque mi corazón de pronto estaba más acelerado y las manos me sudaban.

–Buenos días Hobi –sonrió, escuchar su voz después de tanto tiempo era un regalo de los dioses.

–Buenos días hyung –de alguna forma, verlo ahí hacía que mi curiosidad por el comportamiento de Jungkook aumentara y por alguna razón, no me veía capaz de hablar.

– ¿De qué hablaban? –preguntó jugando con mi cabello.

–Nada importante –escuchar el tono de voz de mi amigo me hacía volver a pensar en lo mucho que costaba respirar y en lo necesario que era.

– ¿Estás seguro Kookie? –pregunté preocupado, no era normal verlo con estos cambios de ánimo tan bruscos–. Hace poco parecías angustiado por algo...

–No se preocupe hyung –me dedicó una sonrisa sincera–, hablamos luego.


Se levantó de su puesto y se marchó del lugar sin despedirse de Yoongi, dejándome con más dudas que al principio. Mi corazón no parecía querer calmarse, pero los pequeños ejercicios de respiración que había aprendido hace años me ayudaban a mantenerme calmado.

– ¿Qué pasa Hobi? –preguntó Yoongi mirándome preocupado mientras seguía haciendo cariño a mi cabello– ¿Qué te dijo el mocoso? –añadió frunciendo el ceño al notar mi estado.


Reí al escucharlo y simplemente negué con la cabeza. Había olvidado que la relación entre Yoongi y Jungkook no era la mejor, por una parte estaban los celos de Jungkook por saber que ese rompecorazones se había robado el amor del chico que le gustaba y por otra, estaba la ridícula posesividad que sentía Yoongi por sobre Jimin.

Y la verdad es que, por mucho tiempo, Jimin se había convertido en la manzana de la discordia. Al poco tiempo de llegar a la universidad ya se había convertido en el soltero más "codiciado" de todo el campus. Y que Yoongi lograra ser su novio había despertado la envidia en los corazones de todos los pretendientes del menor.

– ¿Aún sientes algo por Jimin? –no pensé antes de hablar, la pregunta siempre estaba ahí, esperando el momento menos apropiado para hacer acto de presencia y pareciera que todos los días de confusión y mal dormir estaban pasando al fin la cuenta.

– ¿De qué hablas Hoseok? –volvió a fruncir el ceño, se veía tan adorable cuando hacía eso.

–Era tu como tu chico ideal, parecías realmente feliz a su lado –recordaba los momentos en los que Yoongi me arrastraba hasta los salones de danza para poder espiar a Jimin.

– ¿Cuántas veces debo repetirlo? –alejó sus manos de mi y me miró fijamente–. Al único al que quiero es a ti.

–Soy un capricho Yoongi –"... o peor, una distracción", pero eso no lo dije, mis labios no fueron capaz de articular la frase completa.

– ¿Qué mierda te dijo esa rata de dos patas? –apretaba tanto sus puños que sus nudillos empezaban a volverse más blancos de lo normal.

–Nada que ya no supiera –y a pesar de todo lo que había pensado, mi tono de voz sonaba más calmado de lo que esperaba.


Yoongi quiso decir algo más pero lo interrumpí cambiando el tema y mostrándole algunas de nuestras fotos antiguas que había digitalizado para tenerlas siempre a mano.

Puedo notar que hay algo en su mirada pero no quiero indagar más allá, quería mantenerme en la dulce ignorancia por todo el tiempo que fuera posible, quería fingir que éramos una pareja normal, que habíamos decidido estar juntos porque nuestro amor era fuerte y no habían intenciones ocultas.


Sabía que sería más feliz si me mantuviera así de ignorante. Pero nada podía durar para siempre.

War of Hearts || YoonseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora